Pocos españoles, casi ninguno, han disfrutado de tantas candidaturas al Emmy como Anele Onyekwere. Y pocos han pasado tan desapercibidos. Bueno es un decir porque oír, se deja oír alto y claro. Este nacido en Baza (Granada) de madre andaluza y padre nigeriano está detrás del universo sonoro de Wakanda en ‘Black Panther’, de la música que nos hizo soñar en las estrellas de ‘La La Land’, o de la que nos tuvo en vilo en ‘No respires’. Pero tras las dos candidaturas al Emmy que defendió el pasado año sin que nadie se diera ni cuenta (con las series de Marvel ‘WandaVision’ y ‘The Flacon and the Winter Soldier’) ahora vuelve a repetir a pares con la nominación por el montaje sonoro de una serie limitada o antología con ‘Moon Knight’ (‘Caballero Luna’) y por el mejor montaje sonoro en comedia o drama de una hora con ‘Loki’. Ambas candidaturas llevan su nombre, bien deletreado. Lo que parece erróneo es el nombre de la categoría ya que su trabajo es el de montaje musical.
“Mi trabajo como music editor empieza preparando un temp track siguiendo las indicaciones del director, de los productores, viendo qué sonido buscan para el show. Con mi equipo buscamos bandas sonoras que podrían servir como base y con eso empezamos a trabajar directamente con el compositor. Para cuando los compositores se suman a un proyecto, yo ya llevo mucho tiempo trabajando con los directores y les puedo guiar en el proceso de la creación de la banda sonora además de facilitarles ciertas ideas, sonidos o músicas que ayuden a que el universo de Marvel mantenga su unidad. También les acompaño en las grabaciones y, en la mezcla final, me encargo de que defender que la música funcione porque, muchas veces, los editores de sonido crean paisajes sonoros gigantescos que se comen la música y no se oye nada. Nosotros somos los responsables de hacer que el balance sea correcto entre lo que piensan los directores y los compositores”, describe la labor que lleva desempeñando en los estudios Marvel desde 2016.
¿No es entonces un tanto irónico que sus candidaturas sean en la categoría de montaje de sonido y no se llame montaje musical? “Son razones históricas -se ríe.- Solo llevo un año como miembro de la Academia de Televisión y no me conozco todos los detalles pero lo mismo que en la Academia de Cine nuestro trabajo está contemplado en la rama de música, en la de televisión está en el de sonido. Yo pienso que somos más música, pero en nuestra labor flotamos entre los dos campos. Trabajamos mucho con el equipo de sonido, compenetrados para que no nos pisemos. En total, mi grupo es parte de cinco nominaciones, sumando a estas dos la de mejor banda sonora para ‘Moon Knight’ lo mismo que en ‘Loki’, con score y canción original, trabajos todos en los que también me encargué de la producción.”
A Anele, el anuncio de las candidaturas le pilló por sorpresa, preparándose para un pequeño descanso en España el mismo día que se montaba en el avión. “Fue una locura. Súper emocionante. Me puse todo nervioso porque al principio solo salían los shows, no los nombres hasta más tarde. Me llamaron todos”, comparte como niño con zapatos nuevos sin que haber pasado por ello el año anterior hubiera servido de entrenamiento. “Fue más un salto. En la manera en la que me miran y respetan mi trabajo. Aunque el respaldo en Marvel lo noté desde el día uno”, aclara.
De ese primer día hace ya seis años. Los estudios Marvel estaban en la Fase 3 y él acababa de trabajar en ‘La La Land’. Fue una sugerencia de su agente y no pudo estar más acertado porque después de varias entrevistas el estudio decidió que Anele era su hombre. “En la entrevista, les conté que al final de cada proyecto me compraba un cómic como auto regalo, para mi colección. ¡Eso les encantó!”, recuerda. Ese mismo día conoció a Victoria Alonso, en la actualidad presidente ejecutiva de producción física en Marvel Studios y, junto con Kevin Feige, cabezas visibles del Universo Cinemático de Marvel. Para Anele, esta argentina siempre ha sido un referente: “Lo alucinante de Marvel es que, pese a lo grande que parece por fuera, cuando estás dentro es más pequeño. Es como una familia y te sientes muy respaldado. Por Vitoria, por Kevin, a todos los niveles. Me siento afortunado. Esto es mejor que el sueño. No sé siquiera si me atrevía a soñar tan grande”.
El sueño comenzó en Baza muy de niño. Con siete años le regalaron una guitarra, instrumento que se llevó al conservatorio donde estudió guitarra clásica y composición y hasta hoy, ahí en su estudio y hogar con vistas a las letras de Hollywood que comparte con su esposa y compañera de aventuras, la diseñadora gráfica Ascen García. Con ella acudirá a la ceremonia de los Emmy, pero aunque el premio es igual de importante que las estatuillas a las que aspiran Zendaya, Bob Odenkirk, Steve Martin o Jason Sudeikis, entre otras estrellas nominadas, su entrega se produce otro día. Los actores y actrices tienen su cita con el Emmy el 12 de septiembre mientras que el resto de las categorías que les hacen lucir sabrán su suerte en otra ceremonia el 3 y 4 de septiembre, agrupadas en lo que se llama la gala de los Emmy a las Artes Creativas. Así es la industria.
El detalle no empaña la alegría. Fueron muchos los pasos a dar hasta llegar aquí. Primero, Madrid, donde a Onyekwere se le llena la boca hablando de su amigo, el compositor argentino Federico Jusid. “Con él empecé a hacer todo el music editing sin saber ni que se llamaba así. Ahí me enteré que era una profesión que en Estados Unidos estaba muy buscada. Y me di cuenta que era algo que podía hacer muy bien, que me era muy natural”, recuerda. Aún así quiso prepararse bien y mientras trabajaba con Fede se pasó cuatro años compaginándolo con un máster del prestigioso Berklee College of Music. “Ni siquiera sabía que iba a acabar aquí, pero quería prepararme y trabajar con las mismas herramientas con las que trabajaban los mejores profesionales”, agrega.
Para lo que le preparó España y su trabajo con Jusid, Alberto Iglesias o Lucio Godoy entre otros compañeros de profesión fue en el volumen. En la actualidad Anele trabaja simultáneamente en el montaje musical de ‘She-Hulk: Attorney at Law’, ‘Secret Invasion’, ‘Echo’ y la segunda temporada de ‘Loki’, simultáneamente. Y esos los proyectos que puede decir, que la lista se multiplica con los que no puede revelar si quiere seguir con vida. Todos a la vez, saltando de un proyecto a otro a golpe de zoom. “Salgo de uno y entro en otro. Es lo que aprendí en España, donde tenía que trabajar en muchos proyectos para salir adelante. Fuimos muy afortunados porque Fede tenía muchísimos proyectos, pero los deadlines eran durísimos. Aprendí a trabajar así, muchas horas, mucho trabajo y con mucha presión encima y me acostumbré. Porque las herramientas que utilizamos aquí son iguales que en España. Lo que cambia es el tiempo y presupuesto”, resume.
Sin decirle que no a nada, Anele disfruta mucho de lo que hace. “Siempre me gustó mucho la producción musical y dentro del trabajo de music editor hay mucho de productor musical. La mezcla, la parte de ingeniería, las herramientas como Pro Tools, equalización. Yo no quería ser compositor. Quería que la música de otros sonara increíble y sabía cómo hacerlo. Lo descubrí en el conservatorio y luego con Fede. Me encantaba que él compusiera y yo hacía que sonara tres veces mejor y funcionara mejor con la imagen”, vuelve la vista al pasado.
Un pasado que también le devuelve a su infancia, a esos primeros años en el cine-club de sus padres en Baza devorando como un pequeño Tarantino todo lo que había en sus estanterías (y le dejaban ver). Porque si la música es su primer amor, el cine le está ahí, cerquita cerquita. “La conjunción de la música con la imagen, cuando es buena te puede llevar donde sea”, razona con los pelos como escarpias y el nudo en la garganta que le dejaron músicas como las de ‘E.T.’, ‘Star Wars’, ‘Indiana Jones’, ‘La misión’, ‘Cinema Paradiso’, ‘Gremlins’, ‘El vuelo del navegante’, ‘Regreso al futuro’ y muchas más. “Todas esas me marcaron muchísimo”, recalca sin poder mencionar -por secreto de empresa- otra banda sonora en la que acaba de trabajar y le ha dejado la misma huella en el estómago.
Anele escucha de todo, desde música clásica, sus orígenes, hasta reggaetton (lo que menos) pasando por el resto, pop, R&B, rock, heavy, vanguardia, electrónica, jazz, música latina, K-pop… “No tengo límites. No me cierro a nada. Procuro mantenerme lo más abierto posible”, apostilla. Pero sí cree que existe tal cosa como un espacio sonoro Marvel. “Su base y el corazón es un sonido clásico, propio del género de acción y aventuras que ya apenas se hace. Un estilo grande, orquestal, con temas para los personajes que evolucionan con ellos. Un estilo muy operático, wagneriano que está en el corazón del sonido Marvel y que luego se expande a cualquier color manteniendo siempre la coherencia. Ese para mi es el sonido Marvel. Un sonido infinito”, describe. Vamos, que así, con Emmys o sin ellos, no habrá forma de ver a Anele de vuelta por España más que de vacaciones. “Tengo muchos amigos en el cine español y estoy encantado siempre que puedo de colaborar con ellos. Nunca descarto nada, pero, realmente, aquí estoy muy feliz”, resume.