La necesidad de crear una sociedad de gestión colectiva en Argentina, tal como se aplica en otros países latinoamericanos, fue una de las conclusiones esenciales del panel ‘La gestión colectiva de productores audiovisuales – El próximo desafío de los productores argentinos’, celebrado en Buenos Aires el jueves 4 de julio en el Palacio San Miguel.
El encuentro fue organizado por EGEDA, junto con la Sociedad de Gestión de Productores Cinematográficos (SGP); la Sociedad Argentina de Gestión de Derechos Audiovisuales (SAGDA); la Federación Iberoamericana de Producción Cinematográfica y Audiovisual (FIPCA); y la Asociación Iberoamericana de Entidades de Gestión de Productores Audiovisuales (AIDA).
El panel de productores latinoamericanos estuvo integrado por Jimena Arguelles Izaguirre, directora de Producción de Nonstop México; Jorge Martínez, secretario general de Caracol Colombia; y Luis Scalella, presidente de FIAPF y presidente de Argentina Sono Film. Fue moderador Ignacio Rey, presidente de Leyenda Films y presidente de FIPCA.
El panel de ex directores de Derechos de Autor de Latinoamérica estuvo conformado por Zelva González, ex directora de Derechos de Autor de Ecuador; Martín Moscoso, ex director de Derechos de Autor de Perú, y Vivian Alvarado, ex directora jurídica de Derechos de Autor de Colombia.
«Ojalá en la Argentina pueda pasar lo que está pasando en América Latina porque, si bien tenemos una ley de propiedad intelectual, no nos han otorgado una sociedad de gestión colectiva a los productores», destacó el productor argentino Ignacio Rey, moderador del encuentro.
«En estos años, hemos descubierto que tener el 100 % de cero es, al final, tener cero. Eso nos empezó a unir y, en los últimos años, hemos trabajado mucho entre los productores de cine y televisión. Era una barrera que se está empezando a romper, pero antes eran lugares muy antagónicos», expresó Rey.
Jimena Arguelles Izaguirre señaló: «El beneficio principal para un productor independiente de ser parte de una Sociedad de Gestión Colectiva es ir de la mano como comunidad porque abre puertas que uno no abriría. Además, se lograron avances muy importantes en cuanto a lo que refiere a la jurisprudencia.»
«Nuestra antena fue un negocio rentable hasta hace 20 años. Hoy hay una oferta inmensa y la pauta ya no es la costosa de antes. Si tuviéramos que seguir dependiendo de la pauta, cerraríamos en 5 o 10 años», expuso la representante de México.
«La pauta baja y la producción es cada vez más cara, por eso hubo que cambiar la forma de producir. Tenemos que generar una multicanalidad, para asociarnos y producir muchísimo más», destacó Argüelles.
Por su parte, Jorge Martínez expuso: «En Colombia hay Sociedades de Gestión Colectiva, pero también se puede hacer de forma individual. Yo, personalmente, prefiero la colectiva: tener un solo gestor es una garantía (…) Entiendo que, como grandes productores, tenemos que ceder en pos de productores más pequeños, pero de esa forma formamos una masa. Creemos que unirnos es la única forma de salir adelante.»
«Las Sociedades de Gestión Colectiva benefician a los creadores. Es la rueda perfecta para la aplicación de las normas», puntualizó Zelva González.
Martín Moscoso destacó: «Las Sociedades de Gestión reducen los costos de transacción. Es incomprensible que un país como la Argentina, tan respetado y con producciones variadas, todavía no haya desarrollado este mecanismo.»
«Hay labores adicionales en las que los productores terminan gastando recursos, contratando independientemente y con magros resultados. Hay espacios, que puede ser una Sociedad de Gestión, que pueden realizar el trabajo de recaudación por ustedes y así poder recaudar lo que están perdiendo”, concluyó el representante de Perú. «La gestión colectiva es eficiencia, permite ser eficiente en la gestión de los derechos. Si los derechos no se traducen en una realidad económica para sus titulares, son letra muerta», explicó Vivian Alvarado.
Los productores audiovisuales argentinos y extranjeros están en la búsqueda de conformar una entidad única, que los represente para el ejercicio de aquellos derechos cuya gestión individual resulta impracticable.
Las legislaciones de la mayoría de los países de América Latina y Europa han desarrollado la gestión colectiva como la herramienta para representar a titulares y repertorios universales mediante un contrato único, en beneficio mutuo de titulares y usuarios.