Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon, Leslie Jones y Chris Hemsworth protagonizan el remake de la querida película de los 80 ‘Cazafantasmas’, bajo la dirección de Paul Feig (‘La boda de mi mejor amiga’). La película, con gran responsabilidad para no decepcionar, se estrena en cines el 12 de agosto.
Parte del encanto de la película original es la mezcla de tecnología rudimentaria y sofisticada, tecnología de vanguardia que parece como si alguien se la hubiera hecho en su garaje a base de piezas sueltas.
Así que, a la hora de abordar el aspecto de los artilugios, las armas, los vehículos y la utilería, el diseñador de producción Jefferson Sage colaboró con Paul Feig para dotar a esta nueva entrega de una estética similar: aunque no hay duda de que el aspecto se ha puesto al día, todo sigue conservando esa apariencia casera, como si Holtzmann realmente los estuviera montando ella misma. “Queríamos crear tanta tecnología extra como pudiéramos que fuera diferente a la de la película original, y traerla a la actualidad, sin perder su espíritu casero –todo parece estar hecho a base de piezas sacadas de contenedores de basura de tiendas de electrónica o universidades”, explica Feig. “Queríamos que la gente que la viera, pensara: ‘Si yo fuera lo bastante listo, podría construir algo así’”.
“El concepto es que estas armas están hechas en su propio taller”, prosigue Sage. “Holtzmann es una ingeniera brillante, pero no es una diseñadora. Descubre cómo hacer que el arma funcione, y luego la envuelve en algún tipo de revestimiento; es un simple receptáculo para la tecnología, más que algo diseñado con esmero. Ese fue nuestro punto de partida, tuvimos que sumergirnos en la mente de Holtzmann. Tuvimos que pensar como pensaría ella”.
A medida que se sumían en lo más profundo de la disparatada mente de Holtzmann, los diseñadores empezaron a centrarse en objetos rescatados y otros materiales que se pudieran adaptar a los propósitos de Holtzmann. “Es la clase de persona que se encuentra unas viejas cañerías en la calle y se imagina el cañón de un arma”, prosigue Sage. “Si te fijas en las armas, piensas: ‘Bueno, eso parece una lata, pero han hecho algo con ella’. La idea era combinar lo familiar con el nuevo uso que Holtzmann habría ideado para ese trasto”.
Otra forma de transmitir esa sensación de aparato casero en la nueva película era mostrar la evolución y mejora de los inventos, como explica McKinnon. “La evolución del equipo de protones es una trama secundaria en sí misma”, plantea la actriz. “Al principio, hay un prototipo, que acabará convirtiéndose en una máquina de protones de talla mundial. Se pueden apreciar los cambios que va sufriendo la tecnología como consecuencia del empeño y el genio de Holtzmann. En un primer momento, cuando bajan al metro en busca de su primer fantasma, Holtzmann va empujando un enorme carrito y tiene que ponerle a Erin un horroroso collar eléctrico de perro para que pueda disparar; ese es realmente el primer equipo de protones. Luego, con el tiempo, Holtzmann descubre cómo reducirlo todo y hacerlo más compacto, para poder llevarlo a la espalda. Aun así, los equipos de protones siguen sin ser pequeños. No son ligeros. No son prácticos. Pero son portátiles”.
“A Paul le interesaba mucho cómo representábamos la tecnología”, prosigue Sage. “Es evidentemente ficticia, pero Paul quería que pareciera real, como si pudiera existir de verdad. Conseguimos ponernos en contacto con un par de físicos del MIT, que pudieron explicarnos en detalle la ciencia real que podría haber detrás de esos dispositivos ficticios; eso fue estupendo y se lo pasaron bomba. Nos dieron un montón de ideas reales, que nos proporcionaron un fundamento real para todo lo que utilizan las Cazafantasmas”.
Sage no bromea, el físico de partículas James Maxwell, que se encontraba realizando un posdoctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, dejó de lado temporalmente las grandes preguntas sobre la formación del universo para convertirse en el asesor técnico del filme y ayudar a dotar a la utilería de la película de una cierta verosimilitud.
Ninguna película de ‘Cazafantasmas’ estaría completa sin el Ecto-1, así que, naturalmente, el vehículo de los Cazafantasmas está presente en el filme. Pero, al igual que se han puesto al día las armas de la cinta original, también se ha hecho lo mismo con el coche. La película original de 1984 utilizaba una ambulancia Cadillac de 1959 modernizada y, para la nueva versión, el equipo creativo eligió un coche igualmente anticuado. “Encontramos un coche fúnebre de Cadillac de 1981-83”, comenta Feig. “Queríamos que fuera tan divertido como el Ecto-1 original, pero dándole nuestro propio toque. Me encantó el aspecto que tenía, sus líneas elegantes, pero también que es un vehículo muy grande. Además, un coche fúnebre me pareció apropiado para trabajar con los no muertos. Una vez conseguimos el coche, Jefferson Sage y su equipo lo convirtieron en un vehículo alucinante; me gustaba la idea de que el Ecto-1 tuviera un techo rojo. La historia es que el coche es del tío de Patty, así que decidimos que querría que la gente abandonara este mundo con estilo y por eso tiene un techo rojo. Me encanta el aspecto que tiene”.
“Nuestra idea era que el Ecto-1 es el laboratorio móvil de Holtzmann”, aporta Sage. “Un ilustrador de diseños realizó varios borradores del coche y del aspecto que podría tener, desde los más disparatados (provisto de antena parabólica, etc.) a los más discretos y contenidos. En última instancia, decidimos que no querrían que pareciera demasiado sofisticado, una vez más, para dar la impresión de que Holtzmann lo podría haber creado ella misma”.
Pero Sage no se paró en el exterior. “También diseñamos el interior del Ecto con piezas y recambios, y equipo colgando”, prosigue Sage. “Incluimos sitios donde colgar el armamento, y los equipos de protones se colocan en una rejilla que se desliza hacia dentro y hacia fuera”. Eso es un guiño a la película original, en la que los equipos de protones se deslizan hacia dentro y hacia fuera de la camilla de la ambulancia.
Una vez más, James Maxwell aportó sus conocimientos y su pericia, explicando algunos de los conocimientos científicos reales que Holtzmann necesitaría conocer cuando elige la tecnología que llevará sobre el terreno para enfrentarse a lo paranormal.
Un ayudante de dirección artística se ocupó en exclusiva del coche durante semanas, instalando en el techo una serie de artilugios con pinta de máquinas, arneses, tubos, tanques, una sirena, un altavoz, antena, baterías y más cosas, hasta transformarlo en el Ecto-1.
Esta entrega de ‘Cazafantasma’s también presenta un nuevo vehículo: la moto de Kevin, el Ecto-2. Y si los diseños de Holtzmann tienen pinta de estar hechos en casa, al menos están hechos en casa por un ingeniero cualificado y con un doctorado. Por otro lado, la moto casera de Kevin refleja su particular mente en acción. Y como Kevin no tendría la formación en ciencias ni la pericia que posee Holtzmann, se decidió que el auténtico físico Maxwell no interviniera en la creación de la moto.