Paula Mariani preside desde hace dos años ATRAE, la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España que reúne a los profesionales que se dedican a la subtitulación de cine, televisión, DVD, videojuegos… en definitiva, uno de los grandes desconocidos del sector. Audiovisual451 ha charlado con Mariani y con Sara Hernández, una de las socias más jóvenes de ATRAE que al mes de terminar el master en traducción audiovisual ya se hacía cargo de títulos como ‘Sherlock’ de la BBC. Este viernes, 31 de mayo, la Asociación entrega sus primeros premios y aprovecha la ocasión para hablar de las condiciones de trabajo y del sector audiovisual en general.
Audiovisual51: ¿Desde cuándo está en marcha ATRAE y cómo surgió la idea de asociarse?
Paula Mariani: ATRAE comenzó a plantearse hace cinco años y cumplirá dos años en junio. Ya en 2007 organizamos a Conferencia Internacional de Traductores Audiovisuales (CITA) en Barcelona, tuvimos mucho éxito y repetimos en 2008, incluso aumentamos un día y celebramos talleres y charlas. El evento tuvo muy buena acogida, con unas 300 personas de diferentes partes del mundo. No se había hecho nunca ninguna reunión similar, y es que somos un sector desmembrado porque trabajamos desde casa, nos vemos poco, muy de vez en cuando se hacen reuniones informales… en seguida tuvimos patrocinadores para CITA.
A partir de ahí empezamos a darnos cuenta de que teníamos una serie de reivindicaciones que hacer y nos recomendaron desde SGAE que nos asociáramos para tener más fuerza. Así nació ATRAE. Ahora, después de todo el proceso de constitución, ya tenemos varios proyectos abiertos que esperamos poder anunciar y poner en marcha en breve. Por ejemplo, estamos tendiendo puentes con asociaciones de otros países, incluso estamos trabajando para crear una macroasociación europea que englobe varios países.
AV451: ¿Cuántos socios tiene ya ATRAE?
P.M.: Actualmente, somos casi 100 socios, calculamos que habrá en España unos 300 ó 400 traductores audiovisuales, lo que pasa es que hay poca gente que pueda dedicarse en exclusiva al cine y la televisión. Estamos muy localizados en Madrid y Barcelona, aunque ahora en Andalucía empieza a haber una masa importante, así como en País Vasco y en Galicia.
Escribimos los subtítulos y además traducimos guiones, tanto para oyentes como para sordos, también hacemos audiodescripción, y trabajamos también para videojuegos. La traducción audiovisual engloba muchos géneros y un traductor debe dedicarse a varios de ellos para poder vivir, porque existe bastante precariedad en este sector.
Nos dedicamos a lo que se llama traducción creativa: percibimos derechos de autor porque recreamos un guión, somos co-autor, de la misma manera que sucede con la traducción editorial y publicitaria. Hoy en día, el 30 por ciento de una traducción va para el traductor, el 70 por ciento restante se queda en el ajustador, y estamos trabajando para que el porcentaje sea de 50-50.
AV451: Háblanos de las condiciones en las que trabajan los traductores y subtituladores del sector audiovisual en España.
P.M.: Muchas veces se juega con que al traductor le hace ilusión traducir una película o un libro. A ti, como traductor, es cierto que te cuesta separar lo que es trabajo de lo que es afición, pero nunca se debe perder la perspectiva porque tienes que cobrar aunque te lo estés pasando bien.
Sara Hernández: Muchas veces tenemos que oír aquello de “¡encima cobras!”.
P.M.: Nosotros somos autónomos y los estudios contratan nuestros servicios cuando reciben un encargo por parte de la distribuidora. Es frecuente encontrar distribuidoras que tienen dos o tres traductores de referencia y en esos casos hay cierta planificación del trabajo, sobre todo cuando tienen un estreno importante entre mano. Pero cunde el trabajo imprevisto. Normalmente te llaman y en el momento que cuelgas te pasan el archivo a través de un ftp y del correo electrónico y en media hora te puedes poner a trabajar sobre ello.
S.H.: Tampoco te dicen un plazo, te dicen “me vas mandando”, sobre todo con las series. El proceso de traducir, revisar y adaptar va muy rápido, pero después pueden pasar meses hasta que la serie se estrena.
P.M.: Después, hay que tener en cuenta que hay períodos de trabajo más intensos, por ejemplo, las semanas previas a las vacaciones de verano hay muchísimo que traducir y que subtitular, por lo que en junio y julio hay muchísimo trabajo tanto en cine como en televisión, hay muchos estrenos en salas pero también coincide con el final de temporada de las series y con su preparación para el mercado de DVD, así que todo tiene que estar listo para septiembre. En diciembre hay otro pico de películas infantiles y familiares, y luego en enero y febrero no hay casi nada. Lo que está claro es que somos el primer eslabón de la cadena.
AV451: ¿Cómo cobra un traductor o subtitulador audiovisual?
P.M.: Se cobra por rollo de bobina, es decir, se cobra por períodos de 10 minutos aunque sólo se hayan utilizado 3 minutos de ese rollo. Pero ahora los estudios están empezando a pagar por minuto, de manera que no cobras el rollo completo, es la misma tendencia que se ha impuesto en el sector editorial, que ahora paga por caracter y no por página.
S.H.: En subtitulación se debería cobrar por subtítulo, pero no es tampoco la tarificación establecida. Por ejemplo, una serie como ‘Sherlock’ tiene muchísimo diálogo y con mucha velocidad, y ahí cobrar por minuto no refleja del todo el trabajo intenso del subtitulador.
P.M.: Los subtítulos y las traducciones siempre han tenido una gran calidad en España, pero con la crisis los estudios han empezado a intentar ganar al cliente, es decir, a la distribuidora, ajustando los precios, y eso repercute al final en nuestras facturas. No tendría por qué, porque somos un colectivo profesional que puede fijar sus tarifas y decidir por cuánto trabaja, lo que pasa es que si al final no hay trabajo por la tarifa que tú quieres, tienes que empezar a ajustar precios.
También estamos empezando a sentir el intrusismo, hay traductores no especializados en el audiovisual o recién salidos de los estudios que se ilusionan con traducir una serie que les gusta, y que ofrecen un precio más bajo… también corren rumores de que se está echando mano de las personas que cuelgan los subtítulos en Internet para las versiones pirata de las series y películas.
S.H.: Entendemos que esas personas que subtitulan para la piratería no son competencia nuestra, pero están creando una imagen del subtitulador que no es buena.
P.M.: Si hay una serie y mañana hay un capítulo subtitulado ya circulando por Internet, la gente piensa “subtitular es muy fácil, si estos aficionados sin estudios específicos lo hacen un una noche, ¿por qué tardas tú cuatro días?” ¡Claro! Nosotros lo hacemos de manera profesional y además una sola persona, porque en Internet encuentras un trabajo colaborativo. Sí hemos notado que se valora menos el trabajo, sobre todo en la parte del subtitulador, que además se paga a unas tarifas inferiores, es cierto que hay todavía un consumo bajo de subtítulos en España, hay menos demanda, aunque parece que las nuevas generaciones se están mostrando más proclives a la Versión Original.
AV451: Cada vez hay menos salas de cine, y ni qué decir de las que proyecta en Versión Original…
P.M.: No podemos evitar la tradición dobladora que tiene España y hay muchísimas personas que prefieren ir al cine a disfrutar sin tener que leer. Por otro lado, sólo hay un 5 por ciento de salas en Versión Original en España, hay muchos lugares de este país en los que no tienes opción, hay miles de personas que van al cine que no tienen opción en su zona. Además, hay salas en pueblos pequeños y en barrios pequeños que nunca lo han considerado. Ahora sí hay más esperanza de que con los proyectores digitales aumente la flexibilidad porque se pueden programar las dos versiones de una manera muy sencilla.
Luchamos con que hay mucho desconocimiento sobre nuestro trabajo. A veces duele e indigna salir del cine y escuchar algunos comentarios del público quejándose porque el subtítulo no traducía literalmente lo que decía el personaje, y es que tenemos que sintetizar las ideas y ajustarnos a la capacidad de lectura de un espectador medio (unos 15 caracteres por segundo), además de tener en cuenta los cambios de plano. Para nosotros es importante la opinión del público y nos sirve para mejorar y para darnos cuenta de que a lo mejor hay palabras que es mejor respetar. Además, el inglés, el idioma que impera en el audiovisual, tiene el agravante de que es un 20 por ciento más sintético que el español.
Desde ATRAE tenemos pensado hacer una campaña de concienciación y distribuir en cines unos folletos explicativos y demás acciones.
AV451: ¿Cuándo se va a dejar de decir “qué demonios”?
P.M.: Observamos que se ha creado un lenguaje del doblaje y se está exportando a las producciones nacionales. En muchas ocasiones el traductor lo traduce de una manera más ajustada a la forma de hablar común en España, pero el texto pasa por muchas manos y hay alguien que decide que se guarden las expresiones ya establecidas.
Nosotros hacemos nuestro trabajo y nadie más nos va a rendir cuentas de nada, y generalmente nuestro trabajo sufre cambios. Los traductores somos conscientes de este problema pero no está dentro de nuestro control.
Creo que tendríamos que tener una mayor cultura para saber qué producciones ganan dobladas y cuáles pierden. Yo, por ejemplo, he sufrido mucho traduciendo ‘Modern Family’, es divertísima pero como todas las comedias está llena de juegos de palabras y es complicadísimo darle sentido en un doblaje. En Televisió de Catalunya decidieron emitir ‘Little Britain’ en Versión Original Subtitulada directamente, después de haber emitido alguna temporada doblada, consideraron que era imposible mantener la gracia del original.
AV451: ¿Cómo están las cosas en Televisión?
P.M.: Hay mucho menos control. En el cine, la distribuidora tiene un supervisor, pero en televisión no existe a penas esa figura. Por otro lado, hay un poco de cacao con el tema de los subtítulos para sordos y para oyentes, en principio la ley dice que hay que subtitular para sordos, pero hay muchos de ellos que no lo son. Ahora que la TDT lo permite lo suyo sería que hubiera los dos tipos de subtítulos disponibles. Los oyentes que quieren ver la televisión en Versión Original tienen que leer los subtítulos para sordos y reciben información de más que para ellos no es necesaria, además los subtítulos para sordos son más largos e intensos.
En televisión, encontramos partes que están muy bien cuidadas y otras que no.
AV451: ¿Cómo os afectan los estrenos tan rápidos en TV de Pago?
P.M.: A nosotros no nos afecta de manera concreta. Lo que sí pienso es que se trata de un síntoma más de que la industria ha cambiado y que no se está adaptando. Se están perdiendo espectadores en sala, después rápidamente están disponibles las producciones en plataformas de pago. La crisis en el audiovisual es profunda, no sólo económica, sino de cambio de modelo. La tecnología ha evolucionado de una manera espídica y nos tenemos que plantear qué hacer.
Las salas de cine siguen cerrando, no hay duda de que las entradas son caras, pero también estamos ante un consumo compulsivo de cine y televisión. Exigimos tener a nuestro alcance cualquier producción al día siguiente por un precio irrisorio y entiendo que es un bien cultural y no se está valorando como se debe. Hay muchas personas que siguen 15 series de manera simultánea y ve un capítulo tras otro, el consumo del producto audiovisual es algo irracional y no es positivo ni siquiera para el proceso de producción porque hacer algo de calidad lleva tiempo y dinero.
Luego además la piratería pone al alcance de las personas estas películas y series, o canciones, por cero euros. Buena parte del público quiere consumir decenas de series y películas y dice que no lo hace comprando porque sería un dineral, pero es el precio que tiene, no es ético, este público se escuda en que el precio es caro y no es ético… Al final el que gana más dinero en esta industria seguirá ganándolo, pero todos los profesionales que vivimos de ella tendremos que ganar menos para ajustar el precio y recuperar consumidores que paguen.
Después es difícil elegir una plataforma de pago, ninguna de ellas tiene un catálogo más o menos amplio, cada una de ellas tiene sus propios títulos y si eres de gusto ecléctico, tienes que acudir a una y a otra.
En definitiva, creo que hemos cambiado el concepto de consumo y no creo que hayamos ido a mejor. Lo mismo esto llega a estabilizarse y llegamos a que la gente consuma de manera más moderada.
AV51: ¿Qué opciones de formación tiene alguien que quiera dedicarse a esta profesión?
P:M.: Muchos de nosotros estudiamos primero Traducción e Interpretación, pero no es un requisito imprescindible. Se necesita una diplomatura o una licenciatura. Hay una buena oferta de masters, el más antiguo es el de la Universidad Autónoma de Barcelona, que puede ser online o presencial; la Universidad Europea de Madrid también lo oferta; y hay otro más en Andalucía.
S.H.: La experiencia del master online ha sido única y no la cambio por nada. Se crea una comunidad muy unida y los profesores están disponibles siempre. Yo tuve mucha suerte porque sólo hice el postgrado de un año, porque el master son dos, y al mes de terminar ya estaba trabajando en esto.
P:M.: En el master online el compromiso y el esfuerzo del estudiante son muy elevados, normalmente son personas que estudian después de trabajar y la disciplina y las ganas son palpables. Los alumnos se ayudan entre ellos, se comparten muchos conocimientos y hasta los propios profesores aprendemos cada año.
No recomendaría a la gente que se dedicara a esto por dinero, pero si sienten la vocación y les gusta, sí lo recomendaría. Estamos trabajando para tener bolsa de empleo del master de la UAB online, pero creo que son muchos los que trabajan, aunque no se dediquen solamente al audiovisual.
AV451: Háblanos, para acabar, de los premios que entregáis el viernes en Madrid.
P.M.: Consideramos que una buena forma de darnos visibilidad era organizando unos premios, que han votado nuestros socios pero que han nominado a profesionales que no necesariamente forman parte de ella. Hicimos dos rondas de votación, con una primera totalmente abierta al criterio de los socios, para que eligieran a sus favoritos. Después quedaron unos finalista y como resultado unos ganadores. La verdad es que han tenido muy buena acogida entre los que serán galardonados y entre el sector, hay ganas de verse y reunirse. Además de la entrega de premios, presentada por el actor de doblaje Claudio Serrano (Christian Bale, Patrick Dempsey), habrá una mesa redonda y cóctel.
A continuación el palmarés de los primeros Premios ATRAE:
- Mejor traducción y adaptación para doblaje para cine por ‘Intocable’: Gabriel Cereceda y Gonzalo Abril
- Mejor subtitulación para cine por ‘Los miserables’: Quico Rovira-Beleta
- Mejor traducción y adaptación para doblaje para TV por la 22ª temporada de ‘Los Simpson’: María José Aguirre de Cárcer y Ana María Simón
- Mejor subtitulación para TV por la 2ª temporada de ‘Juego de tronos’: Paco Vara
- Mejor subtitulado para sordos para TV por la 3ª temporada de ‘Torchwood’ (TV3): Neus Aymerich
- Mejor audiodescripción para DVD por ‘The Artist’: Antonio Vázquez
- Mejor subtitulado para sordos para DVD por ‘Miel de naranjas’: Fidel Manrique y Leticia Rojo
- Mejor traducción y revisión para doblaje por el videojuego PEGI+18 ‘Assassin’s Creed III’: Juan Ramón Acedo, Juan Manuel Coronil, Luis Valero y Beatriz Pedroche
- Mejor traducción y revisión para doblaje por el videojuego PEGI+12 ‘Los Sims 3: Criaturas sobrenaturales’: María Luisa Crespo, Amparo Ramajo y Germán Muñoz
El público aprecia muchísimo series como Sherlock, que saca 3 horas y media se temporada cada varios años, al igual que montones de series de alrededor de 10 capítulos (Juego de Tronos, Vikings, Misfits, True Blood…). Así que no hace falta pintar a los espectadores de brutos que solo quieren ver más y más horas de lo que sea.
Además, me hace gracia el planteamiento de: como la gente no puede pagar 10€ a la semana en la entrada de cine + DVD + televisión de pago + temporadas de las series, las distribuidoras nos bajan el sueldo a nosotros… así que los malos son los que anteponen el comer a comprarse DVDs.
¿Ha pensado alguien que quizá las distribuidoras que prefieren sacar productos de mala calidad o explotar a sus trabajadores tengan algo de culpa? ¿O solo la tiene el que decide comer a pagar por ver una serie?
Por último, esta frase es una maravilla:
«Buena parte del público quiere consumir decenas de series y películas y dice que no lo hace comprando porque sería un dineral, pero es el precio que tiene, no es ético, este público se escuda en que el precio es caro y no es ético… »
Lo que no es ético es poner precios abusivos por productos de mala calidad (como la mayoría de cines) y luego insultar al cliente que no puede pagarlo, culpándole de todos los males.
¿De verdad alguien se cree que la gente NO QUIERE ir al cine? ¡Ya me gustaría a mí ir más a menudo! Pero me niego a pagar 10€ (más palomitas rancias a precio de oro y Coca Cola ya sin gas por 4 veces su precio habitual) por ver una película mala en una sala mala en la que te atienden mal.
Precisamente si es un bien cultural, debería ser asequible. De hecho, en muchos lugares los museos son o gratis, o tienen un día con entrada gratuíta o su precio es reducido. Así que bastante hacemos pagando esas barbaridades por la basura que recibimos a cambio, y además luego tenemos que aguantar insultos por no dedicar los 800€ que tiene una familia al mes en comprar DVDs.
Hola, Basketca!
No lo has entendido bien, o al menos no era nuestra intención que se entendiera así. Si te fijas, antes decimos que ha cambiado el modelo de consumo y que la industria no se ha adaptado, y creemos que ese es el principal problema.
Evidentemente, el público, del cual formamos parte todos los traductores y adaptadores, que además somos bastante cinéfilos en general, no tiene la culpa, sino generalmente la razón. Es decir, que si la gente no va al cine debe de ser por algún motivo (o por varios: subida del IVA, precios cada vez más altos, poca variedad en la cartelera), pero a la vez el público en general ha cambiado su manera de consumir, y lo siento si te parece que no es cierto, pero personalmente creo que se ha vuelto un poco compulsiva. Seguir mil series y no poder esperar a que se traduzcan bien, a mí me parece un poco compulsivo.
Además, creo que hay poca autocrítica. Las personas que consumen materiales gratuitos por internet se escudan en que los precios son abusivos y que hay poca disponibilidad, pero lo cierto es que no estamos dispuestos a pagar (todos, incluida yo) por un contenido que podemos encontrar gratis. Lo que quería decir en la entrevista es que creo que tenemos que replantearnos un poco si no nos estamos escudando en algunos lugares comunes para evitar la parte de responsabilidad que tenemos nosotros también.
Y no, no culpamos, ni mucho menos, a los espectadores de nuestra precariedad laboral, porque esta ya existía antes de la crisis del cine. Lo que queríamos decir es que cuando se da ese ejemplo tan típico de que «se han estado forrando durante años a nuestra costa» nadie piensa que además de grandes distribuidoras, grandes creadores y grandes actores, detrás del cine, la televisión y los videojuegos hay todo un sector de gente como tú y como yo que se gana la vida con su trabajo sin grandes lujos.
Evidentemente, un artículo se lee y tienes que adivinar nuestro tono y nuestra intención, así que creo que es fácil malinterpretarnos, pero no somos un gran sector quejándose porque sí.
Yo también antepongo comer a comprar DVD, tener conexión de internet, televisión y consola. Antepongo comer a casi cualquier cosa, aunque sea comer palomitas rancias y Coca Cola sin gas.
Saludos,