Bajo el síndrome Mr. Marshall

Luis García Berlanga habría cumplido 100 años el pasado mes de junio. Una de sus películas más emblemáticas es, sin duda, ‘Bienvenido Mr. Marshall’, una historia que ahora está más vigente que nunca.

Y es que el sector audiovisual español está actualmente sumido en un síndrome ‘Mr. Marshall’ por culpa de los millones venidos de Europa, como lo estaban los habitantes del pueblo manchego reconvertido en una villa andaluza de la obra maestra del director valenciano por los hipotéticos dólares procedentes entonces de Estados Unidos.

Los Fondos Europeos no son una quimera, ni el sueño de El Dorado, son una realidad que están notando ya entidades como ICEX o Spain Film Commission o las dotaciones de las líneas de ayudas del ICAA o iniciativas como los Spanish Screenings, que hacen su primera parada en Málaga, e igualmente dopados se convierten este año en XXL.

Sin embargo, muchos profesionales y empresas audiovisuales todavía siguen preguntándose ¿qué hay de lo mío? porque no es menos cierto que también hay un cierto halo de desinformación en algunos procesos para acceder a este dinero a través de otros medios menos habituales. Hay que reconocer que no es sencillo gestionar todo esto en tan poco tiempo y que esta misma sensación está presente en otros sectores económicos. Seguramente los próximos meses todo esté mucho más claro y accesible, al menos eso deseamos.

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De momento, en la medida de nuestras posibilidades, no­sotros desde Audiovisual451 vamos a tratar de poner luz a los 200 millones de euros que le corresponden directamente al sector audiovisual a través del Componente 25 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno.

Además, en este mismo número que nos ocupa y que se publica con motivo del 25ª Festival de Málaga, vamos a intentar desvelar las necesidades de los principales operadores (televisiones generalistas y plataformas) en lo concerniente a la producción de películas españolas, sus estrategias y próximas pro­puestas. Esperamos que los contenidos sean útiles para la industria, como busca el propio Festival de Málaga en la edición de este año que aspira a parecerse en cuanto a presencialidad a las que conocíamos antes de la pandemia. Eso sí, con un área de industria reforzada y con más eventos.

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