El curso 2022/2023 empezó con una novedad formativa en Madrid. La escuela de interpretación MADS abría sus puertas en la Plaza de Cascorro el pasado mes de septiembre con una propuesta dirigida especialmente a cultivar nuevos talentos en este momento en que la industria audiovisual necesita tanto de todo.
Carina Pardavilla, antigua ejecutiva de FOX, se lanzaba al mundo empresarial con este centro privado en el que se imparten un diploma en actuación e creación audiovisual, cursos intensivos, másteres… y que cuenta en sus filas con profesores como Eva Leira y Yolanda Serrano, Marta Moure, Jorge Guerricaechevarría, Eva Egido, Elvira Mínguez…
Uno de ellos ha sido, en estos primeros meses de andadura de MADS, Bob McAndrew, estadounidense de ascendencia irlandesa que, con poco más de veinte años, se convirtió en parte fundamental del equipode Lucille Ball (‘I Love Lucy’). “Ella estaba buscando a alguien que le ayudara a ponerse delante de la cámara, y de repente, ella me eligió y me vi trabajando en Paramount y saboreando un poco de aquel antiguo Hollywood”, recuerda. McAndrew fue jefe de los programas de talento de Hollywood en los estudios 20th Century Fox y Paramount. Cuarenta años después, enseña su método allá donde le reclamen. “Carina Pardavilla me contactó y enseguida dije que vendría a MADS a dar clase. La verdad es que es fantástico que te llamen del otro lado del Atlántico y que reconozcan tu trabajo”, comenta el que también es guionista y director. “Veo que Madrid está muy activa, están pasando muchas cosas aquí y me atrevo a decir que es la ciudad más interesante de Europa ahora mismo. Espero que podáis conservar esto por mucho tiempo”, asegura en conversación en Audiovisual451 en sus últimos días de estancia en la capital. McAndrew, que ha trabajado 20 años en centros de París, ha impartido clase dentro del diploma de interpretación de MADS, así como un curso intensivo de tres días para actores profesionales.
“Lo que yo enseño es una técnica, una fórmula para que, como actor, sepas lo que estás haciendo. Para dedicarte a la interpretación tienes que ser un gran trabajador, una persona disciplinada, con mucha dedicación, ser actor es mucho más trabajoso de lo que la gente cree. Ante todo, tienes que amar la profesión. Si no, no te dediques a ello” comenta el estadounidense. Lejos del estereotipo del típico profesor de interpretación que rompe a sus alumnos para que puedan convertirse en cualquier personaje, McAndrew cree en “una filosofía en que todos ganemos, creo que compartir es positivo, creo en la bondad de las personas”, de hecho, confiesa, “no me gusta ver películas violentas ni de terror, creo profundamente que es importante que veamos producciones que nos inspiren, sé que hay una serie en Netflix que está teniendo mucho éxito sobre un tipo que se comía a sus víctimas… créeme, nunca la veré. Para mí, es muy bonito pensar que cuando una persona va al cine, sale con un recuerdo, se lleva algo para siempre.”
Amante del cine clásico y alejado de la avalancha de estrenos semanales, McAndrew pertenece a una generación lejana a la de sus alumnos. “No permito el uso del móvil en mis clases, y para nada estoy en contra de la tecnología, utilizo las redes sociales a nivel laboral y profesional, llevo toda la planificación de las clases en mi smartphone y ¡me encanta WhatsApp porque me permite estar en contacto con amigos de todo el mundo!”, entre ellos, Francesc Orellá, a quien podrá ver en Paramount+ cuando vuelva a Estados Unidos en ‘Días mejores’, el luminoso drama de Cristóbal Garrido y Adolfo Valor que en España se puede ver a través de Prime Video.
Tom Selleck, Sam Elliot, Christopher Walken, John Stamos y Richard Dreyfuss son solo algunos de los actores que han pasado por las clases de McAndrew. “Si tus padres no creen en ti, entonces tendrás que creer todavía más en ti mismo. Hay muchos grandes actores que nunca tuvieron el apoyo de sus padres. Obviamente, si cuentas con ellos, todo será más fácil y mejor, mismamente a mí me pasó, estaba predestinado para ser cura, viniendo de una familia irlandesa. Creo que hubiera sido un cura hippie, pero al final encontré el camino para entrar en la industria del entretenimiento.” Y fue convirtiéndose en asistente de Wynn Handman, profesor de interpretación que forjó a Mia Farrow, Michael Douglas, Denzel Washington, James Caan… “Lo aprendí todo de él, en esos años descubrí que tengo habilidad para dar clase, ¡y eso que dejé los estudios a los 16 años porque como alumno soy horrible! Con poco más de veinte años me mudé a Los Ángeles y enseguida conocía a Lucille Ball.”
A pesar de que se están registrando cifras récord de estrenos y de que el cine y la televisión necesitan constantemente nuevas caras, “no creo que sea más fácil ahora meter la cabeza en la industria. Antes no había tantos actores como ahora, ahora es un mundo muy muy competitivo, hay muchísimas personas que quieren convertirse en actores”, y a todos les aconseja resiliencia y acostumbrarse al rechazo. Lo dice una persona que lleva 60 años viendo pasar alumnos por sus manos, en una industria con elevadas cotas de fracaso.
Mientras revela que está tomando clases de español, quién sabe si para volver pronto, y escribiendo el guion de una serie, McAndrew comenta también ilusionado que está moviendo su último texto, la película ‘Long Lost Love’. “Trata de un hombre ya mayor que empieza a recordar a su primera novia y decide cruzarse el país entero para visitarla. Ella está en una residencia y, con motivo de su enfermedad, no le reconoce, pero te aseguro que tiene un final feliz, no creo en esa fórmula que dice que introduzcas sexo o violencia cada siete páginas del guion para tener éxito. Me encantaría que algún director español se pusiera al frente de la película, y yo, aparte de ser el guionista, podría ser el productor ejecutivo”, concluye.