Borja Cobeaga, coguionista de la comedia española de más éxito de la historia: ‘Ocho apellidos vascos’, se encuentra embarcado en el rodaje de su tercera película ‘Negociador’, protagonizada por Ramón Barea, Josean Bengoetxea, Carlos Areces, Melina Matthews, Maria Cruikshank, Óscar Ladoire, Raúl Arévalo, Secun de la Rosa, Alejandro Tejería, Santi Ugalde y Gorka Aguinagalde.
Con guión del propio Cobeaga, la película está producida por Sayaka Producciones con la participación de ETB y el Gobierno Vasco, se rueda en Donostia-San Sebastián y Francia. La película está producida por le propio Cobeaga junto a Nahikari Ipiña y Borja Cobeaga. La dirección de fotografía es obra de Jon D. Domínguez y la de arte de Lierni Izaguirre. Leire Orella se encarga del vestuario, Olga Cruz del maquillaje y el sonido corre a cargo de Pablo Bueno y César Molina. Aranzazu Calleja compone la banda sonora del filme.
En la película Manu Aranguren es un político vasco que ejerce de interlocutor del gobierno español en las negociaciones con ETA. Lejos de ser un acto solemne y calculado, pronto se verá que las casualidades, los errores o los malentendidos marcarán el diálogo entre ambas partes. Y que la relación personal entre negociadores será clave para la resolución del conflicto.
Según comenta el propio director, “’Negociador es una película que empecé a escribir por mi cuenta, sin que nadie me lo pidiese y sin saber si algún día se realizaría. Sólo me apetecía escribirla y punto. Pero la vanidad me pudo (me gustaba mucho lo que había escrito) y enseñé el guión a los actores con los que fantaseaba como protagonistas. Ramón Barea, Josean Bengoetxea y Carlos Areces se mostraron entusiasmados con el proyecto y empecé a plantearme que era posible llevar a cabo este guión, que considero muy personal y muy cercano al tono de mis primeros cortos, sobre todo ‘Éramos pocos’. La base de la historia es real pero el argumento y los personajes son una completa invención, una “ficción basada en hechos reales”. No hay aspiraciones a hacer una crónica realista de las negociaciones entre el gobierno español y ETA, sino el relato ficcionado sobre un acto supuestamente solemne y grave pero repleto de pequeños detalles que convierten el acontecimiento en algo muy de andar por casa. No es una película sobre la negociación, sino sobre todo los detalles que la rodean. Y esos detalles convierten la película en una comedia. No una comedia loca y caricaturesca, sino en un enredo contenido y hasta cierto punto melancólico. “Comedia bajonera” sería la mejor forma de definir ‘Negociador'».