El salón de actos del Palacio de Lercaro de San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, ha sido el escenario de la presentación de la segunda fase del Libro Blanco de la Animación Iberoamericana, una publicación impulsada desde la organización de los Premios Quirino y que cuenta con el apoyo del ICEX.
En la presentación celebrada en el marco de los Premios Quirino 2022 de esta segunda fase del libro blanco de la animación iberoamericana, han intervenido Elisa Carbonell, Directora General de Internacionalización de la Empresa del ICEX, y Bea Bartolomé, del equipo de los Premios Quirino y coordinadora del libro blanco, que analiza un total de 180 largometrajes y series de animación presentados a los galardones de animación iberoamericana entre los años 2018 y 2020.
Si la primera fase del texto fue un mapeo del sector, esta segunda trata de aportar cifras para acercarse a la dimensión real de la industria de animación en la región iberoamericana. Cabe destacar que Brasil, España y Argentina son los principales productores de animación de la región. Les siguen México, Chile y Colombia.
En Iberoamérica se producen más contenidos de animación en formato serie que de largometraje. Se trata de un sector atomizado, compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas, que se dedican fundamentalmente a la producción propia de contenidos, ya sea de serie, largometraje o cortometraje. El 67 por ciento de las empresas ha realizado coproducciones y hay una mayor tendencia a la coproducción en los formatos de serie que en los largometrajes. En la actualidad, se están realizando al menos medio centenar de proyectos de largometrajes y un centenar de series en etapas de desarrollo, producción y finalización.
Las alianzas de coproducción se establecen principalmente entre países de Iberoamérica, con Colombia y Argentina como principales socios coproductores. Fuera del ámbito iberoamericano, Francia y Reino Unido son los principales países de coproducción.
La técnica más utilizada en las obras es el 2D. Le sigue el 3D y el stop-motion. Entre los principales desafíos que encuentran las productoras para realizar los proyectos son la financiación, la comercialización, la distribución y el armado de equipo. Existen diferencias destacables entre largometrajes y series, por ejemplo los productores de largometrajes identifican como su principal problema conseguir profesionales cualificados para la producción, mientras que las series ven en la financiación el hándicap fundamental.
Entre 2016 y 2020, la animación iberoamericana empleó de forma directa a 4.285 personas para la realización de producciones propias. Los largometrajes emplean por lo general casi el doble de personas que las series, unas 90 personas frente a las 50 que trabajaron en series de media en ese periodo.
Entre 2016 y 2020 se estrenaron 63 largometrajes iberoamericanos de animación en un global que supera los 4.500 lanzamientos de películas. 2018 fue el año más prolífico con 13 largometrajes estrenados. El presupuesto medio de producción fue de 1,2 millones de dólares para largometrajes animados y menos de medio millón de dólares para la series.
La diversificación de las fuentes de financiación aparece como uno de los principales desafíos para el sector. Según trasciende en las conclusiones del libro, es necesario incorporar regulaciones laborales específicas en aquellos territorios en los que todavía no existen, así como del trabajo remoto.
Se percibe también como recomendable la capacitación de perfiles laborales altamente demandados. Para los responsables del estudio sería interesante generar programas que impulsen la movilidad del talento entre los diferentes países de la región. Igualmente creen necesario fortalecer el sector de la distribución regional, impulsando empresas que puedan trabajar a nivel panregional con la animación iberoamericana. Además, la industria de animación iberoamericana ve recomendable incrementar las estrategias de internacionalización de los proyectos desde su desarrollo, especialmente en el caso de los largometrajes.
Acuerdo Premios Quirino-OIE
Previamente a la presentación del Libro Blanco, se firmó el acuerdo marco de colaboración entre la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y los Premios Quirino. Por parte de la OEI rubricó esta declaración de intenciones su secretario general, Mariano Jabonero, mientras que por parte del la organización de los galardones iberoamericanos participó en la firma José Luis Farías, director de los Premios Quirino.
La OIE se asienta sobre tres pilares básicos para el impulso de tres áreas en la región: la educación, la cultura y la financiación. El acuerdo con los Premios Quirino se enmarca dentro del área cultural, que según comentó Jabonero es la que más está creciendo dentro de la organización en los últimos años. Cabe señalar que el Producto Interior Bruto de la región en el ámbito cultural está entre el 2 y el 4 por ciento.
El secretario general de la OIE no quiso adelantar lo que supondrán los términos del acuerdo para los premios, pero sí señaló que podrían salir del mismo actividades de formación o el patrocinio de algún galardón que aporte valor cívico y cultural a la región iberoamericana. Por su parte, José Luis Farias apuntó que el convenio es fundamental para estructurar el sector y hacer llegar los contenidos iberoamericanos al público.
LIBRO BLANCO DE LA ANIMACIÓN IBEROAMERICANA FASE II
