‘La habitación’ se estrena en cines de España el 26 de febrero. Se trata de una película llena de suspense y profundamente emotiva que explora el amor infinito entre una madre y su hijo. Cuando Jack, de cinco años, y su madre escapan del único espacio que el niño conoce desde su nacimiento, este descubre el mundo exterior. Invadido por la alegría y el entusiasmo, se agarra con más fuerza que nunca a lo único que realmente le importa, el potente vínculo que le une a su cariñosa y entregada Mamá.
La película está dirigida por Lenny Abrahamson y está basada en la premiada novela superventas del mismo título de la autora Emma Donoghue.
El papel de la mujer a la que Jack llama Mamá pasa por todo el espectro de victorias y agonías maternas, desde el terror hasta las lamentaciones, desde el asombroso hasta el amor incondicional. Brie Larson comunica todas estas emociones sin el menor atisbo de sentimentalismo. Se dio a conocer en 2014 como actriz dramática en ‘Las vidas de Grace’ y más recientemente demostró su imparable vena cómica en ‘Y de repente tú’, con Amy Schumer, pero nunca había hecho nada parecido al papel de Mamá.
Brie Larson se entregó completamente al personaje de Mamá, y no dejó nada al azar. Para hacer justicia a Mamá, a lo que ha sufrido en la Habitación y a su enfoque absoluto hacia el futuro de Jake, la actriz no dudo en cambiar su aspecto físico y en documentarse a fondo sobre el cautiverio. Sabía que debería comunicar las contradicciones de Mamá. Por una parte, Mamá sigue siendo una niña, una chica arrebatada a la vida cuando está a punto de convertirse en adulta que se ve obligada a envolverse en una armadura carente de emociones si quiere sobrevivir. Por otra, también debía enseñar la entrega y la valentía que demuestra Mamá educando a Jake, decidida a que florezca incluso en las peores circunstancias, algo que dejó boquiabierta a Brie Larson desde el principio.
«No creo que Mamá pensara que saldría de la Habitación», dice la actriz. «Sabe que la esperanza engaña. Pero siempre estuvo segura de que Jack saldría. Cuando ideó un plan para que Jack escapara, fue un gesto de gran abnegación. Debía creer que Jack lo conseguiría, pero ella nunca pensó que también saldría, que tendría otra oportunidad para seguir siendo la madre de Jack».
Brie Larson empezó a prepararse mental y físicamente sumergiéndose en la terrible realidad que representa la Habitación de Mamá. Lo primero fue contratar a un entrenador personal que le impuso un régimen y ejercicios de pesas para muscularse quedándose con solo el 12 por ciento de grasa corporal.
«El proceso físico me ayudó mentalmente», explica. «Me sentía más agresiva, más dispuesta a luchar, pero también tenía hambre y estaba exhausta. Me permitió entender cómo debía sentirse Mamá después de años encerrada con muy poca comida».
También empezó a llevar una vida más recluida, sin ver a nadie, para adentrarse en el estado emocional y espiritual de Mamá. Cuando se veía obligada a salir, se cubría la cara y las manos con una crema de protección solar para mantenerse muy pálida.
«Quería entender realmente lo que significó para Mamá estar tantos años en la Habitación», añade Brie Larson. «Creo que debió pasar por altibajos, momentos de pánico, momentos de aceptación, pero también pienso que, la mayoría del tiempo, debía estar harta de la rutina y de la monotonía. Para acercarme a esa sensación, me encerré en casa durante un mes y solo salía para ir al gimnasio. Tuve muy poco contacto con el mundo exterior. Me esforcé para que no me dieran los rayos del sol en la cara porque Mamá llevaba años sin sentir el sol en su piel».
La sensación de estar absoluta y desesperadamente sola ayudó a la actriz a entender de dónde saca el coraje de creer que Jack tiene un futuro. Para saber más acerca del traumatismo y de sus terribles efectos en la personalidad, trabajó con el Dr. John Briere, profesor de psiquiatría en la Universidad del Sur de California y experto en traumas adolescentes.
«Me enseñó que, para sobrevivir, cuando el entorno es demasiado hostil para el individuo, el cerebro cierra parte de la conciencia. Mamá, dentro de la Habitación, cierra partes de sí misma para sobrevivir y para ser la mejor madre posible. Pero cuando sale de la Habitación, se da cuenta de que todo lo que apartó anteriormente vuelve con más fuerza», explica Brie Larson. «Es irónico pensar que, cuando está a salvo, su mente empieza a jugarle malas pasadas. Siempre pensé que Mamá empieza a darse realmente cuenta de lo que pasó en la Habitación cuando sale de ese espacio».
El proceso de convertirse en Mamá fue casi una obsesión. Cuando el diseñador de producción Ethan Tobman le mostró unos diarios en blanco que quería colocar en el cuarto de adolescente de Mamá, la actriz decidió rellenarlos con la voz de una chica de diecisiete años, una chica que aún no sabía nada de la Habitación ni de lo que le iba a acontecer. «Rellenar los diarios fue asombroso», dice, «como aprender quién era Mamá antes de entrar en la Habitación».
Brie Larson quería que el momento en que Mamá vuelve a su habitación de adolescente, que ha permanecido intacta como si de un museo se tratara, fuera sorprendente para ella también. «Tenía muy claro que no debía ver el decorado antes de la escena«, explica. «Mamá entra y regresa a la adolescencia que le fue arrebatada. Para conseguir esas mismas emociones en mí, Ethan escogió objetos directamente relacionados con mi infancia y funcionó de maravilla porque no lo había visto antes».
El empeño de Brie Larson en entrar en la piel de Mamá asombró a Lenny Abrahamson: «Me centré en encontrar a Jack, solo me preocupaba eso, pero si no llega a estar Brie, esta película no sería lo que es. Tiene un enorme talento y está dispuesta a entregarse totalmente. Dudo que otra persona hubiera encarnado a Mamá con tanta autenticidad emocional«.
Emma Donoghue comparte la opinión del realizador: «Estoy entusiasmada por el trabajo de Brie y su encarnación del personaje. Su gama de emociones es enorme. Tiene momentos espléndidos, pero no le asustó tocar el lado oscuro del personaje e incluso perder un poco la cabeza».
El productor Ed Guiney añade: «Para Lenny era importante encontrar a una actriz de la misma edad que Mamá, y Brie encajaba, pero su conexión con el personaje fue mucho más lejos. Creo que es una de las jóvenes actrices más interesantes del momento«.
La actriz reconoce que su conexión con el personaje y con la historia tiene algo más personal. Creció con su hermana y su madre, que acababa de divorciarse, en un espacio muy reducido que también se convirtió en algo mágico, como le ocurrió a Jack.
«Cuando nos mudamos a Los Ángeles, mi madre, mi hermana y yo vivimos en un estudio que, como mucho, sería el doble de la Habitación. Teníamos muy poco dinero, ni siquiera nos podíamos permitir ir a McDonald’s, apenas teníamos ropa y juguetes. Pero fue una época sencilla con algo de magia. Seguimos recordándola con mi hermana como una de las mejores de nuestra vida. Sé que mi madre lo pasó realmente mal intentando redescubrirse y luchando para cuidar de dos niñas sin la ayuda de nadie. Recuerdo ese periodo como un momento en que comprendí el poder de la imaginación. No teníamos mucho, pero mi madre sabía crear juegos con cualquier cosa, bolsitas de azúcar, por ejemplo».
«Obviamente, mi experiencia no es comparable a la de Mamá y Jack, pero cuando leí el libro, sentí una conexión con una madre y un niño que viven un periodo muy doloroso y maravilloso a la vez. Me gusta la sencillez del punto de vista de Jack, así como el cariño y la esperanza que se desprende de ese enfoque en oposición a unas circunstancias tan sombrías».
Brie Larson tuvo que cambiar de interpretación en la segunda parte, cuando Mamá se desmorona y consigue levantarse de nuevo, ayudada en gran parte por Jack. La actriz explica que en el mundo real, Mamá vive la experiencia opuesta a la de su hijo después de haberlo compartido todo con él desde que nació.
«Jack descubre el mundo, literalmente, no lo conocía», comenta. «Pero Mamá sale de la Habitación con toda una serie de ilusiones que son destruidas casi inmediatamente. Vuelve a casa de sus padres y descubre que están divorciados. Todo lo que dejó sigue estando, pero la ropa ya no le vale. Está totalmente desorientada, no reconoce las calles. Mamá pensó que volvía a casa, pero vuelve a un lugar desconocido, ajeno. Creo que todos podemos entenderlo, todos hemos pasado por momentos en los que descubrimos que nuestra vida y nuestras relaciones ya no son como eran».
La tremenda resistencia de Mamá y su feroz vínculo con Jack le impiden caer en el abismo. Brie Larson explica que funcionó gracias a la relación que tuvo con el pequeño Jacob Tremblay. «Antes de conocernos, mi mayor temor era que no conectáramos, pero fue inmediato, bastó con empezar a hablar de La guerra de las galaxias«, dice, riendo. «A partir de entonces, charlamos, comimos pizzas juntos, jugamos».
De acuerdo con el método de preparación de la actriz, la unión entre ella y Jacob Tremblay se hizo más fuerte compartiendo pequeñas experiencias. «El departamento artístico nos pidió que fabricáramos algunos de los objetos que hay en la Habitación, y eso nos acercó mucho, el vínculo se hizo más profundo», explica. «Nunca me había sentido tan cercana a un actor. Jacob sabe estar en el momento y dudo que hubiera podido hacer esto sin él. Estábamos tan unidos que incluso le costaba verme pasarlo mal en algunas escenas».
Para terminar, Brie Larson añade que ambos se sentían seguros gracias a Lenny Abrahamson: «Trabajar con Lenny ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi carrera. Es sensible, tierno, y tiene un enorme sentido del humor. Nos explicaba lo que debíamos sentir con una sola frase cómica. Y, personalmente, me hizo el mayor de los regalos al confiar totalmente en mí para construir un personaje tan especial».