Lo mejor de cuando se muere uno es la celebración, el ágape ese en el que el muerto habría gozado lo suyo en la compañía de los que le querían. En el caso de HR Giger, el maestro del dibujo y la imaginación que nos dio ese mundo de ‘Alien’ que Ridley Scott supo captar en su película y siguientes encarnaciones, el ilustrador hasta nos dejó el sitio: El Museo Bar HR Giger en Gruyeres, Suiza.
Y por supuesto, allí estuvimos Ovedito y yo tomando unas copas en el recinto más raro de nuestras vidas en una localidad que como bien anuncia su nombre, huele a queso con tanta fondue. El museo es caro y deja bastante que desear aunque es posible apreciar con tus propios ojos las creaciones originales del autor del Necronomicón.
Pero el bar… es lo más parecido a adéntrate en las entrañas de la bestia, recinto abovedado donde los arcos son columnas vertebrales inacabables; las paredes, una sucesión de rostros humanos inertes con la vista vacua, puesta en el vacío. Y sus sillas… lo más parecido que uno pueda sentir a sentarse en la nave Nostromo de la película que se nos quedó grabada en la memoria para siempre.
Un bar que al igual que el museo se construyó en 2003 y que merece el paseo ex profeso a esta por lo demás aburrida localidad suiza (que le hizo quitar de la puerta del museo una estatua de ‘Alien’ porque decía que no era buena para la imagen de la ciudad) aunque sólo sea para brindar una vez más en recuerdo al maestro que falleció el pasado lunes en Zurich a los 74 años tras caerse por las escaleras.
Copyright de las fotos: R&R Communications.