Woody Allen estrena el próximo 26 de agosto en España ‘Café Society’.
Nueva York en la década de 1930. Dado que cada vez le cuesta más aguantar a sus padres, que no dejan de pelearse, al gánster de su hermano y la joyería familiar, Bobby Dorfman siente que necesita un cambio de aires. Así que decide probar fortuna en Hollywood, donde su tío Phil, un poderoso agente, lo contrata como chico de los recados. En Hollywood, no tardará en enamorarse, pero por desgracia la chica ya tiene novio. Bobby se conforma con su amistad, hasta el día en que la chica llama a su puerta para contarle que su novio acaba de romper con ella. De repente, la vida de Bobby da un nuevo giro, y es un giro muy romántico.
El nuevo filme de Woody Allen, ‘Café Society’ ofrece una visión panorámica del Nueva York y el Hollywood de la década de 1930, con un reparto caleidoscópico de personajes que abarca desde estrellas de cine, millonarios y playboys a profesores, chicas de la calle y mafiosos.
El amplio abanico de personajes del filme era esencial desde el principio. “Cuando escribí el guion, lo estructuré como una novela”, comenta Allen. “Al igual que en un libro, te detienes un rato en la película para ver una escena del protagonista con su novia, una escena con sus padres, seguida de una escena con su hermana o el gánster de su hermano, una escena con estrellas de Hollywood e individuos varios dedicados al trapicheo, y luego la Café Society, con políticos, debutantes, playboys y la gente que engaña a sus respectivas parejas. Para mí, fue siempre una historia no de una sola persona, sino de todo el mundo”.
Entre ese surtido de historias de la película se encuentra la de Bobby Dorfman, un chico del Bronx cuyas ambiciones lo llevan a Hollywood y de vuelta nuevamente a Nueva York. “La historia de amor de Bobby es el eje central en torno al cual gira el resto del filme”, comenta Allen, “pero todos los demás personajes componen la atmósfera y la estructura de la propia historia”.
Como en una novela, la historia de la película se cuenta a través de la voz del autor, de modo que Allen decidió que sería apropiado que el filme tuviera narración y ocuparse él mismo de esa labor. “Me incluí a mí mismo porque sabía exactamente qué inflexión quería que tuviera cada palabra”, aporta. “Pensé que, como yo había escrito el libro, sería como si estuviera leyendo mi novela”.
‘Café Society’ se refiere a los miembros de la alta sociedad, aristócratas, artistas y famosos, que se reunían en cafés y restaurantes de moda en Nueva York, París y Londres a finales del siglo XIX y principios del XX. El término se hizo popular en el Nueva York de los años 30, tras el fin de la Ley Seca y la aparición de la prensa amarilla, que cubría con avidez a los integrantes de esa Café Society. Por aquel entonces, había docenas de clubes deslumbrantes en Nueva York, entre ellos algunos con orquestas de 50 piezas. Cada noche, los famosos lucían sus mejores galas y hacían el circuito desde los clubes de jazz de Greenwich Village a locales legendarios de los alrededores del centro como El Morocco, a la calle 142 en Harlem, donde se encontraba el Cotton Club. “Esa época siempre me ha fascinado”, admite Allen. “Fue uno de los momentos más apasionantes de la historia de la ciudad, con una tremenda vida teatral, vida en los cafés y restaurantes. De un extremo a otro, fueras por donde fueras, la isla bullía entera de sofisticadas actividades nocturnas”.
El Hollywood de la Edad de Oro también tenía sus puntos de encuentro para los ricos y famosos, pero su vida nocturna era sensiblemente distinta de la de Nueva York. “Era el glamur de Cocoanut Grove y el Trocadero”, comenta Allen. “No había muchos lugares a los que ir, no duraba hasta tan tarde, la ropa era más ligera y todo el mundo iba a los sitios en coche. Había una parte que era muy glamurosa, porque contaban con las estrellas de cine, pero Nueva York poseía cierta sofisticación de toda la noche de la que Hollywood carecía”.
Además de ser un retrato de una época, ‘Café Society’ es una saga familiar. El padre de Bobby, Marty (Ken Stott) es un tipo brusco pero profundamente moral, dueño de una modesta joyería en el Bronx. Su mujer, Rose (Jeannie Berlin) siempre tiene lista alguna valoración negativa de su capacidad mental y otros defectos. “Cree, probablemente de forma errónea, que con otro marido distinto podría haber tenido una vida mejor”, aporta Allen. “Discuten sin parar, pero están entregados el uno al otro y se quieren mucho, simplemente tienen una forma distinta de demostrarlo. No se apartarían de la cama del hospital si al otro le pasara cualquier cosa”.
Ben (Corey Stoll), el mayor de los tres hijos de la familia Dorfman, es un gánster. “Ben ve que su padre jamás podía permitirse nada y siempre tenía dificultades”, comenta Allen. “Se juntó con bandas de delincuentes, consiguió trabajos que daban un buen dinero, pero no eran legales, y descubrió que fuera de la ley se podía llevar una vida muy lucrativa y glamurosa”. Aunque Ben se haya apartado éticamente de su familia, su devoción hacia sus familiares no ha cambiado, siempre está presente en los acontecimientos familiares y disponible para ayudar a todos. Evelyn (Sari Lennick), la brillante hermana mediana, se convierte en profesora, se casa con Leonard (Stephen Kunken), un profesor, y busca una vida más cerebral. Leonard, aunque es un poco cerebrito, es un hombre de principios que adora a Evelyn. Al comienzo de la historia, Bobby (Jesse Eisenberg), se marcha a Los Ángeles, con la esperanza de encontrar algo más interesante que trabajar en la joyería de su padre. Trabajar para el hermano de su madre, Phil Stern (Steve Carell), un importante agente, parece mucho más prometedor. “Bobby empieza la película como una página casi en blanco, una especie de soñador ingenuo que cree que puede ir a Hollywood y se verá acogido con los brazos abiertos por la industria”, explica Eisenberg. “Por supuesto, no sucede así. Pero cree que quiere algo más emocionante, y que forma parte de una generación y de una cultura que hizo que ese sueño pareciera posible, sobre todo porque tenía un tío que lo había conseguido. Cuando se ve expuesto al mundo real, tanto a la belleza del mismo como a la lucha, se transforma en otra persona, encantadora aunque con sus defectos”.
El tío de Bobby, Phil, posee gran poder e influencia y conoce personalmente a muchas de las estrellas más importantes de Hollywood, pero tarda en reconocer la voz de su propia hermana por teléfono. “La primera vez que ves a Phil, resulta imponente”, comenta Carell. “Siempre está haciendo varias cosas a la vez, siempre tiene a la vez una llamada y una reunión, y se mete de lleno en ese papel. Pero, cuanto más lo ves, más te das cuenta de que tiene un lado más blando y vulnerable, y que posee una cierta decencia, no toma decisiones a costa de los sentimientos de los demás. Creo que eso lo hace más humano y más entrañable”.
Como Bobby es un recién llegado a Los Ángeles, Phil le pide a su ayudante, Vonnie (Kristen Stewart), que le enseñe la ciudad. Después de realizar con él un recorrido por las casas de estrellas de cine y de compartir sus experiencias y opiniones sobre Hollywood, Bobby se queda prendado de inmediato. “Vonnie es una chica ambiciosa y fresca, que es perfectamente consciente de la naturaleza superficial del negocio en el que trabaja”, aporta Stewart. “Es divertido y emocionante, pero también ve una cierta vacuidad y eso le da un encanto”. Eisenberg agrega: “Creo que ambos personajes se sienten constantemente atraídos a la vez que intentan resistir el encanto del lado más deslumbrante de la ciudad del entretenimiento. Pero Vonnie ofrece un antídoto maravilloso para Bobby. Es cínica, graciosa y parece tener una perspectiva del mundo real”. Por desgracia, Vonnie tiene novio, así que Bobby tendrá que conformarse con su amistad.
Mientras se encuentra en Los Ángeles, Bobby se hace amigo de otros dos neoyorquinos, Rad Taylor (Parker Posey), una vivaz mujer dueña de una agencia de modelos, y su acaudalado marido productor Steve (Paul Schneider). Steve invita a Bobby a su casa a ver una de sus películas, y Bobby tiene ocasión de experimentar por primera vez lo que podría depararle su vida en Hollywood.
Cuando el novio de Vonnie rompe repentinamente con ella, Bobby aprovecha la oportunidad para cortejarla, y al final ella acaba por corresponderle. Cuando empieza a ascender en la agencia de Phil, llega a la conclusión de que Los Ángeles no es para él. Le pide a Vonnie que se case con él y vuelva a Nueva York para llevar una vida bohemia en Greenwich Village. Vonnie parece a punto de aceptar cuando reaparece su ex novio. Aunque quiere a Bobby, se decide sin embargo por su ex novio, y deja a Bobby desconsolado.
A su regreso a Nueva York, Bobby empieza a trabajar para su hermano mayor, Ben, que se ha hecho cargo de un club nocturno llamado “Club Hangover”. Bobby demuestra rápidamente ser astuto y tener mucha mano izquierda, con una facilidad natural para manejar a la gente y excelente instinto para atraer al club a los miembros más destacados de la Café Society. Rad lo convence para que reforme el club y le cambie el nombre por uno que suena más chic, “Les Tropiques”. El lugar no tarda en estar atestado de miembros de la alta sociedad, famosos, políticos y playboys, entre los que Bobby se mueve como pez en el agua, como el encantador anfitrión de una fiesta que nunca se acaba.
Una noche, Rad le presenta a Bobby a Veronica (Blake Lively), una mujer de la alta sociedad cuyo marido acaba de abandonarla por su mejor amiga. “Veronica está claramente dolida y un poco herida por lo sucedido, pero aún no está hastiada del mundo”, explica Lively. “Posee cierta pureza que resulta reconfortante, en cuanto a cómo se entera de la ascendencia de Bobby y la afronta con curiosidad, sin prejuicios. Veronica posee una amplitud de miras que derriba todas las barreras sociales y políticas que predominaban por aquel entonces”. El encanto y la confianza de Bobby no tardan en conquistar a Veronica y, después de un idilio breve pero intenso, ella le confiesa que está embarazada. Pese a que Bobby aún no ha acabado de superar lo de Vonnie, le propone matrimonio y se casan. “Veronica fue un personaje verdaderamente interesante de abordar, porque la película es una historia de amor, y estás deseando que todo les vaya bien a las dos personas implicadas en la misma”, asegura Lively. “Entonces aparece Veronica, y se supone que te tiene que caer bien, pero también quieres que la pareja original se vuelva a juntar. Estás de parte de ella, pero al mismo tiempo también estás de parte de ellos. Fue un buen personaje para interpretar, para que se entrometiera y complicara un poco las cosas”.
Entretanto, Evelyn y Leonard están teniendo dificultades con su vecino de al lado, un tipo arisco que se va volviendo cada vez más amenazador. Los suaves intentos de Leonard de resolver sus disputas de forma razonable parece que solo consiguen hacer más volátil la situación. Preocupada por la seguridad de Leonard, Evelyn le pide a Ben que hable con él, lo que más tarde lamentará.