Este miércoles, a las 22:50 horas, regresa a Cuatro un programa que, con nueve temporadas a sus espaldas, es uno de los formatos más recordados de la televisión española: ‘Callejeros’.
Producido en colaboración con Señor Mono; dirigido por uno de sus rostros históricos, Nacho Medina; y con un renovado equipo de reporteros conformado por el propio Medina, Fanny Boehm, Adolfo Zarandieta y Silvia Ruiz, con el apoyo de los operadores de cámara Álvaro y Roberto Sekunza, ‘Callejeros’ mantendrá en esta nueva etapa el espíritu y la personalidad que en sus orígenes propició momentos televisivos memorables y que puso el foco sobre personajes que dejaron su huella en los telespectadores.
‘Callejeros’ dijo adiós hace una década tras nueve años en antena, durante los cuales rostros como Jalis de la Serna, Alejandra Andrade o el propio Nacho Medina encabezaron el equipo de reporteros del programa. Las tres primeras temporadas del formato, que dio lugar a derivados como ‘Callejeros Viajeros’, fueron producidas por Mediapro, compañía a la que sucedió Molinos de Papel, creada por Carolina Cubillo, entonces directora del programa.
Cuando la actualidad es la vida que trascurre a la vuelta de la esquina
Fieles al inconfundible estilo de periodismo a pie de calle del programa, los reporteros de ‘Callejeros’ cruzarán el país cámara al hombro para buscar las sorprendentes historias que se viven en sus barrios y pueblos y dar voz a las personas que las protagonizan. Gente anónima y auténtica que tiene problemas que atender, conflictos que resolver y cuestiones que denunciar. En sus reportajes habrá risas, llantos, alegrías y lamentos. Emoción, tensión, disputas y reconciliaciones, como en la vida misma.
La realidad de barriadas con una gran tasa de paro y con mucho poso social y cultural; conflictos vecinales convertidos en grandes tragicomedias; los asombrosos estilos de vida de los ricos; personajes con habilidades extraordinarias; la nueva sexualidad de los jóvenes; la realidad de la conducción vial en nuestras carreteras; y la vida de las personas que trabajan mientras el resto de la población duerme serán algunas de las cuestiones que mostrará ‘Callejeros’ en sus nuevas entregas.
En su nueva etapa, el programa contará con la colaboración de un «callejero digital»: el publicista, creador de contenido y tiktoker Benja Serra, conocido en redes por sus posts titulados ‘Callejeros Benjeros’, en los que emula el estilo del programa de televisión para mostrar sus destinos turísticos favoritos, Benja creará un contenido semanal para redes con los mejores momentos del capítulo emitido en Cuatro, analizándolos y comentándolos con su particular sentido del humor.
‘Vecinos molestos’, en el primer programa
El drama de Zulema, que desde hace diez años se ve obligada a ducharse con un paraguas porque le cae por el techo del baño el agua de su vecino de arriba, con todo tipo de residuos, será una de las historias que ‘Callejeros’ contará en un programa con el que miles de españoles se sentirán identificados: ‘Vecinos molestos’.
En Veiga de Nostre, una aldea gallega de apenas 15 habitantes, David vive atemorizado porque los conflictos con su vecino han ido aumentando año tras año hasta convertir la situación en insostenible.
En Granada, Paco sufre las andanzas del apodado ‘Spiderman de Maracena’, un vecino que a menudo trepa por el patio y entra a su casa por las ventanas de las viviendas contiguas. Vive rodeado de basura y al abrir la puerta para atender al reportero del programa, el hedor es insoportable.
En Fornelos de Montes (Pontevedra), un guardia civil recibió una patada en los testículos cuando intercedió en una pelea entre una señora y un vecino. La mujer está acusada de presuntamente quemar el coche de otro individuo y de pegar a un anciano al que le hizo volar la dentadura mientras leía el periódico.
‘Callejeros’ mostrará también la llamada «azotea del terror», en Madrid, donde una vecina cría ratas y prende hogueras cuando tiene frío. Tiempo atrás, tras una discusión sobre fútbol, esta mujer le hirió en el cuello a un vecino y estuvo a punto de morir desangrado.