Manuel Campo Vidal ha realizado hoy un acertado análisis de la situación de la televisión en España durante el Foro de la Nueva Comunicación, no podía esperarse menos del presidente de la Academia de Televisión. Ante sentencias como «estamos en una situación de incertidumbre y complejidad sin precedentes» o «los periodistas de la televisión son los segundos con mayor tasa de desempleo», Campo Vidal ha tendido la mano al Gobierno para sentar las bases de una industria que necesita un «pacto de salida» para estabilizarse y ha asegurado que «nos recuperaremos, sin duda».
Inevitable la referencia al drama griego con el cierre inmediato y repentino de su televisión pública en el inicio de su conferencia, pero más inevitable aún ha sido mencionar la temida sentencia que Bruselas está a punto de emitir sobre el modelo de financiación de RTVE. Según Campo Vidal, están en juego 250 millones de euros anuales. En su día, la Academia lamentó la decisión del Gobierno de Rodríguez Zapatero de suprimir de manera inmediata y total la publicidad de TVE y ha señalado que, por lo general, las televisiones públicas estatales de Europa se financian en un 60 por ciento por el canon del ciudadano, en un 30 por ciento por la publicidad y en un 10 por ciento por aportación directa del gobierno.
La televisión pública autonómica tampoco se salva de la lista de incertidumbres que vive el sector en estos momentos. Campo Vidal aboga por una reestructuración y una redimensión de los entes públicos, ajustados en número de trabajadores y en programación innovadora, «sobran contenidos tradicionales», ha señalado. «El compromiso de estas televisiones autonómicas públicas es con el espectador, no con el gobierno de turno».
La sentencia del Tribunal Supremo que revoca varias licencias de TDT en abierto también está ahogando el sector. El presidente de la Academia de Televisión ha declarado que «lo deseable es no alterar el mapa actual de la televisión», pero ha reconocido que no se puede tratar por igual a licenciatarios y a empresas que alquilan la frecuencia. En este punto, ha denunciado que las compañías extranjeras que cuentan con un canal en abierto a través de la TDT en España no tienen obligación por ley de emitir un número determinado de horas de producción propia, y Campo Vidal ha denunciado que no se les solicite un compromiso con la industria audiovisual del país. «Debe ser el único país del mundo donde sucede esto», ha señalado.
Por último, ha hecho referencia a la piratería como motivo para que no crezca la televisión de pago en España y ha hablado de la burbuja que provocó el denso mapa de licencias de TDT: miles de jóvenes decidieron cursar estudios audiovisuales creyendo que tendrían el trabajo asegurado y «la TDT creó un espejismo». «Nadie ha frenado a los, al menos, 52 centros universitarios de España en los que se pueden estudiar disciplinas audiovisuales. Cada año se licencian en este campo 2.800 jóvenes». Al mismo tiempo ha recordado que existen más de 10.000 periodistas en paro en España: los especializados en televisión son los segundos en la clasificación de desempleo. En este sentido ha recordado que la Academia de Televisión ha solicitado a las televisiones que dediquen un espacio de su parrilla a nuevos programas innovadores, dados a la experimentación por parte de nuevos profesionales. Ha anunciado que Atresmedia Televisión es la primera en acceder a esta iniciativa.
Campo Vidal ha tildado de acertadas las fusiones de operadores de televisión, ha reclamado el CEMA (Consejo Estatal de Medios Audiovisuales) así como un mejor sistema de medición de audiencias y no quiere nuevas leyes. Identificadas las incertidumbres, prefiere resolver «problema a problema».