En Canarias, un total de 70 proyectos audiovisuales de toda índole han sido ya cancelados o pospuestos a fechas sin determinar desde que comenzó esta alarma sanitaria del Covid-19, lo cual supone unas pérdidas ya confirmadas de más de 30.270.000 euros, según los datos que han sido recopilados por el Clúster Audiovisual de Canarias (CLAC).
Para el productor José Ángel Alayón, presidente del CLAC, “el impacto en el sector está siendo devastador: suspensión de todos los rodajes iniciados o que estaban a punto de realizarse, de festivales, de estrenos… Estamos en el mejor momento de la historia del sector audiovisual, y es muy frustrante ver cómo todo se para”.
Las cancelaciones más cuantiosas y de mayor envergadura afectan a la suspensión de una docena de rodajes de series de televisión de ficción y largometrajes internacionales que iban a tener lugar las próximas semanas en territorio canario.
En segundo lugar, las cancelaciones han afectado a más de 40 programas de TV de realidad, spots publicitarios, vídeos corporativos y videoclips. Esto provoca unas pérdidas importantes no solo entre las productoras de servicios a la producción (conocidas como services), sino también en las de alquiler de materiales, que han tenido que realizar grandes inversiones en equipamiento y tecnología, y que ahora permanece inutilizado.
Según el comunicado de el CLAC, hay que tener en cuenta las peculiaridades del sector audiovisual, ya que la mayoría de los rodajes tienen lugar en espacios públicos, calles, plazas, playas o espacios naturales donde ahora está prohibida la circulación. Además, el sector audiovisual genera un efecto dinamizador y multiplicador en otros sectores de la economía. Como afirma Alayón, “el sector audiovisual no es sólo el trabajo directo que crea, como los contratos a técnicos, artistas o equipos de rodaje, sino que también es un gran consumidor de servicios de otros sectores: transporte, alojamiento, catering y alimentación”.
En tercer lugar, se ha visto seriamente afectado el sector de eventos en directo vinculados al audiovisual, así como la distribución y las ventas de obras ya terminadas. Son muchos los festivales y mercados de cine cancelados a nivel internacional donde estaban seleccionados proyectos y películas canarias, como el Festival de cine en español de Málaga, el MIPTV de Cannes (principal mercado de TV de Europa), el Hot Docs Festival Internacional de Cine Documental de Canadá (el mayor festival de cine documental de Norteamérica), o, ya en las islas, el Festival Internacional de cine de Las Palmas de Gran Canaria y su foro MECAS (Mercado del cine casi hecho y por hacer).
Además, se ha producido el cierre de las salas de cine en todo el país, por lo que se ha suspendido el estreno comercial de largometrajes como ‘Blanco en blanco’ (El viaje films), primera película canaria estrenada y premiada en el Festival de Venecia que iba a llegar a las salas el viernes 20 de marzo, y que ahora se pospone. También el largometraje de ficción ‘La viajante’ (Digital 104 y Volcano films), cuyas primeras presentaciones iban a tener lugar en los festivales de Málaga y Las Palmas, y ahora sigue sin estrenarse, así como el documental ‘La gran aventura de Guarapo’ (Riverflow pictures). En todos los casos se habían realizado inversiones en publicidad, promoción, materiales, viajes, y copias que se han perdido.
Otro punto fundamental es la incidencia en proyectos en marcha, en desarrollo o preproducción, con subvenciones concedidas o que pretendían aplicar a foros de coproducción este año. Por ello, el sector pide a la administración pública prórrogas suficientes para poder rearmar y ejecutar los proyectos, además de medidas de estímulo, incentivos públicos y exenciones fiscales y de impuestos de todo tipo para las empresas del sector.
El CLAC, que es la principal organización del sector audiovisual de las islas con cerca de 50 empresas asociadas, señala que la situación es de gran incertidumbre en un sector pujante en la economía canaria y clave dentro de las industrias culturales nacionales. A día de hoy no sé sabe cuánto durará esta crisis, ni cuánto podrán soportar las empresas este parón con la inversiones ya realizadas. Se da la paradoja de que vivimos un momento de gran consumo audiovisual en streaming, pero se ha parado completamente la producción.
Para José Ángel Alayón, “la única forma de salir de esta crisis es estar unidos”. “Desde el CLAC, entendimos hace años que remar juntos iba a mejorar nuestro sector, que teníamos la obligación de hacer entender a la administración que podíamos ser una pata esencial de la economía de nuestras islas, y que es una de las mejores ideas para conseguir realmente esa diversificación industrial de la que siempre se ha hablado”, sostiene el presidente.
Para el también director de fotografía “ahora que todo se ha parado, el sector privado y el público tienen que seguir unidos y coordinados, y luchar con todas nuestras fuerzas para volver como mínimo a la situación en la que estábamos hace unas semanas”. Alayón recuerda que “después de la crisis financiera de 2008 el sector quedó fuertemente dañado” por lo que, concluye, “ahora tenemos que entender que uno de los sectores que nos va a ayudar a salir de esta crisis en la que ya estamos, es la industria audiovisual.”