Filmax ha cumplido 70 años. La compañía que comenzó como distribuidora de cine en los años 50 se ha transformado en la última década para ser también productora, exhibidora y agencia de ventas internacionales.
Con un equipo de unas 60 personas en su oficina de Barcelona, Filmax toca todos los palos del cine y alguno de la televisión, puesto que es responsable de series de ficción como ‘Pulseras rojas’, ‘Citas’ o ‘Todos mienten’.
Tan histórica efeméride fue celebrada el pasado domingo 24 de septiembre con una fiesta en la mítica discoteca Bataplán de Donosti, en el mercado del Festival de San Sebastián, y con la presencia de cientos de figuras de la industria, desde intérpretes a productores. No faltó Julio Fernández, quien tomó el control de Filmax en los años 80 y la convirtió en una empresa española relevante en la escena internacional.
Poco dado a figurar en público, Carlos Fernández, máximo responsable de la compañía desde 2010, concede una entrevista a Audiovisual451 en la que repasa los hitos de Filmax y sus deseos para que continúe manteniéndose en el tiempo.
Audiovisual451: Filmax era una empresa, una marca, que ya existía y tu hermano Julio la adquiere, ¿no es así?
«Sí, la marca fue constituida por la familia Talaravich en 1953, de ahí la celebración del 70 aniversario este año. La primera película que distribuye esta marca es ‘Moulin Rouge’ el clásico de 1952 de John Houston. Posteriormente, esta familia se une a los Balcázar, que eran productores, y después estuvo en manos de Manuel del Val, que, de hecho, fue responsable de ventas de cine de Filmax muchos años y es a él a quien mi hermano Julio le compra la marca. Estamos hablando de que la adquisición se produce en 1983.”
A451: Echas la vista atrás y con qué te quedas, Carlos.
C.F.: “Con algo muy básico: la vida es camino, es caminar. Nada más y nada menos. Creo que lo importante es estar. Cuando gestionas una marca como Filmax, que tiene tantos años, en el fondo miras para atrás y tienes un peso, una responsabilidad. Pienso en la persona que le dio el nombre a la empresa, Filmax, y le imagino como alguien con muchísima ambición, porque es Film y Max, es decir, el máximo del cine. Luego piensas que entre el máximo y el mínimo hay mucha relatividad, el audiovisual es un sector que cambia de una manera rápida cada día y, bueno, yo creo que lo que ha hecho Filmax en estos 70 años es adaptarse unas veces de una forma dolorosa y otras veces, quizás, de una forma más inteligente y anticipándose. Pero lo bonito es que ha estado de una manera constante en el mercado y que se ha ampliado más allá de la distribución, porque hoy en día somos también exhibidores, productores y agentes de ventas internacionales.
A451: ¿Y cómo es trabajar con la familia?
C.F.: “Las empresas familiares tienen ventajas y tienen también algunas dificultades. Yo he acompañado a mi hermano en el viaje de Filmax durante muchísimos años, si mal no recuerdo empecé a trabajar en Filmax hacia 1985. Desde entonces y hasta 2010, yo le ayudé a hacer su sueño, Julio tenía la última decisión en la empresa. Probablemente sin darme cuenta también estaba construyendo mi sueño, y ya desde 2010 me hago el máximo responsable de Filmax.
Filmax tiene socios públicos y eso te hace ser especialmente transparente. El hecho de ser una empresa familiar te permite tener una perspectiva de largo plazo, no somos esclavos de un business plan que tienes que cumplir sí o sí, obnviamente, tenemos un business plan pero podemos tomar deicsiones que en otrotipo de empresa no es posible. Para mi esto es una ventaja.
Dentro de esta visión de largo plazo, siento que Filmax continuará dentro de la familia Fernández, como sabes Laura, la hija de Julio, mi sobrina, ya es adjunta a la dirección.”
A451: Hay una cantidad de estrenos brutal todas las semanas. Y hay quien opina que menos es más. Filmax, además, estrena muchísimas películas españolas. ¿Qué responsabilidad sentís con el cine español?
C.F.: “Uno de los cambios grandes y de los que me siento más orgulloso es el haber pasado de ser una empresa que nos mirábamos mucho el ombligo. Piensa que comprábamos producto internacional para distribuir en España, y producíamos y distribuíamos nuestro producto en España e internacionalmente. Hemos dejado de mirarnos tanto a nosotros mismos y nos hemos convertido en una empresa muy abierta, vemos a nuestros compañeros de producción no como competidores sino como aliados. Yo, personalmente, me siento muy cómodo con este tipo de relación. Todo el equipo se siente así. Además, comprendemos lo que sufre un productor para hacer una película, entendemos que cuando llega el estreno el protagonista es del productor, de la película, no nuestro y defendemos mucho el producto de cualquier productor, sea nacional o internacional. Esta combinación de producción propia con producción ajena nos da una estabilidad. Diría que los productores también se sienten cómodos utilizando nuestra estructura para llegar al mercado.»
A451: ¿Con qué títulos te quedas en estas décadas de historia?
C.F.: “Si tuviera que elegir un título de nuestra historia, evidentemente el éxito y la referencia internacional es la saga ‘REC’, pero para mí la película que impulsó nuestra trayectoria ha sido ‘Los sin nombre’ (1999), esta película nos trajo a Jaume Balagueró, después vino Paco Plaza, ‘Los sin nombre’ ganó muchos premios y nos permitió desarrollar la línea de Fantastic Factory, un hito dentro de Filmax y una reafirmación de nuestra internacionalización. En definitiva, la saga ‘REC’ no hubiera existido sin ‘Los sin nombre’, es una consecuencia.”
A451: La animación también ha sido relevante para Filmax con largometrajes como ‘Nocturna’, ‘Copito de nieve’… ahora sois coproductores de un proyecto muy ambicioso como es ‘Superthings’.
C.F.: “No hemos dejado nunca de trabajar en proyectos de animación. ‘La gallina Turuleca’ ha sido el regreso oficial, ahora somos coproductores también del largoemtraje ‘La luz de Aisha’ y de ‘Superthings’, con Tandem Films y Turanga Films, se trata de un proyecto global de largometraje y serie de animación, un desarrollo poco frecuente en España. Además, tenemos de aliado a una compañía de juguetes y estamos haciendo un viaje muy bueno. Como te imaginas, tenemos otros desarrollos de animación entre manos. La diferencia con antaño es apostar mucho por el desarrollo y buscar después un estudio de animación que lo haga realidad, en lugar de montar nuestro propio estudio como en el pasado.”
A451: ¿Cuánto duelen esos proyectos que se desarrollan y nunca se producen?
C.F.: “Honestamente, creo que es muy difícil dejar un proyecto, pero es la mejor decisión que puedes tomar cuando el mercado te envía suficientes señales para que no se haga. Nuestro negocio se basa en la prueba y error y es necesario tener muchos proyectos en desarrollo, sabiendo que no todos irán adelante. En ocasiones es una cuestión de tiempo, es decir, puedes anticiparte presentando una idea y más tarde sí puede haber llegado el momento. La realidad es que se ahorra mucho dejando un proyecto a tiempo. Lo peor que puede pasar es que llegues a un momento de desarrollo que hayas metido tanto dinero y esfuerzo que ya no puedas parar. Entonces vas a sufrir y vas a pasar muchas noches sin dormir.”
A451: ¿Es un buen momento para ser productor?
C.F.: “No es peor que otros. Esto lo digo desde que yo puedo ser considerado productor en la medida en que ayudo a que los proyectos se hagan. En Filmax, nos gusta impulsar el talento en el que creemos, pensamos mucho en el mercado, lo que hacemos es juntar las piezas, crear el ecosistema, intentar hacer que los proyectos se hagan realidad.”
A451: ¿Qué te gusta más, la distribución o la producción?
C.F.: “Filmax tiene un ADN comercial, empezamos como como distribuidora y no hemos sido capaces de separar mentalmente el negocio de producción de la distribución. Con cada proyecto tenemos que visualizar cómo vamos a recuperar la inversión, por eso, me costaría mucho entender la producción sin la distribución.”
A451: O sea, que para ti el estreno en salas de cine es imprescindible.
C.F.: “Veamos, soy muy realista, el mundo está cambiando y yo creo que en no mucho tiempo maduraremos todos y veremos que hay productos que pueden ir a salas y otros que igual tienen que verse muy bien en otro tipo de pantallas. Hay muchos estrenos y la concepción de si una película funciona o no es relativa. Quizá tengamos que reflexionar sobre qué proyectos son susceptibles de estrenarse en salas y promocionarse bien y sobre cuáles tendrán que verse en otro tipo de pantallas. El mercado irá avanzando en torno a esto y ¡viva el cine!”
A451: ¿Cómo crees que te ve el equipo de Filmax?
C.F.: “Quiero que me vean como yo quiero ser, una persona fiable, que se puede hablar con ella, que en lo posible el dicho y el hecho estén cerca, una persona cercana. Sinceramente, creo que es mi perfil y si no es, me gustaría que fuera así.”
A451: Con esta concentración de empresas que tenemos en el sector audiovisual, ¿se ha planteado alguna vez la venta de Filmax a un gran grupo?
C.F.: “Tengo una pequeña participación como accionista de Filmax, pero no me siento accionista, me siento gestor. En el pasado, sí abrimos la opción de la venta pero actualmente el tema no está encima de la mesa. Para mi el trabajo es un camino de largo recorrido, el valor de una empresa como Filmax es el equipo que la compone, los proyectos en desarrollo, creo que después de 70 años hemos demostrado que podemos gestionar los momentos malos y los buenos. Ojalá si en un futuro tenemos nuevos compañeros o accionistas sean para aportar valor.”
A451: ¿Cómo crees que serán los próximos 70 años de Filmax?
C.F.: “Eso quién lo sabe… Siempre digo que una compañía independiente no marca el futuro. Nuestra obligación es leer bien el mercado y, posiblemente, intentar evitar los fracasos porque así encontrarás los éxitos. Tengo muchas metas, cada proyecto es una meta y siempre tenemos el objetivo de llevarlo al mejor destino posible. Eso nos llevará lejos.
Sueño con que mis hijos estén orgullosos de mi gestión de Filmax.”