José Luis Farias es director y creador del Mercado Internacional de Animación, Videojuegos y New Media 3D Wire que desde 2009 se desarrolla en la ciudad de Segovia. 3D Wire mantiene desde hace años un acuerdo de colaboración con la asociación Cartoon. Dicho convenio ha ido desarrollándose paulatinamente y este año ha dado como resultado que un total de 7 empresas de videojuegos españolas acudieran a Lyon de la mano de 3D Wire, con motivo de la segunda edición de Cartoon Games.
Las compañías desarrolladoras españolas presentes este año en la jornada dedicada a los videojuegos que se celebró en el seno del foro de coproducción de largometrajes de animación Cartoon Movie fueron: Abylight, Evil Mind Entertainment, immersive interactive, Moonbite Games, Osom Videogames, Super Awesome Hyper Dimensional Mega Team y Unkasoft Advergaming. Todas ellas acudieron con varios proyectos de videojuego, potenciales marcas multimedia en búsqueda de inversores o partners. “Ha sido complicado elegir las empresas que han participado en Cartoon Games porque en España hay muchas y muy buenas. Hemos tratado de buscar perfiles que se adecuasen a las características de Cartoon Games, que se adaptasen mejor a la filosofía de Cartoon, que trata de buscar sinergias entre animación y videojuegos”, explica Farias.
En total participaron en la segunda edición de Cartoon Games 47 compañías de videojuegos procedentes de 5 países que tuvieron la oportunidad de reunirse con 50 productores de animación. “Sólo enfoques complementarios a estos dos sectores permitirán penetrar en ambos mercados y este es el objetivo de Cartoon Games”, aseguró el director de Cartoon, Marc Vandeweyer.
El resultado para la delegación española no puede ser más satisfactorio como queda demostrado por el gran interés que han suscitado las empresas españolas tanto para productores de animación como para otros desarrolladores de videojuegos europeos. “La verdad es que estamos muy contentos y esperamos que la colaboración con Cartoon continúe. La creatividad en España está muy por encima de la media y a esto hay que unir que en nuestro país somos capaces de hacer videojuegos de gran calidad con equipos reducidos y presupuestos no muy elevados”, comenta el director de 3D Wire.
También los desarrolladores de videojuegos españoles han alabado la relevancia de la experiencia de Lyon: “He estado comprobando el grado de satisfacción de las empresas españolas de videojuegos que han viajado a Lyon y es muy alto. Se debe fundamentalmente a que Cartoon Games se aleja del tradicional mercado de videojuegos, abre puertas y posibilidades a otros sectores como el de la animación y permite potenciar las IP, la propiedad intelectual”, apunta Farias.
Como es lógico las empresas francesas fueron mayoría en Cartoon Games, pero España fue el segundo país por número de compñáis participantes en la jornada de videojuegos. “Una vez que las empresas españolas han entendido el concepto de Cartoon Games han decidido apostar por este foro”, aclara Farias. En el caso de los productores de animación el objetivo era generar una propiedad intelectual potente, un universo alrededor de un producto. Sin embargo, el cine de animación es también un producto apetecible para los desarrolladores de videojuegos.
Un buen ejemplo es la empresa finlandesa Rovio que a través de su videojuego ‘Angry birds’ ha generado todo tipo de productos y ahora está desarrollando una serie de animación y un largometraje. La otra posibilidad es el recorrido inverso, es decir, series o películas animadas potentes que después buscan tener su propio videojuego. “Lo que está ocurriendo actualmente, tanto en el mundo de los videojuegos como en el de la animación, es que en un estadio temprano se está planteando el generar productos 360 o transmedia porque la rentabilidad que se puede sacar es mucho mayor. Sí que es verdad que las empresas de animación son las que tienen más interés en contactar con las empresas de videojuegos”, manifiesta Farias.
En España videojuegos y animación han caminado por caminos diferentes aunque cercanos. Durante mucho tiempo ambos mundos no han tenido a penas relación y ahora esta situación empieza a cambiar: “Ahora videojuegos y producción de animación están estrechando lazos y generando sinergias, que es un poco también el concepto que tenemos en 3D Wire. Al final hay tantas formas de llevar a cabo esta colaboración como productos hay en el mercado actualmente”, reconoce el director del Mercado Internacional de Animación, Videojuegos y New Media que se celebra cada año en Segovia.
Pero lo que sí ha existido históricamente entre el mundo de los videojuegos y la animación es el tránsito de profesionales de un sector a otro, “alguien que hace diseño de personajes de animación lo puede hacer para videojuegos y muchos animadores de 3D están a caballo entre un mundo y otro. Es decir, la mano de obra de ambos sectores está acostumbrada a pasar de un mundo a otro, los que no están tan acostumbrados a convivir entre estos dos mundos son los empresarios de la animación de largometrajes y los de videojuegos, aunque tienen que hacerlo cada vez más, existen muchas cosas en común pero los modelos de negocio eran muy distintos, aunque eso también está cambiando”, comenta Farias.
Para el máximo responsable de 3DWire, se trata de dos mundos cercanos pero que en definitiva no son lo mismo, ya que las series están ligadas a las televisiones y los largometrajes a las de las salas de cine, mientras que los videojuegos están ligados a otras ventanas de explotación diferentes como son los ‘stores’ o las consolas… “Hay que intentar unir aún más estos dos mundos. Hace falta un trabajo de concienciación para que los productores de animación tengan claro que si generan un producto pensando desde un principio en su adaptación a las diferentes ventanas de explotación su rentabilidad será siempre más sencilla y mejor”, concluye José Luis Farias.
Organizado por la asociación Cartoon en colaboración con el cluster francés Imaginove, Cartoon Games se celebró durante toda la jornada del pasado miércoles 6 de marzo. La iniciativa dio lugar a aproximadamente 700 reuniones de 15 minutos entre desarrolladores de videojuegos y productores de animación, de manera que cada empresa podía elegir hasta 14 representantes del otro sector. Además, por primera vez acudieron a Lyon agentes del libro digital.