Plano a Plano ultima la grabación de ‘Toy Boy’, nueva serie en clave de thriller que estrenará Antena 3, previsiblemente, el próximo otoño. La última idea original de César Benítez, con guion de Juan Carlos Cueto y Rocío Martínez, pasará después a Netflix, plataforma para la que la productora española produce ‘Valeria’, la adaptación de las novelas de Elísabet Benavent.
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En paralelo, Plano a Plano continúa la producción de ‘Desaparecidos’, nueva serie dramática para Telecinco, y de ‘Servir y proteger’, exitosa serie diaria de La 1. Audiovisual451 ha acompañado a Atresmedia a Málaga para visitar el rodaje de ‘Toy Boy’ y ha repasado con César Benítez los proyectos que Plano a Plano está desarrollando, tanto de cine como de televisión.
A451: ¿Cómo avanza el que puede ser el primer largometraje cinematográfico de Plano a Plano, ‘En la oscuridad’? Es la adaptación de la novela de Antonio Pampliega.
César Benítez: «Tirso Calero sigue escribiendo el guión de ‘En la oscuridad’, estamos ya en la tercera versión. Como ya comenté se trata de un proyecto complicado en cuanto a la historia que cuenta porque está muy centrado en los sentimientos de Antonio Pampliega durante su secuestro por Al Qaeda en Siria. Tenemos que crear escenas que sean capaces de transmitir al espectador los sentimientos que tuvo. Diría que en un par de meses tendremos ya listo el guión para empezar a moverlo con la vista puesta para rodar en 2020. En el cine, a diferencia de la televisión, uno puede manejar los tiempos. Además para mí el cine es un hobby y me voy a tomar el tiempo que sea necesario para sacar adelante esta película y otra que estoy preparando, sin mayores presiones.»
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A451: Sin embargo, la financiación en el cine no está nada fácil…
C.B.: «Hace 46 años que empecé a trabajar en el audiovisual y el productor siempre vive con miedo. Hoy en día se consume más contenido que nunca, en todo el mundo, quedémonos con eso, que es lo positivo. A partir de ahí estoy seguro de que se encontrarán las formas de financiación, en el audiovisual está pasando igual que en múltiples sectores, que Internet está revolucionando todo, y no podemos estancarnos. La financiación no me preocupa, me preocupa que llegue el día en que la gente deje de consumir ficción, por ejemplo.»
A451: ¿Te imaginas que a la gente le da ahora por leer?
C.B.: «Sería fantástico, pero no me lo imagino (risas). Cuando veo a los jóvenes que se incorporan a la industria o a los estudiantes me doy cuenta de que no leen, tienen una gran cultura audiovisual porque ven muchísimo cine y muchísimas series pero el consejo que yo le daría a estas personas jóvenes que están empezando es que lean mucho y que vivan, de ahí es donde se pueden sacar experiencias que después se pueden convertir en historias de ficción. Si solamente nos dedicamos a ver cine y series y a producir cine y series seguramente terminemos haciendo una copia de una copia de una copia. La obligación de los productores y de todos los que nos dedicamos al audiovisual es crear una tendencia y no seguirla.
Otra cosa que detecto en el consumo actual de ficción es que la serie es cada vez son más cortas, tanto la duración de los capítulos como el número de episodios por temporada, porque el espectador no tiene paciencia. Realmente pasa lo mismo con un programa informativo y lo que pasa es que no se da tiempo a la reflexión, tienes la sensación de estar muy informado porque tienes muchos titulares en la cabeza pero no se va más allá. Creo que en cierta manera vivimos en una irrealidad y contra esto necesitamos lectura, reflexión.»
A451: ¿Qué puedes contarnos sobre ese otro proyecto de largometraje que tenéis en Plano a Plano?
C.B.: «Hemos estado recientemente en Kazajistán porque queremos contar una historia que implica al país y estoy seguro de que voy a conseguir coproducirla. Después de la Segunda Guerra Mundial se crearon varios campos de trabajo en Kazajistán y allí fueron a parar muchos españoles que lucharon contra los nazis y contra Stalin. En esos campos de trabajo, con un clima extremo, se juntaron personas de diferentes países que hasta días antes estaban luchando unos contra otros, con un supuesto odio que iba a durar para siempre. Pues bien estas personas se encontraron con que tenían que convivir y de pronto se dieron cuenta de que tenían muchas más cosas que les unían de las que les separaban. Esto sigue siendo así, a pesar de que los políticos sigan empeñándose en destacar las cosas que nos separan, por ejemplo, si oyes hablar a los políticos parece que hay dos Españas claramente diferenciadas y yo cuando voy por la calle no lo siento así.
Creo que esta película va a abordar un tema universal y de plena actualidad.»
A451: Estáis afrontando las últimas semanas de grabación de ‘Toy Boy’ en Málaga. ¿La venta a Netflix desde un estado tan inicial de la producción os ha permitido aumentar el presupuesto?
C.B.: «El equipo de ficción de Atresmedia veía claramente el proyecto de ‘Toy Boy’. Para poder hacer la serie que queríamos necesitábamos un presupuesto seguramente más ambicioso de lo normal y la entrada de Netflix nos lo ha permitido.»
A451: ¿Qué impacto crees que tendrá la sede de Netflix en España?
C.B.: «Creo que el centro de producción de Netflix en Madrid es una buena noticia porque se va a traducir en trabajo para muchas personas. Sin embargo, como ya he dicho en otras ocasiones, no podemos olvidar el papel de las televisiones en la industria de la ficción española. Hasta hace poco yo he trabajado únicamente con estos operadores y me he sentido muy cómodo, he tenido total libertad, siento que estoy trabajando con compañeros de profesión.»
A451: Con toda la demanda global de contenido, ¿sentís cierta presión por crear series más internacionales?
C.B.: «En Plano a Plano no estamos pensando en hacer series más internacionales. Te pongo un ejemplo: ‘La verdad’ es una serie que producimos para Telecinco y se ha vendido a 130 países. Nuestra forma de trabajar es, sencillamente, conseguir una buena serie y si funciona damos por hecho que se verá en más territorios.»
A451: Hace unas semanas anunciasteis un thriller político que tenéis en preparación, con tramas de corrupción, tratos de favor, financiación ilegal, escuchas y operaciones secretas. De los múltiples proyectos que tenéis en cartera, ¿éste sería el próximo, el más cercano a hacerse realidad?
C.B.: «Este thriller político que estamos preparando es una serie muy atrevida. Fran Carballal y Ana Romero, los guionistas, están recopilando muchísimos datos de diferentes periodistas que han seguido casos de corrupción en la política española, y aunque la serie será ficción, estoy seguro de que más de uno se va a reconocer en los personajes y las tramas. Voy a intentar con todas mis fuerzas que esta serie salga adelante y que algún operador quiera hacerla.»
A451: Una de tus reivindicaciones, y la de muchos productores, es conservar la IP de la serie, que habitualmente se queda en manos de la televisión en abierto que la adquiere inicialmente. El modelo de negocio está empezando a cambiar, ¿para cuándo lo conseguirás tú?
C.B.: «Creo que pronto. Tal y como está el mercado, el modelo de producción está por definir. Como productor siempre he asumido riesgos, he hipotecado mi casa muchísimas veces y he estado al borde del precipicio otras tantas, así que estoy totalmente a favor de asumir parte de la financiación de una serie y correr ese riesgo, de hecho, lo estamos intentando. Creo que cada vez estamos más cerca de armar una financiación vendiendo primero los derechos a un canal de televisión, ir a preventas y amortizar los derechos durante x años, como titular de esos derechos. Todos los cambios son traumáticos pero los productores tenemos que trabajar para mentalizar a nuestros principal cliente, que es la televisión en abierto.»