‘Ben-Hur’ es la épica historia de Judah Ben-Hur (Jack Huston), un príncipe que es falsamente acusado de traición por su hermano de adopción Messala (Toby Kebbell), un oficial del ejército romano. Despojado de su título, separado de su familia y de la mujer que ama (Nazanin Boniadi), Judah se ve sometido a esclavitud. Tras pasar años en galeras, Judah vuelve a su tierra natal en busca de venganza, aunque lo que acaba encontrando es redención. Basada en la novela clásica de Lew Wallace ‘Ben-Hur: Una historia de los tiempos de Cristo’. Paramount Pictures estrenará en septiembre de 2016 este remake de la famosa película de 1959.
La escena culminante de la película, la carrera de cuadrigas mortal de Ben-Hur contra Messala, fue rodada durante 32 días en los estudios Cinecittà de Roma. Desde el primer momento se tomó la decisión de rodar la mayor parte de la carrera de cuadrigas con cámara, lo que impuso la necesidad de que Jack Huston y Tobby Kebbell recibiesen doce semanas de formación intensiva para conducir una cuadriga. Aunque los dos tenían experiencia como jinetes, para dirigir un tiro con cuatro caballos en una carrera de cuadrigas hacía falta un conjunto de habilidades completamente nuevas.
“He crecido entre caballos”, dice Jack Huston. “Me siento cómodo y confiado cuando estoy rodeado de caballos, pero la cosa cambia por completo cuando hay que controlar a cuatro caballos simultáneamente. Resulta difícil de creer la inmensa fuerza que tienen. Las ruedas de la cuadriga no giran al doblar una esquina, se deslizan derrapando sobre la arena. Es uno de los subidones de adrenalina más emocionantes que he tenido en toda mi vida.”
“Las carreras de cuadrigas eran todo un deporte extremo en su época; aunque nos inspiremos en la NASCAR y en la Fórmula 1, conducir una cuadriga con cuatro caballos es mucho más peligroso”. Bekmambetov confiesa, “Tuve la oportunidad de tratar de conducir una en el plató, y, si te digo la verdad, pasé mucho miedo… ya puedes olvidarte de la comodidad, de la suspensión o de los airbags… el conductor está muy cerca del suelo, y el único medio de hacer maniobrar la cuadriga consiste en utilizar el peso del cuerpo, balanceándose en la plataforma. Sin el increíble Steve Dent, nuestro maestro de equitación y coordinador de escenas de acción, y sin Phil Neilson, el director de nuestra segunda unidad, nada de esto habría sido posible.
“Cuando tomas la salida, hay otros siete tiros con 28 caballos que arrancan a la desesperada a la vez que tú”, continúa Huston. “Tienes que interpretar para la cámara, pero a la vez, tienes que estar pendiente de la acción. Es como conducir un coche de carreras y actuar al mismo tiempo”.
“La preparación me resultó fascinante”, dice Kebbell. “Comenzamos con un caballo y un carro, después pasamos a dos que tiraban de una cuadriga y después a cuatro. Había una gran curva de aprendizaje. Lo que me desconcertó al principio fue que, por muchas flexiones de brazos o dominadas que hiciera, lo que tenía que reforzar eran los dedos. Es necesario que los dedos puedan dividir tu fuerza entre cuatro caballos para poder controlarlos.
“Supongo que al principio Jack y Toby pensaron ‘¿Será muy difícil?’“, especula Henderson, “pero mantener cuatro caballos bajo control es una tarea increíblemente física. Se te pueden escapar en cualquier momento, así que tienes que estar siempre al tanto, controlando la situación. No solo es por tu seguridad, sino por la seguridad de todos los que te rodean.”
“Conducir una cuadriga a 60 kilómetros por hora puede no sonar demasiado rápido, pero intenta ir en moto a 60 kilómetros por hora con la visera levantada, y ya verás la sensación de velocidad que se tiene”, dice Kebbell con una sonrisa. “Doblar la curva con el sol en los ojos y el polvo golpeándote en el rostro es una sensación increíble”.
“Tenemos unas tomas impresionantes de Jack y Toby conduciendo las cuadrigas a galope tendido”, dice el maestro de doma Pete White. “Se ve claramente que son ellos, codo con codo en la pista.”
Aunque no se han escatimado esfuerzos para usar efectos reales, algunas de las tomas más peligrosas se han creado digitalmente, por la seguridad de los caballos y de los equipos de especialistas de acción. En el ‘Ben-Hur’ de 1959 se utilizó la técnica, prohibida a estas alturas, de hacer que los caballos tropezasen sobre un cable oculto, lo que generó el infame resultado de que docenas de caballos sufriesen heridas por accidente, o muriesen. La realidad virtual integrada hace posible que caballos digitales choquen y caigan, sin que ningún animal real sufra el peligro de lesionarse.
“Tenemos caballos que corren entre la multitud, o que caen, gracias a la realidad virtual y las imágenes generadas por ordenador”, dice el director de la segunda unidad, Phil Neilson. “En su mayor parte, no obstante, rodamos la carrera a alta velocidad, con los actores en medio del fragor. Queríamos que el público estuviese en las cuadrigas, con Judah y Messala.”
“No había ningún margen para la improvisación”, continúa Neilson. “De forma esporádica surgía alguna imagen espectacular que no se esperaba, por el mero hecho de tener ocho cuadrigas en la pista, haciendo lo que estaban haciendo, pero todos los giros y todos los movimientos estaban coreografiados, por la seguridad de todos los participantes.”
“El equipo de especialistas de acción y los aurigas eran los mejores de sus especialidades”, continúa Neilson. “Pero incluso los aurigas expertos estaban trabajando con carros mucho más pequeños que los que acostumbran a usar. Era como si estuviesen en medio de la acción con un patinete. Fue una carrera bastante salvaje.”