En cualquier foro de coproducción internacional en los que se hable sobre los países con una mejor fiscalidad para la producción cinematográfica siempre se nombra a Colombia como uno de los lugares a tener en cuenta, junto a otros del entorno latinoamericano como Brasil o Chile. Estos días, con motivo de la celebración de la primera edición del foro de coproducción Ventanta del Cine Madrileño, se encuentra en Madrid una delegación del cine colombiano para dar a conocer las ventajas que ofrece el país latinoamericano en la producción audiovisual.
La delegación colombiana esta encabezada por Claudia Triana, directora de Proimagenes Colombia, que ha explicado los beneficios fiscales y los dos fondos específicos para el cine que gestiona la entidad que dirige. En unos pocos años, Colombia ha pasado de estrenar apenas un par de títulos al año a lanzar 28 películas en 2014 y este crecimiento se debe a la voluntad política de impulsar el cine nacional. En el año 1999 Colombia logró armonizar toda la normativa audiovisual e implicar a toda la cadena de valor del cine sin desvincularse de Cultura. Ya en 2003 las autoridades colombianas redactaron una Ley de Cine propia, en la que se instrumentaban dos herramientas de apoyo básicas, por un lado un fondo de desarrollo dotado con unos cinco millones de dólares, junto a unos suculentos incentivos fiscales para empresas ajenas al audiovisual, de modo que pudieran deducirse hasta el 165 por ciento de los estímulos y que al final redujeran su impuesto de la renta un 41 por ciento. Cabe señalar que en el periodo 2006-2012 el 61 por ciento de las coproducciones internacionales colombianas fueron realizadas con España.
Ya en 2012, el cine colombiano sumó a estas medidas una nueva Ley con el fin de gravar a la propia industria (productores, distribuidores y exhibidores) con un impuesto sobre los ingresos directos procedentes de las salas de cine, dinero que va directamente a un fondo para el apoyo a la producción, guiones, animación y documentales, «esto significa, por ejemplo, que cuantos más ‘Planetas de los Simios’ de éxito haya mejor para el cine colombiano», aseguró Triana. También existen en Colombia unas ayudas automáticas destinas a aquellas películas colombianas seleccionadas en festivales.
En la actualidad, Colombia cuenta con 46 millones de habitantes y en 2014 acudieron a las salas de cine 48 millones de espectadores y dispone de un millar de salas de cine digitalizadas, en todo su territorio. Anualmente se estrenan en Colombia unas 245 películas de todo tipo y nacionalidad, de las cuales 28 fueron colombianas en 2014, que consiguieron una cuota de mercado del 5 por ciento, frente a casi el 12 por ciento del año 2007. Este descenso de la cuota de mercado del cine colombiano se debe a las dificultades de distribución que encuentran los títulos nacionales que son levantados muy pronto de la cartelera, ante el empuje de los títulos norteamericanos.
En Ventana del Cine Madrileño también participa este año Suecia y para presentar las medidas de financiación del cine sueco ha estado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Ingrid Rudefors, de la Stockholm Film Commission y Sweden Film Commission, que ha indicado que «Suecia es un país de contrastes» y que actualmente cuenta con varios fondos regionales de apoyo al cine que suman alrededor de 5 millones de euros. Una de las particularidades de Suecia es que en verano los profesionales pueden disfrutar de más de 17 horas de luz, lo que es toda una ventaja para los rodajes en exteriores. En la actualidad, Suecia carece de incentivos fiscales para la producción cinematográfica, pero probablemente en el año 2016 cuenten con desgravaciones en torno al 20 por ciento.
Para comprobar las bondades de estos dos territorios cinematográficos, la organización de Ventana del Cine Madrileño han celebrado una mesa redonda en la que se han analizado tres casos de estudio de coproducciones con Colombia y Suecia. Los filmes analizados han sido el documental ‘Espejito, espejito’, dirigida por Manuel García Serrano y producido por Tus Ojos (España), Take 2000 (Portugal), Yo Reinaré Producciones (Colombia); la película de Chema Rodríguez ‘Anochece en la India’, una coproducción entre Producciones Sin Un Duro (España), Jaleo Films (España), Strada Film (Rumanía), Atmo (Suecia), Canal Sur (España) y Film i Väst (Suecia), y ‘La cara oculta’, de Adni Baiz, producida por Cactus Flower Producciones (España), Avalon Productora Cinematográfica (España),
Bunker Producciones (Colombia) en asociación con Dynamo Producciones (Colombia) y Fox International Productions (Estados Unidos).
El director y productor de ‘Espejito, espejito’, Manuel García Serrano calificó su experiencia de producción en Colombia como fantástica, donde todas las dificultades se solventaban de una forma mucho más sencilla que en España. García Serrano además alabó la calidad de los técnicos cinematográficos colombianos. Por su parte, Chema Rodríguez contó que en su caso se convirtió en productor por obligación y que aunque todavía no sabe muy bien como se arma técnicamente una coproducción ahora tiene muy claro que es una alternativa clave, tal y como ocurrió con ‘Anochece en la India’, que de ser algo marginal la coproducción se convirtió en fundamental para poder acabar la película.
Por su parte, María Zamora, de Avalon, se centro en la producción ‘La cara oculta’, un proyecto que fue cambiando a raíz del interés de las productoras colombianas pero sin abandonar el alma española. Zamora explicó que la película consiguió un gran impulso, además, con la entrada de Fox. En España, la película recaudó cerca de 2,5 millones de euros y fue vista por unos 400.000 espectadores, mientras que en Colombia alcanzó las 600.000 entradas vendidas. El éxito en todo el mundo es tal que ya se ha rodado un remake en la India y también se han comprado los derechos para realizar otras versiones en Estados Unidos y algún país asiático.
