Desde el inicio, los ejecutivos de DreamWorks Animation vieron en ‘Cómo entrenar a tu dragón’ una potencial franquicia. La película facturó 495 millones de dólares en la taquilla mundial y consiguió dos nominaciones a los premios de la Academia, mejor película de animación y mejor banda sonora. El triunfo de la película dio lugar a una serie de televisión, un espectáculo teatral, y un sinfín de merchandising.
La primera película, basada en los libros infantiles escritos por la autora británica Cressida Cowell, presentó a los espectadores al desgarbado adolescente vikingo Hipo, cuyo mundo se vuelve del revés cuando se encuentra con un dragón herido del que se hace amigo y cambia para siempre la forma en que los habitantes de Isla Mema se relacionaban con los escupidores de fuego. Ahora, vikingos y dragones conviven pacíficamente en la fantástica isla, que se ha convertido en el paraíso de los dragones.
Esta nueva entrega es una historia de transición al mundo adulto por parte de Hipo, y no simplemente otras aventuras de Hipo y Desdentao, que es lo que tienden a hacer algunas secuelas. Hipo descubre que una misteriosa jinete de dragones es en realidad su madre, Valka, a la que hace tiempo que no ve, y que la paz entre dragones y vikingos se ve amenazada por Drago, un personaje sediento de poder que cuenta con la ayuda del cazador de dragones Eret, hijo de Eret. Hipo, su madre y su padre deben trabajar juntos para proteger a esos dragones a los que realmente han llegado a querer. Durante el proceso, Hipo encuentra las respuestas que ha estado buscando de una manera que nunca se hubiera podido imaginar.
A nivel de diseño el filme era un desafío y para los artistas representó acometer un proceso de prueba y error hasta lograr mantener el encanto y atractivo de cada uno de los personajes al mismo tiempo que les envejecían cinco años. “Descubrimos finalmente que, en la mayoría de los personajes, si simplemente manteníamos a grandes rasgos su silueta y su principal particularidad, pero incrementábamos su tamaño, cambiábamos su vestuario, envejecíamos sutilmente su rostro y les proporcionábamos peinados diferentes, parecía funcionar”, afirma DeBlois. Otra dificultad fue la creación de Bestibestia. DeBlois dijo que quería tener una criatura tan poderosa como un oso polar y ese fue el punto de inicio para los diseñadores. Tuvieron mucho trabajo para convertir un oso polar en un tipo de dragón, y que exhalara hielo por la boca supuso un extraordinario desafío para el equipo de efectos visuales. Sin embargo, la escena más difícil, por una cuestión de proporciones, fue la de la batalla. El jefe de diseño dedicó mucho tiempo y esfuerzos a la composición de los planos, intentando obtener la sensación de drama y de escala en todos los personajes.
Este es el primer filme en el que se ha empleado por completo la tecnología Apollo, creada y patentada por DreamWorks Animation para el diseño de sus películas. Apollo consta de dos componentes principales de software: Premo y Torch. Premo es la herramienta de animación que permite a los artistas trabajar con los personajes en tiempo real, en sus propias tablets, con tan sólo un lápiz óptico, manipulando al personaje a su voluntad y Torch es el conjunto de aplicaciones de iluminación.
Dirección: Dean DeBlois.
Año: 2014, Estados Unidos.
Producción: Bonnie Arnold, Dean DeBlois y Chris Sanders.
Distribución: Hispano Foxfilms.
Estreno: 1 de agosto de 2014.