Para tener una idea bastante sólida acerca de cómo ha evolucionado la tecnología en el mundo de la animación 3D y los videojuegos, basta con mirar al pasado y realizar una comparativa de lo que eran capaces de crear las computadoras de la década de los 60’s. La aplicación de nuevas técnicas, equipos y logaritmos ha abierto nuevas puertas a lo largo del tiempo, ofreciendo resultados cada vez más realistas y detallados, capaces de permitirnos acceder a mundos inmersivos y envolventes desde una consola o en la pantalla de cine.
Tan solo pensar en desarrollar una profesionalización en este ámbito parecía ser un sueño para muchos en el pasado, pero en la actualidad es mucho más simple y con salidas laborales atractivas. Si estás en busca de alternativas de estudios en este sector, puedes ver el fp de técnico de animaciones 3D y juegos online en Proyekta FP. El acceso a la información que nos ofrece la tecnología actual es uno de los puntos claves que ha permitido evolucionar a un ritmo acelerado.
En este artículo, nos gustaría hacer una retrospectiva de los momentos cruciales que nos permiten detenernos a contemplar la evolución de la animación 3D en las películas; y como los videojuegos se han transformado en un portal a universos paralelos en los que podemos ver cada vez más detalle y naturalidad. Muchos hemos sentido escalofríos al ver paisajes recreados en obras aclamadas como ‘Avatar’ de James Cameron, o como las gráficas de juegos como ‘Uncharted 4’, que son capaces de robarnos el aliento en plataformas como PS5.
Recorrido de la evolución de la animación 3D y videojuegos en el tiempo
Bastará con evidenciar la curva de ascenso en los niveles de calidad y perfección, para detenernos a pensar en cómo sería el mundo sin estos recursos tecnológicos que iniciaron sus andanzas en 1965. Desde entonces, la mente de los creativos no ha parado de buscar nuevas rutas para llegar a esa nueva cúspide que únicamente deja como resultado una nueva meta a alcanzar.
La década de los 60’s fue determinante para sentar las bases de la animación 3D que conocemos en la actualidad. Desde aquellos esqueletos con vectores y fondos negros, obra de mentes maestras como Ivan Sutherland o Ed Catmull, hemos visto como se ha experimentado cada vez más con simulaciones y representaciones, que cada vez consolidaron oportunidades más interesantes de explorar.
Recordemos cómo en el año 1974 se lanzó por primera vez un simulador de vuelo conocido como ‘Spasim’, en el cual podían participar hasta 32 jugadores. La tecnología 3D pasó de ser un efecto bastante superficial en las ambientaciones, a convertirse en un recurso fascinante capaz de sumergir al espectador o jugador en un entorno completamente surreal. Un entorno desde donde se pueden generar las emociones más intensas de miedo, como lo logró ‘Resident Evil’, o de las acciones más inmersivas y apasionantes que juegos como la saga de ‘Assassin’s Creed’ es capaz de proveer.
La industria del cine ha caminado por este sendero de la mano con el sector de los videojuegos. No es un secreto para nadie que, mientras George Lucas llevaba las cosas a un nivel visionario en el cine, los estudios de videojuegos debían ingeniárselas para lograr adaptaciones de estos nuevos mundos, que emanaban de la imaginación de un genio.
Son muchas las referencias que pueden mencionarse, pero es necesario destacar el valor del hardware como motor de toda esta revolución, que nos ha permitido vivir sesiones inolvidables en juegos de plataformas como Nintendo, Xbox o Playstation, o disfrutar de historias de estudios como Dreamworks Animation, Pixar o Illumination Macguff.
Los pasos más sólidos de la animación 3D llegaron en los años 90, gracias a la tecnología de empresas como Origin Systems. Esta nueva visión del entorno dentro de los videojuegos se expandió de manera tremenda con la llegada del N64, donde encontramos verdaderas joyas que evidenciaban los esfuerzos de los desarrolladores por crear entornos más realistas y libres, ‘Super Mario 64’, ‘Banjko Kazooie’ y ‘Donkey Kong Country’.
Si bien hemos pasado por una evolución tremenda de chips, procesadores, tarjetas gráficas y recursos como el disquete o CD-ROM, la gran herramienta que ha jugado un papel fundamental en todo esto es la preparación de los profesionales y su poder creativo. Ser capaces de resolver las limitaciones gráficas de cada periodo, ha sido una hazaña memorable que alcanzó un punto impresionante en los inicios del 2000.
La renderización del 3D ya no volvió a ser la misma, y a modelación de los objetos dio pie a la manipulación más detallada que hubiésemos podido imaginar hasta la fecha. Poder incorporar una iluminación más precisa, y la inclusión de texturas tan precisas donde el realismo casi era palpable, conformó un futuro brillante e imparable para el sector de los videojuegos y el cine.
Es posible que alguna vez te hayas imaginado estar frente al ordenador dando vida y forma a nuevos personajes que protagonizarán una saga de Activision Blizzard, Ubisoft o Electronic Arts. Esta es una posibilidad que hoy en día es más alcanzable que nunca gracias a la disponibilidad de especializaciones online de gran nivel y reconocimiento global.