El Observatorio Audiovisual Europeo ha publicado un nuevo informe IRIS sobre el VoD y la promoción de la producción europea.
Las películas y los programas de televisión europeos luchan, hoy más que nunca, por una cuota de mercado frente al arrollador éxito de las producciones estadounidenses o de otros países. Desde hace varios años, la taquilla de la Unión Europea pelea por superar el 30 por ciento de cuota, que parece marcar un umbral. Se han diseñado varias iniciativas europeas para impulsar el cine y la televisión europeas: Eurimages o el Programa MEDIA, incluso obligaciones legales a nivel nacional y comunitario. El auge del mercado «Bajo Demanda» ha significado, al menos potencialmente, un nuevo canal de promoción de la producicón europea, pero ¿ha incorporado Europa esos servicios bajo demanda y su potencial a su legislación?
El primer capítulo del nuevo informe IRIS, titulado ‘Obligaciones de promoción impuestas para los servicios audiovisuales bajo demanda en países seleccionados’, se centra en varias medidas legales, como la contribución obligatoria a la financiación, cuotas según nacionalidad o lengua, o condiciones de prominencia a la hora de presentar el contenido, lo que busca promocionar el contenido en cinco países (Italia, Eslovaquia, Francia, Países Bajos y Bélgica).
En Italia, los proveedores de medios audiovisuales deben asegurar, por ley, que el 20 por ciento de su catálogo está compuesto por obras europeas. En Francia, los proveedores de servicios bajo demanda «deben ofrecer al menos un 60 por ciento de producciones europeas y un 40 por ciento de contenidos en lengua francesa (algunos de los cuales pueden no proceder de territorios de la Unión Europea, como Canadá, por ejemplo)». La bélgica francófona, por otro lado, ha abandonado las cuotas y lo ha sustituido por un sistema en el que las producciones europeas tienen mayor relevancia con una atractiva presentación en las EPG, inserción de anuncios o homepages, además de crear una categoría especial de programación en los catálogos electrónicos. Según el informe, esta experiencia parece ser positiva en el sentido de que ayuda a llamar la atención del público sobre producciones europeas.
El siguiente capítulos del informe IRIS se llama ‘Asunción de los principales retos que apuntalan la promoción de la producción europea en los servicios bajo demanda’. Se trata de una mirada crítica a las actuales medidas legales que pretenden impulsar las producciones europeas en estas plataformas on demand. La Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales (AVMSD, en sus siglas en inglés) hace especial hincapié en que «los servicios bajo demanda deberían también promover la producción y la distribución de las producciones europeas». La realidad es que varios estados miembro de la Unión Europea acaban de introducir disposiciones sobre esta cuestión, pero los enfoques nacionales parecen diferir de manera significativa. Los hábitos del consumidor en el consumo online deberían formar parte de la ecuación. Este capítulo ofrece un análisis en profundidad del mercado holandés y de los cambios que existen entre las diferentes generaciones de usuarios con el fin de ilustrar los grandes retos que existen para escribir una legislación eficiente. Tomando como ejemplo Flandes, este capítulo enfatiza sobre el potencial de un broadcaster regional como Flemish VRT para crear una audiencia para las plataformas de distribución locales y regionales. El ejemplo de Flandes, sin embargo, sugiere que «la publicación periódica de los resultados en el cumplimiento de las disposiciones de promoción de empresa europeos» podría ayudar a preparar futuras innovaciones políticas en este campo. La igualdad de condiciones se debe citar en este punto: distribuidores de VoD que no son de la Unión Europea, como Netflix o Google, tienen su sede en países como Luxemburgo, Reino Unido, República Checa o Suecia. Estos países cuentan con políticas «que facilitan los negocios» con un marco regulatorio menos restrictivo. El informe IRIS apunta la posibilidad de que exista una distorsión de la competencia causada por la presencia de competidores extranjeros menos regulados en el mercado europeo del Vídeo Bajo Demanda.
El capítulo final es un útil sumario del taller del Observatorio para promover la producción europea en los servicios bajo demanda que tuvo lugar en Ámsterdam la pasada primavera y que es la base del informe. El taller reunió a las organizaciones socias del Observatorio así como a una docena de expertos legales y audiovisuales. Se habla de la posible necesidad de cambiar hacia un modelo que se base en las peticiones del usuario. Este modelo ya está en práctica en Amazon, por ejemplo, cuyo sitio web propone productos basándose en el historial de compra del usuario. Las conclusiones del taller apunta a un gran estado del flujo de los servicios bajo demanda, de ahí la dificultad en aplicar soluciones a nivel nacional. Los participantes expresaron su deseo de alcanzar una «regulación que no reprima este mercado aún en desarollo y que sea flexible para facilitar la evolución de estos servicios bajo demanda».
Se puede comprar el informe escribiendo a la siguiente dirección: orders-obs@coe.int