Con el cine español, pero solo de forma intermitente y tímida

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Los Goya son aquello tan manido de «la gran fiesta del cine español». Durante las semanas o días previos, cada año múltiples canales lineales y plataformas de vídeo bajo demanda acompañan los premios con ciclos y programaciones especiales.

Apoyar el cine español solo en la semana de los Goya es igual de hipócrita que apelar a la solidaridad solo en Navidad.

Es habitual que La 1 refuerce en sus Telediarios las noticias sobre las obras nominadas. También que La 2 dedique franjas como ‘Historia de nuestro cine’ o ‘Versión Española’ a aquellas películas que tocaron la gloria o estuvieron cerca de ella, incluso con charlas con sus protagonistas. En su nueva etapa de relanzamiento, el servicio a la carta RTVE Play ha puesto en marcha Play Somos cine, nuevo canal en streaming y gratuito de películas españolas participadas por la pública.

También Movistar Plus+ pone en marcha un canal temporal con largometrajes y cortometrajes relacionados con los Goya. Este año incluso ‘Salvados’, el programa de laSexta que presenta Gonzo, se ha sentado con Carla Simón, JA Bayona y un grupo de adolescentes a conocer qué piensan los jóvenes de hoy en día del cine español. Y así diferentes iniciativas que, en muchos casos, igual que vienen, se van.

La industria española del cine sigue sin conseguir ese hueco en el prime time de los canales generalistas que tanta exposición podría darle. Ese hueco que sigue reservado para películas de Hollywood, reality shows y ficciones turcas. Ese hueco que durante tanto años ocuparon las series españolas de ficción, creando una cita imprescindible con el espectador semana a semana, convirtiéndolas en un entretenimiento popular. Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que, al cabo del año, una película española se emite en la franja estelar de La 1, Antena 3 y Telecinco, tres de las principales locomotoras de la industria, aunque sea porque les obliga la ley.

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goyaNo apostar por el cine español como un pilar de la programación limita las opciones de que el público, los ciudadanos, conozcan su propia cinematografía y hasta puedan llegar a enamorarse de ella. A menudo se oyen voces denunciando la pobre formación audiovisual de los jóvenes de hoy en día, el tiempo que pasan en TikTok, o la predilección que sienten por el cine de Hollywood mientras desconocen lo que se rueda en las calles de su propio barrio o en un país de la Unión Europea. Y, en muchas ocasiones, los mayores de 50 años comentan cómo se pasaban las horas frente al televisor descubriendo el cine gracias a los ciclos que Televisión Española programaba sobre Kurosawa, Ford o Hitchcock.

¿Por qué no replicar esos ciclos con el cine español? ¿Por qué no cerrar el círculo de esa apuesta por el cine nacional de la que tanto pecho sacan las televisiones generalistas? ¿Es, acaso, una película española un producto menor para las cadenas en abierto? Solo en el caso de Almodóvar, Segura o Bayona las televisiones son capaces de organizar un evento de programación, dando de lado tantas y tantas películas que contribuyen a producir cada año. Apoyar el cine español solo en la semana de los Goya es igual de hipócrita que apelar a la solidaridad solo en Navidad. ¿Acaso no se ruedan y estrenan películas las 52 semanas del año? ¿No teníamos un gobierno que quiere hacer de España el hub audiovisual referente de toda Europa?

El cine español está acaparando las miradas de múltiples festivales internacionales, mientras en casa sigue teniendo que sortear prejuicios y maltratos porque… no todos los agentes de la cadena de valor reman en la misma dirección. El cine español solo vuelve a casa por Navidad en la semana de los Goya.

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