‘La distancia más larga’ es una coproducción de Venezuela y España, que recibió el apoyo del programa Ibermedia en la 2ª convocatoria de 2011 y ha obtenido importantes premios internacionales como: Mejor Película de América Latina en Sección Oficial del Festival Des Films Du Monde en Montreal, el Premio del Público en el Festival Iberoamericano de Huelva, Mejor Película dirigida por una mujer Cleveland International Film Festival, entre otros. El filme compite además por el Premio Platino a la mejor Opera Prima iberoamericana del año que se entregará en la ciudad de Marbella el próximo 18 de julio.
La opera prima de Claudia Pinto, una producción de Sin Rodeos Films (Venezuela) y Castro PC (España), muestra las dos caras de un mismo país, una ciudad agresiva y caótica, un paraíso con las montañas más antiguas del planeta. Dos protagonistas en momentos vitales opuestos y dos viajes temerarios, una aventura infantil que cruza. Un país entero y un viaje sin retorno, pero libre y decidido. El destino vincula irremediablemente a una abuela y su nieto. Aunque no se conocen forman parte de un círculo que no pueden romper. Las segundas oportunidades aparecen, pero la libertad individual se impone. Todo se conjura para decirnos: solo hay un destino, el que tú eliges. La película habla de frente, y sin rodeos, de la vida y de la muerte. Es una historia de comienzos y finales, un cúmulo de encuentros y desencuentros que nos llevan desde la convulsa Caracas hasta la cima del Roraima, una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta. El filme está protagonizado por Carme Elias, Omar Moya, Alec Whaite, Iván Tamayo, Isabel Rocatti, Marcos Moreno, Malena González, Beatriz Vásquez, Alberto Rowinsky y José Roberto Díaz. Claudia Pinto ha hablado a Audiovisual451 sobre su primera película.
Audiovisual451: ¿Qué supusieron las cinco precandidaturas a los Platino para ‘La distancia más larga?
Claudia Pinto: «Estar entre las películas con más precandidaturas y haber conseguido estar entre las nominadas como Mejor Ópera Prima es una satisfacción enorme. Los Premios Platino agrupan las mejores películas Iberoamericanas, y estamos hablando de una cinematografía cada vez más sólida y potente. Es un lujo formar parte de esta selección, más aún cuando es una película que se hizo a pulmón y desde la necesidad absoluta de contar una historia. ‘La distancia más larga’ es la primera película que escribo, que dirijo y que produzco, y a su vez, es la primera película de mucha gente. Detrás de ella no hay una gran empresa productora ni una distribuidora potente, pero sí un equipo muy sólido que al igual que yo sentíamos que esta película valía la pena. Con ‘La distancia más larga’ hemos conseguido conectar con mucha gente, y confío en que los Premios Platino sean un puente para que llegue con más fuerza al público de América Latina que es tan cercano y tan nuestro, y a veces tan inaccesible por las barreras del mercado.
AV451: Personalmente, has sido reconocida en la lista corta de las candidaturas de mejor guión y dirección donde concurres junto a nombres como Alberto Rodríguez, Alejandro Jodorowsky, Álvaro Brechner, Carlos Vermut o Damián Szifron, entre otros muchos ¿Cómo fue recibido este hecho?
C.P: «Es un impulso para seguir trabajando con las mismas ganas y honestidad. En esa lista de la que formo parte hay muchos directores y guionistas que admiro y cuyo trabajo sigo desde hace tiempo. Ver mi nombre junto al de ellos me hace sentir un poco más cerca del sueño de dedicar mi vida al cine».
AV451: La actriz española Carmen Elías está nominada como mejor actriz ¿Qué te llevó a contar con ella para la película, cuáles fueron las motivaciones?
C.P: «Para el personaje de Martina necesitaba una actriz que fuera capaz de tejer un recorrido emocional sutil y preciso, y a la vez conmovedor. Que pudiera dar vida a una mujer acorazada que se siente protegida dentro de ese caparazón, pero que a su vez lucha por salir de allí. Carme Elias era perfecta para construir con maestría y honestidad un tránsito emocional tan complejo. Lo que no sabía cuando la elegí como actriz, era que meses más tarde se convertiría en una de las mejores compañeras de viaje que podía tener, y que terminaríamos por construir una sólida amistad».
AV451: También ha sido prenominado el francés Vicent Barrière por la música, en tu opinión ¿qué aporta al filme su música?
C.P: «Conozco a Vincent Barrière desde hace muchos años, y he sido testigo de cómo construye con mimo, sensibilidad e inteligencia las bandas sonoras de sus películas. Vincent es capaz de meterse dentro de la historia y encontrar esa melodía que late en el interior de los personajes. Su música no ilustra, no decora, porque nace de las pulsiones más profundas del ser humano que se ve en pantalla. Me gusta decir que la música en “La distancia más larga” es el latido del interior del personaje que se escapa por una de las rendijas de su armadura. Y es muy difícil encontrar un músico que sea capaz de hacer esto, que consiga transportar al espectador a la intimidad del personaje y de sí mismo».
AV451: ‘La distancia más larga’ compite como mejor ópera prima ¿fue complicado levantar el filme a nivel de producción?
C.P: «Era un proyecto sólido, pero fue complicado levantar la financiación porque era muy arriesgado: la primera película de una directora, el primer proyecto de la empresa productora mayoritaria, con un niño coprotagonista, que implicaba rodar en un territorio inhóspito en que el nunca se había filmado, y con una temática y una historia compleja. Pero tras un concurso de proyectos y una ardua selección conseguimos el apoyo del CNAC (Centro de cine autónomo de Venezuela) que fue fundamental para sacar adelante la película. Después se sumaron pequeños aliados que nos permitieron cerrar la financiación, y un gran equipo que supo sortear los inconvenientes y las limitaciones. La película se rodó en La Gran Sabana (junto a la selva amazónica), un lugar que no estaba preparado para recibir a un equipo de rodaje. Contábamos con la tercera parte del presupuesto que hubiéramos necesitado, pero el ingenio y las ganas solventaron las carencias y sortearon las enormes dificultades que tuvimos. La toma aérea que registra el momento en el que Lucas y Kayemó llegan a La Gran Sabana, por ejemplo, se filmó desde un paramotor artesanal que construyeron los habitantes de la zona porque no teníamos dinero para llevarnos un Dron hasta allí. Anécdotas de este tipo tenemos miles. Filmamos en la Gran Sabana todo lo que en la historia ocurre en La Gran Sabana, no se falseó ninguna localización. Esta decisión fue arriesgada a nivel de presupuesto y logística, pero estaba convencida de que la energía de ese lugar quedaría de alguna manera atrapada en las imágenes, y estoy convencida de que fue lo mejor».
AV451: ¿Durante cuántas semanas se rodó la película y exactamente cuáles fueron sus principales localizaciones?
C.P: «Rodamos durante nueve semanas, tres de ellas en Caracas y seis en el Parque Nacional Canaima, concretamente en La Gran Sabana. Canaima es el sexto Parque Nacional más grande del mundo, y pudimos retratar algunos de sus lugares más emblemáticos. La casa de Martina (Carme Elias) la rodamos en Paraitepuy de Roraima, una comunidad indígena a la que se accede tras 18 horas de carretera desde Caracas, y tras un último tramo de tierra tan empinado que tuvimos que contratar los camiones que se usan en la minería porque los nuestros no podían acceder. También fue complejo rodar en Caracas porque filmamos en las zonas más caóticas de la ciudad. Todavía el equipo de producción se debate entre si fue más difícil rodar en Caracas o La Gran Sabana. Como dice el director de fotografía, lo único fácil de esta película fue diseñar los créditos finales. Pero el esfuerzo valió la pena, y estamos muy orgullosos del resultado».
AV451: Entonces… ¿Qué fue lo más difícil a nivel de producción?
C.P: «Quizá lo más difícil para mí fue el hecho de llevar sobre los hombros el guión, la dirección y la producción de la pelicula, y los tres roles por primera vez. Esto me implicó grandes debates internos en los momentos de mayores dificultades. Lo bueno de esto quizá fue la coherencia que el resultado de estos debates le dio a la película, pero realmente fue una ópera prima muy difícil. Por otra parte, las condiciones de rodaje de La Gran Sabana eran muy extremas. Fueron días intensos de gran aprendizaje, una aventura constante, y un encuentro (o desencuentro) con la naturaleza. Estábamos a merced del clima y de las condiciones del lugar, y esto por momentos era un lujo, y a veces, una locura. Filmábamos muy cerca de los «tepuyes», montañas sagradas para los indígenas, y entre ellas se genera un microcima que llaman «la fábrica de las nubes», y que ocasiona variaciones de sol a lluvia en cuestión de minutos. Nos llovió muchísimo y no hay nada peor para un rodaje, más aún cuando no hay prácticamente donde resguardarse. Por otra parte, el tepuy Roraima (imagen clave de la película) suele estar tapado por las nubes y nosotros lo necesitábamos constantemente despejado. Los indígenas nos decían que el Roraima “era muy celoso” y que sólo se dejaría ver si la energía de la gente era positiva, y que si había conflictos se mantendría tapado, y que si gritábamos, llovería. Al principio no tomábamos en cuenta estas creencias, pero con el paso de los días parecía que tenían algo de cierto, así que buscábamos trabajar en armonía e incluso bajábamos la voz para el ¡5 y acción! Fue divertido, y a la larga generó una cohesión en el equipo que fue vital para la película. Las condiciones fueron difíciles, pero cuando éramos conscientes del paraíso en el que estábamos y la relación del paisaje con la historia, los inconvenientes se desvanecían y nos sentíamos afortunados. Fue muy revelador para el equipo convivir durante tanto tiempo en medio de esos parajes, una experiencia que nos ha marcado a todos de alguna manera».
AV451: La película ha pasado por festivales como Montreal y estuvo nominada a los premios Goya ¿Cómo está siendo la carrera internacional?
C,P: «La película se estrenó en la Sección Oficial del 37e Festival Des Films Du Monde de Montreal donde ganamos el premio Glauber Rocha como Mejor Película de América Latina, y desde entonces el recorrido internacional de la película ha sido muy fructífero. Estuvimos en la Sección Oficial de Gijón, de La Habana, obtuvimos el premio a la Mejor Directora en el Cleveland International Film Festival, el Premio del Público en Huelva, el Premio Especial el Jurado en Trieste, el de Mejor Película Iberoamericana en Panamá, y muchos otros. Hemos estado en más de 70 festivales internacionales, y la Nominación a los Premios Goya ha sido sin duda un reconocimiento muy importante. ‘La distancia más larga’ conecta muy bien con la gente independientemente del país en el que se proyecte. Es una película de “ventanas abiertas”, que plantea preguntas y que deja espacio para que cada quien la haga suya a su manera, y es muy satisfactorio ver que el público siente la historia como propia».
AV451: ¿Cómo fue la película en en los cines de Venezuela?
C.P: «Estuvimos durante 16 semanas en cartelera, y nos convertimos en la cuarta película más vista en el 2014. El recibimiento del público fue muy cálido, y el boca a boca fue magnifico. Todavía la gente en Venezuela nos pide ver la película, y constantemente estamos organizando proyecciones en diferentes ciudades. Queremos que la película llegue a la gente y nos vamos a descansar hasta que todo el que quiera verla pueda hacerlo. ‘La distancia más larga’ habla del reencuentro, de la esperanza y plantea preguntas sobre la libertad de elegir cómo queremos morir, y sobre todo, cómo queremos vivir, y en un país que lamentablemente está atravesando por un momento tan difícil, estas imágenes consiguen tener un eco muy positivo».