Hace tan solo unos meses hemos sido testigos del lanzamiento mundial de dos nuevas plataformas de contenidos, que se unen a la ya amplia oferta disponible. Apple TV+ comenzó su andadura el pasado mes de noviembre, mientras que Disney+, el nuevo servicio de streaming del gigante del entretenimiento, que, tras introducirse en el mercado norteamericano ofreciendo resolución 4K con HDR, ha dado el salto a Europa el 24 de marzo, incluida España.
La gran oferta de plataformas de contenido bajo demanda disponibles, que cuentan con un catálogo inmenso, ha creado un nuevo panorama en el que competir por los espectadores, pero también supone una oportunidad de oro para los profesionales de la industria cinematográfica.
La clave para la supervivencia de las plataformas de servicios de streaming y su contenido está en la creación de contenido original y de calidad. En este sentido, directores de fotografía o de cine tienen un inmenso campo lleno de oportunidades, en el que pueden mostrar nuevos trabajos y desarrollar su creatividad, en todo tipo de géneros, desde largometrajes específicamente creados para estas plataformas, hasta series o documentales.
La entrada de nuevos players en la oferta de contenidos bajo demanda hace necesario introducir y generalizar estándares de calidad para que directores de fotografía, entre otros profesionales, tengan la seguridad de que las producciones que realizan cumplen con los requisitos de las plataformas y de la industria y de la audiencia.
En este sentido, destaca una propuesta presentada por Netflix hace poco más de un año, la llamada Netflix Post Technology Alliance, que tiene como objetivo reunir a las empresas líderes de esta industria para que trabajen mano a mano con Netflix, en la innovación de flujos de trabajo de producción. De esta forma, los productos que estén validados estarán comprometidos con una mejor interoperabilidad y ciclos de innovación más rápidos, de tal forma que los artistas se enfoquen solo en lo que más importa, la creatividad y las historias que cuentan.
Cuatro cámaras EOS Cinema de Canon (Canon EOS C700FF, EOS C700, EOS C300 Mark II y EOS C500) fueron incluidas en el programa, elegidas por directores de algunas de las producciones propias de la plataforma, como el documental ganador de un Óscar ‘Icarus’, el largometraje ‘Our Souls at Night’ (Nosotros en la noche) y la nominada al Emmy ‘Grace y Frankie’ o ‘The Confession Tapes’. Obras pensadas para la distribución en plataformas de contenidos pero cuya producción está más próxima al cine, como es el caso de “American Factory”, también producción propia de Netflix, que ha obtenido un Oscar en la última edición de los famosos premios, como mejor documental largo.
La tendencia hacia el contenido propio no es algo que se limite a las grandes producciones internacionales, sino que a nivel local también se están creando series de contenido propio y de gran calidad.
La carrera por la resolución
La resolución es uno de los parámetros que siempre está en mente cuando hablamos de calidad. De hecho, uno de los requisitos establecidos por la Alianza promovida por Netflix gira precisamente en torno a él: el contenido que se incluya entre su oferta tiene que ser 4K o superior.
Y, en este sentido, hay que tener en cuenta también la industria de los propios dispositivos de reproducción, los televisores. El 4K, es cierto, aún tiene un camino por recorrer para convertirse en la norma, en el estándar en muchos hogares. Pero es un hecho que la tecnología es cada vez más asequible y la audiencia tiene cada vez unas demandas mayores por el contenido de alta calidad de visionado. Tienen altas expectativas y la industria ha de estar a la altura.
No en vano, el 8K está en el campo de mira de los servicios de streaming para garantizar que los contenidos que proporcionen tengan miras hacia el futuro y la cada vez más creciente demanda de resoluciones mayores. Si las plataformas lo demandan… los creadores de contenidos, directores de cine y de fotografía tendrían que enfocar su trabajo en este sentido, para asegurarse de que sus proyectos tendrán la cobertura que buscan por parte de esos canales.
¿Es el 8K simplemente un asunto de resolución? No. El 8K va mucho más allá. Simplemente, supera lo que el ojo puede ver. Cuando existan las infraestructuras adecuadas y la velocidad de Internet sea la necesaria, el 8K facilitará a los usuarios tener verdaderas experiencias inmersivas, permitiéndoles ser parte del contenido desde la comodidad de su casa, incluyendo la realidad virtual.
Dado que los sistemas de reproducción (televisores) y los requerimientos de las plataformas van en este sentido, sin duda, hay que pensar en el origen de las grabaciones: los dispositivos de grabación. En este entorno de cambio, los creadores deberán preguntarse por qué tipo de equipos tienen que apostar. La respuesta es optar cada vez más por equipos que proporcionen resoluciones altas, si quieren que sus contenidos sean aceptados por las distintas plataformas y que tengan un recorrido de cara al futuro. Tal vez aún los dispositivos de reproducción 4K no tengan una amplia implantación en los hogares, pero ese momento llegará y los contenidos tienen que estar ajustados a esa demanda. Si un director o productor de cine no puede producir contenido 4K perdería ventaja en la competitividad entre las plataformas de contenidos. Esta es la línea que hemos seguido desde Canon con la última incorporación a la familia EOS Cine, la EOS C500 Mark II, con sensor CMOS Full Frame de 5,9K.
Los creadores de contenidos se encuentran ante un campo lleno de oportunidades. Inmersos en un escenario audiovisual radicalmente distinto al de hace tan solo unos pocos años, con una oferta de plataformas de streaming inmensa que, a su vez, ofrecen una propuesta amplísima, tienen una oportunidad única de crear contenido, de participar en grandes producciones destinadas a ganar el interés (y la cuota) del espectador.
Las creaciones que cuentan grandes historias, con un guion excelente, participación de los mejores actores y que optan a prestigiosos premios han dejado de ser un terreno acotado y exclusivo para los largometrajes realizados para el cine. Por ello, si los creadores cumplen con los requisitos de calidad y resolución marcados por las plataformas y demandados por los usuarios, podrán aprovechar las posibilidades que el nuevo escenario les brinda y resultar victoriosos en esta nueva batalla por ganar audiencia.