Cristina Huete, productora de ‘Dispararon al pianista’: «Todo el mundo está dispuesto a financiar la animación para niños, pero si es para adultos, la cosa cambia»

Con ‘Dispararon’ al pianista’, Fernando Trueba vuelve a competir por el Goya a la mejor película de animación, aunque en esta ocasión no lo tendrá fácil. Trueba y Javier Mariscal vuelven a colaborar en un filme de animación tras ‘Chico y Rita’, con la que estuvieron nominados al Oscar como mejor película de animación y ganaron multitud de premios entre ellos el Premio Goya de la categoría además del Premio Platino, El Premio de Cine Europeo, Annie Awards o el Cóndor de Plata.

‘Dispararon al pianista’ ha sido producida por Cristina Huete (Fernando Trueba PC) en España, en colaboración con Serge Lalou (Les Films d’Ici) en Francia, Janneke van de Kerkhof (Submarine Sublime) en los Países Bajos y Humberto Santana en Portugal. Los productores ejecutivos son Nano Arrieta de Atlantika y Fabien Westerhoff de Film Constellation.

Cristina Huete

La película fue estrenada en salas españolas por BTeamPictures el pasado 6 de octubre, con unos pobres resultados, menos de 160.000 euros y 25.000 espectadores. Además, Sony Pictures Classics ha adquirido el filme para su estreno en Estados Unidos, Canadá, América Latina, Escandinavia, India, Medio Oriente, Turquía y parte del sudeste asiático. Se trata de la segunda colaboración entre Sony Pictures Classics con Fernando Trueba, después de ‘Belle Epoque’ que consiguió el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa.

Narrada por Jeff Goldblum, ‘Dispararon al pianista’ (They Shot The Piano Player), cuenta la historia de un periodista musical de Nueva York que emprende una búsqueda para descubrir la verdad detrás de la misteriosa desaparición de un joven virtuoso del piano brasileño, Tenorio Jr. La película nos transporta a los años 60 y 70, una época rebosante de libertad creativa en la que se desarrolló el movimiento musical latinoamericano que tuvo un éxito universal: la Bossa Nova, justo antes de que el continente fuera envuelto por regímenes totalitarios. Este movimiento fue creado, entre otros muchos músicos, por Tenorio Jr. un genio musical del que hablan en la película figuras tan consagradas de la época como Mutinho, Caetano Veloso, Vinicius de Moraes, Paulo Moura, Milton Nascimento, Joäo Gilberto o Tom Jobim. La productora Cristina Huete cuenta a Audiovisual451 las dificultades de su segunda producción de animación, un documental con una banda sonora de ensueño, que tuvo una proyección especial en el pasado Festival de San Sebastián.

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Audiovisual451: Producir ‘Dispararon al pianista’ debió ser un reto importante teniendo en cuenta el momento

Cristina Huete: «Han sido muchas las dificultades y durante un periodo de tiempo muy largo. Dificultades tanto financieras como a la hora de sacar adelante el proyecto, ya que nos pilló la pandemia por medio. La verdad es que ha sido muy complicado».

A451: Por lo menos, ya contabais con la experiencia de haber producido ‘Chico y Rita’…

C.H.: «Sí, ya sabíamos lo difícil que era producir una película de animación y además el proceso de ‘Chico y Rita’ fue aún más largo. Aprendimos muchas cosas haciendo ‘Chica y Rita’, pero, al final, cada película es diferente y plantea sus propios problemas, tanto en ficción como en animación. Te diría que incluso, a pesar de la experiencia, ‘Dispararon al pianista’ ha estado rodeada de muchas más complicaciones. Llegué a pensar que no quería volver a hacer una película de animación en mi vida, puesto que lo mío siempre ha sido la ficción».

A451: Esta película podría haber sido rodada como un documental, en realidad, es un documental con partes ficcionadas, aunque también se puede ver como un thriller y luego está la música, claro… hay muchas películas en una…

C.H: «Creo que esta es una película única porque cuenta una historia que ocurrió realmente, partiendo de una serie de entrevistas que Fernando Trueba hizo durante años varios años a conocidos, pero luego aprovecha para contar la situación política en Sudamérica y también está la música, que es maravillosa».

A451: Conseguir todos los derechos de esa música no debe de haber sido fácil…

C.H.: «Casi toda es música antigua que se repite en muchos discos, pero Fernando quería contar con las versiones originales de aquella época en la que se sitúa la película y eso ha sido algo muy complicado. Mucha gente ya ha muerto, han desaparecido muchos discos y los permisos que había que pedir eran infinitos y muy complicados de conseguir. Nos ha llevado muchos años hacer esto y reconozco que ha sido un proceso muy, muy duro».

A451: Quizás hubiera sido mejor que Fernando Trueba no supiera tanto de jazz latino y música brasileña…

C.H.: «Desde luego que sí (ríe). Sabe demasiado y nos ha vuelto locos a todos, porque se le metía una grabación concreta en la cabeza y ya tenía que ser esa, no podía ser otra».

A451: ¿Entrañó alguna dificultad la participación de todos los personajes reales que aparecen en la película?

C.H.: «Todo parte de unas entrevistas que Fernando hizo en el año 2005, y la verdad es que no resultó nada difícil convencer a estos músicos. Todos conocían a Tenorio y tenían un muy buen recuerdo de él, por lo que, cuando Fernando les llamó, se entusiasmaron con el proyecto. Fernando conoce a muchos músicos y tiene bastantes amigos dentro de ese ámbito, por lo que no hubo problema en ese sentido. Lo verdaderamente difícil fue decidir qué íbamos a hacer, porque, inicialmente, Fernando no tenía pensado hacer una película de animación. Cuando hicimos ‘Chico y Rita’, empezó a darle vueltas a cómo contar esta otra historia, hasta que llegó a la conclusión de que la animación era la única manera de revivir a Tenorio y que tocase su música. Desde el principio, este proyecto se convirtió en una obsesión para Fernando. Pensaba que lo que le pasó fue una injusticia, además de que era un gran pianista, por lo que quería escribirle una carta de amor en forma de película».

A451: La película recupera una figura que, entre los menos entendidos en jazz latino y bossa nova, no es muy conocida…

C.H.: «Nadie conoce a Tenorio y eso ha supuesto una enorme dificultad porque, cuando yo enseñaba los dibujos de Mariscal para intentar financiar la película, todo el mundo preguntaba que quién era ese. Todo el mundo pensaba que estábamos locos, y es verdad que lo estamos (ríe), porque nos empeñamos en hacer realidad proyectos con los que soñamos. Además, a Fernando le gusta mucho compartir todo lo que sabe, sobre todo cuando hablamos de música. Su otra faceta de profesor se manifiesta en esta película».

A451: Si bien la animación es cara, puede que rodar de otra manera esa compleja mezcla de realidad y ficción lo hubiese sido incluso más ¿no crees?

C.H.: «Ese era el dilema que teníamos antes de decidirnos, finalmente, por hacer una película de animación, que por supuesto que es algo muy complicado y muy caro. Si ya es difícil hoy en día, para una productora independiente como yo, financiar una película de ficción, dado que solo hago las películas que quiero hacer y las tengo que vender una por una porque no tengo firmado ningún tipo de contrato con televisiones o plataformas, financiar una película de animación lo es mucho más y todavía es peor si hablamos de animación para adultos. Todo el mundo está dispuesto a financiar la animación para niños, pero si es para adultos, la cosa cambia. Y es que tampoco todo el mundo sabe lo que es la bossa nova, por lo que es una película de altísimo riesgo, pero yo estoy muy feliz de que exista. Ha costado mucho financiarla y, por eso, es triste que nadie haya ido a verla a los cines».

A451: ¿Vais a estrenar pronto en más países?

C.H.: «Hemos estrenado en Francia y en febrero lo haremos en Estados Unidos de la mano de Sony Classics, que confía mucho en que va a funcionar muy bien allí. La película se sigue vendiendo y va a estrenarse en unos cuantos sitios más, eso seguro».

A451: Además, ha viajado muy bien por festivales…

C.H.: «Desde luego. Podría decir que es algo increíble, pero no lo es, porque la película ha terminado siendo justo lo que yo esperaba. Sabía que no iba a funcionar de una manera espectacular en taquilla porque sé muy bien cómo son las películas que produzco, pero tenía muy claro que a la gente le iba a gustar, y así ha sido. Después de verla, la gente sale del cine emocionada por lo bonita que es la historia, la música y el diseño, y lo sé porque nunca me habían escrito tantas notas tan bonitas y entrañables. Eso sí, estoy decepcionada porque pensaba que, por lo menos, un cierto número de personas irían a verla al cine y al final no ha sido así, ha ido muy pocos espectadores. También es verdad que la situación de las salas de cine es la que es desde hace ya un tiempo».

A451: ¿Tenéis previsto estrenar algo más durante 2024?

C.H.: «Vamos a estrenar otra película ahora en mayo que se titula ‘Haunted Heart’, que rodamos en Grecia, con Matt Dillon y Aida Folch. Tengo los dedos cruzados porque creo que, en este caso, sí que se dirige a un público mucho más amplio, puesto que es un thriller romántico. Todo depende de si la gente decide volver al cine y es que yo no entiendo cómo se pueden perder algo tan maravilloso como es ir al cine, más aún es esta época tan terrible que estamos atravesando. Pienso que no hay mejor plan que ir al cine».

A451: Y más para ver una película con tantas caras y aristas diferentes como ‘Dispararon al pianista’…

C.H.: «Es una película muy generosa porque da mucho a todos los niveles. Te abre los ojos a cosas que no sabes y te transmite la importancia que tuvo la bossa nova en su momento. Fue un género que se desarrolló en un periodo muy corto de tiempo, pero que, sin embargo, tuvo una influencia increíble en la cultura mundial. Yo nací en Brasil y, cuando era pequeña, era la música que oía, por lo que, para mí, es la música más bonita y más poética que existe. Todos esos músicos están dentro de mí, me recuerdan a mi infancia y por eso los he seguido escuchando durante toda mi vida. Fernando llegó hasta la bossa nova a través de los discos que teníamos en casa y, a partir de ahí, se metió de lleno en ese mundo, hasta el punto de que conoce músicos de los que yo jamás he oído hablar. La gente no se puede imaginar lo importante que fue este género para lo que luego fue el jazz americano, y Fernando trata de transmitirlo a través de multitud de datos que están en la película».

A451: La particularidad de este año es que tanto Fernando Trueba como su hermano David han sido nominados a los Goya…

C.H.: «‘Saben aquell’, la maravillosa película de David, tiene nada menos que once nominaciones, y nosotros solo estamos presentes en la categoría de animación. La verdad es que eso de estar nominados los dos hermanos a la vez no había pasado nunca, por lo que van a ser unos Goya para pasarlos en familia, porque, además, también está nominada como directora novel la pareja de mi hijo Jonás (Trueba): Itsaso Arana, por ‘Las chicas están bien’. Ya veremos qué es lo que pasa, porque el mundo de los Goya es cada vez más complicado».

A451: Y volviendo a la financiación de ‘Dispararon al pianista’, conseguiste armar una coproducción internacional con muchos socios…

C.H.: «Es una coproducción, no internacional, ‘internacionalísima’, ya que participan Francia, Holanda, Portugal y Perú, además de España. Llamé a todas las puertas que se me ocurrieron y fui arañando euro a euro en cada uno de esos lugares para conseguir hacer realidad este proyecto, por lo que ha sido un trabajo de verdad. También tenemos con nosotros a Televisión Española, a Movistar Plus+ y a Televisión de Cataluña, y tiene su mérito porque nos pusimos a buscar financiación en el peor momento de la pandemia, cuando estaba todo en suspenso».

A451: Contáis también con el apoyo de numerosos fondos internacionales…

C.H.: «Intentamos conseguir ayudas de todos los fondos posibles: MEDIA, Ibermedia, Eurimages… Sin todos y cada uno de ellos, no podríamos haber hecho esta película, porque somos una productora con un equipo reducido y lo hacemos todo a nuestra manera. No sé si produciré más películas de animación, pero intentaré seguir haciendo cine, aunque ya soy muy mayor, la verdad, he cumplido 70 años y llevo en esto desde los ‘veintipocos’, así que estoy cansada, aunque lo que más me gusta en la vida es hacer cine. Me cuesta dejarlo porque, para mí, no hay nada mejor, es la verdad. Y a Fernando también le cuesta, pero necesitamos ánimos y espero que la próxima película que vamos a estrenar ayude a que la gente vuelva al cine. Sin una televisión o una plataforma, es muy difícil ahora hacer cine».

A451: ¿En qué estudio se llevó a cabo la producción de animación?

C.H.: «La animación se hizo en el estudio de Javier Mariscal, en Barcelona, y luego también trabajamos en Holanda, en Portugal y en Francia. Necesitábamos trabajar en varios países a la vez porque si no, el proceso se alargaba demasiado, pero el caso es que supimos repartir el trabajo y terminó saliendo adelante».

A451: Y una coproducción como esta exige viajar mucho y supervisar lo que hacen todos los socios en cada momento, claro…

C.H.: «Más allá de todo eso, la propia coproducción también demanda que te gastes el dinero correspondiente en cada país. La animación exige un cierto control, claro, pero pienso que es más fácil de sobrellevar que la ficción, en este sentido, porque la ficción te obliga a ir a rodar a ciertos lugares y a contratar a una determinada gente de cada país. Aunque entra dinero de múltiples fuentes, supone más dificultades y quebraderos de cabeza. En general, los directores con los que he trabajado, incluido Fernando, son muy puristas, por lo que les gusta rodar con actores que hablan el idioma en el que se cuenta la película y en lugares que se corresponden con lo que están contando. Todo eso, sumado a que tienes que tratar con interlocutores extranjeros, complica mucho las cosas, y es que coproducir sin saltarte las reglas que hacen que el cine resulte creíble no es nada fácil».

A451: ¿Tuvisteis que viajar mucho en busca de localizaciones para los dibujos de Javier Mariscal?

C.H.: «Fernando viajó mucho en su día para hacer todas esas entrevistas, se documentó y rodó bastante material. Y luego está Javier Mariscal, que es otro obseso de la documentación. Cada decorado es de una belleza espectacular y es que se trata de reproducciones de los bares y los clubs de aquella época, pasados por la mano de Javier».

A451: Este ha sido un muy buen año para la animación española, la competencia es enorme en los Goya…

C.H.: «Y tanto, por eso no tengo mucha confianza en lo que respecta a los premios. Odio estar siempre compitiendo, porque, para mí, el verdadero premio es hacer las películas, no confrontar tu película con otras que pueden ser tan buenas como la tuya. Por ejemplo, he visto ‘Robot Dreams’ y me ha encantado, me parece una preciosidad. Y es que yo ya soy muy mayor para ser competitiva, aunque siempre gusta que te den un premio, claro. Lo que yo quiero es hacer películas, y además, ya hemos ganado muchos premios. Eso sí, a veces las cosas se ponen tan difíciles que un premio ayuda a subirte la moral, pero lo fundamental es hacer las películas con todo el amor del mundo para que le gusten al público. ‘Dispararon al pianista’ es una película difícil, y aunque sabía que no iba a ser un taquillazo, creía que iba a ir a verla un mayor número de gente, insisto. Pero bueno, yo creo que va a tener un recorrido largo y la gente la va a ir viendo. No lo creo, estoy segura de ello».

A451: Ahí está el ejemplo de ‘Chico y Rita’…

C.H.: «Exacto. Aunque parece que fue un gran éxito, ‘Chico y Rita’ no tuvo un público enorme, ni mucho menos. Funcionó razonablemente bien, tal y como yo esperaba que lo hiciera y tuvo un recorrido larguísimo. Eso sí, fue más cara que ‘Dispararon al pianista’, porque nosotros sabíamos menos y porque, en estos años, han avanzado muchísimo las herramientas y las técnicas de animación. ‘Chico y Rita’ fue un trabajo manual que llevó mucho tiempo, mientras que ahora hay unos programas que son increíbles y facilitan mucho las cosas, y dentro de unos pocos años, los habrá mejores todavía».

A451: Bueno, pero como ya no tienes pensado producir más películas de animación…

C.H: «Nunca digas de este agua no beberé, todo sea que Fernando se empeñe en algo y diga que solo puede hacerse en animación… Entonces, ahí me verás, pero, definitivamente, lo mío es la ficción. Por eso, tengo muchísimas ganas de que se estrene ‘Haunted Heart’, que llegará a los cines a primeros de mayo. Pienso que puede gustarle mucho al público».

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