El Ministerio de Cultura ha iniciado los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la Colección de la Escuela Oficial de Cine, un fondo fílmico y documental de titularidad estatal que conserva Filmoteca Española, tal como anunció el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, con motivo del Día del Cine Español.
Según manifestó entonces el ministro, esta protección supone “una forma de reconocimiento a aquellos cineastas que trataron, de todas las maneras posibles, de ejercer su libertad para filmar, para producir, para escribir guiones y contar sus propias historias. Un esfuerzo colectivo por burlar la censura y las imposiciones, que ha marcado la historia cultural de nuestro país y franqueó una puerta a la modernidad y al lugar de nuestro cine en el mundo”.
La incoación del expediente se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado, lo que supone la aplicación al fondo de esta categoría de protección, la máxima que establece la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español.
El archivo fílmico y documental de la Escuela de Cine es, junto al del No-Do, uno de los acervos de titularidad pública más completos que custodia Filmoteca Española. La institución inició su actividad en 1947 como Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC) en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid. En 1962 pasó a llamarse Escuela Oficial de Cinematografía (EOC), mudándose a la Dehesa de la Villa hasta su cierre, en 1976. Ofrecía formación en ocho especialidades: dirección, producción, decoración, interpretación, guion, cámaras, sonido y técnica de laboratorio.
En sus clases se formaron cineastas como Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Manuel Gutiérrez Aragón, Iván Zulueta, Víctor Erice o Basilio Martín Patino, entre muchos otros, y de la mano de Carlos Saura, Mario Camus, Francisco Regueiro o Joaquim Jordà surgieron movimientos como el ‘Nuevo cine español’ o la ‘Escuela de Barcelona’. En la segunda etapa se titularon en dirección y realización de forma pionera autoras como Josefina Molina, Cecilia Bartolomé o, más tarde, Pilar Miró en guion.
Durante sus tres décadas y 28 cursos académicos de existencia, la Escuela de Cine fue un fuerte atractivo para las élites culturales del país. Escritores, artistas, periodistas, políticos y arquitectos ingresaron, o intentaron ingresar, en la institución. El artista César Manrique, el mago Juan Tamariz, el político Alfonso Guerra, las periodistas Rosa María Mateo y Paloma Chamorro o los escritores Rafael Sánchez Ferlosio, Adelaida García Morales, Fernando Sánchez Dragó y Clara Janés sintieron en algún momento la llamada de este centro formativo, clave en el entorno cultural de la segunda mitad del siglo XX.
El peso específico de las mujeres también fue capital en la escuela. Aunque cuantitativamente fueron pocas (de los 1.515 estudiantes que lograron ingresar, solo 180 fueron mujeres) y el machismo imperante les puso algunas trabas (en el primer curso de 1947 solo se les permitió matricularse en las especialidades de interpretación y decoración), lograron hacerse visibles y reivindicar su lugar en la sociedad a través de su participación en los proyectos de dos especialidades: interpretación y dirección.
Esmeralda Adam, Concha Gómez Conde, María Elena Flores, Luisa Muñoz Schneider, Mercedes Juste, Julia Peña o Victoria Vera crearon, en algunos casos, personajes femeninos que poco o nada tenían que ver con el modelo de mujer que fomentaba el régimen dictatorial de Franco.
Durante su paso por la Escuela Oficial de Cine, los alumnos realizaban ejercicios prácticos, un material que ahora conforma un rico patrimonio audiovisual producido por una excepcional generación de cineastas españoles. Entre las prácticas, la más conocida era la de ‘Los 100 metros libres’. Se trataba de un ejercicio en el que contaban solo con cien metros de película, tres minutos de duración, con los que los alumnos se esforzaban al máximo por contar una historia en la que podían, al no estar pensada para la exhibición, sortear a la censura y disponer de un espacio de libertad, ajeno a la realidad social del momento.
Con estos materiales, en el marco de la celebración del Día del Cine Español el pasado 6 de octubre, Filmoteca Española organizó la exposición ‘Los 100 metros libres: Vida y milagros de la Escuela de Cine (1947-1976), que puede visitarse en la sede de la calle Magdalena, en Madrid, hasta el próximo abril.
La colección que ahora se protege está formada, entre otros materiales, por el contenido audiovisual de esas prácticas realizadas por cineastas como Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Basilio Martín Patino, Carlos Saura, Manuel Summers, Mario Camus, Francisco Regueiro, José Luis Borau, Víctor Erice, Cecilia Bartolomé, Josefina Molina, Pilar Miró, Iván Zulueta, Jaime Chávarri, Manuel Gutiérrez Aragón, Pedro Olea o Fernando Colomo.
En total son unos 1.770 títulos en distintos formatos, desde 16mm en blanco y negro hasta 35mm con sonido y en color, que recogen la evolución de la tecnología durante estas décadas y que permiten entender los cambios en el cine español.
Precisamente, el documental que aspira a estar entre los nominados a los próximos premios Goya, ‘La primera mirada’, dirigido por Luis E. Parés, habla sobre la primera escuela de cine que hubo en España y tiene como base los extractos de las primeras prácticas fílmicas de sus alumnos.
Además, se completa con un rico archivo documental con proyectos de clases, guiones, fichas de alumnos, actas de claustros, exámenes, solicitudes de ingreso o fichas de exhibición, entre otros documentos.