D’A Lab, iniciativa de desarrollo de largometrajes adscrita al festival D’A Barcelona, ya ha abierto la convocatoria de su cuarta edición.
Desde su edición inicial en 2021, algo peculiar por las restricciones del covid-19, D’A Lab ha venido recibiendo una media de cien proyectos cada año. En 2024, ha pasado de seleccionar 12 títulos a 23. Y para 2025 reforzará su sección dedicada a la coproducción internacional. Lo que no cambia es el objetivo de impulsar el talento emergente.
Películas como ‘¿Qué hicimos mal’, de Liliana Torres, o ‘La singla’, de Paloma Zapata, han pasado por este laboratorio que cuenta con cuatro secciones: Final Cut, para largometrajes en fase de postproducción y con un único premio de 20.000 euros; Producció Emergent, para proyectos en fase de desarrollo; Panorama Catalunya, para obras catalanas en lengua catalana ya en fase de postproducción; y Coproduction Meetings Barcelona, con la colaboración de Porto/Post/Doc: Film & Media Festival para promover la circulación de películas y productores españoles y portugueses.
Así, ya están abiertas las convocatorias de Final Cut, que incluye Panorama Catalunya, y de Producció Emergent. La organización recuerda que el acceso a Coproduction Meetings Barcelona es sólo por invitación. El laboratorio se celebrará dentro del festival D’A 2025, del 27 de marzo al 6 de abril. Cabe recordar que las secciones competitivas del certamen también mantienen abierto el plazo de inscripción de películas.
Pedro Andrade, al frente de la gestión del laboratorio que dirige Carlos R. Ríos, comenta con Audiovisual451 cuáles son los objetivos del D’A Lab en su cuarta edición y qué mejoras han implementado desde su lanzamiento en 2022.
Audiovisual451: Pedro, cuéntanos, entre tanto laboratorio de desarrollo como ha habido en los últimos años, propiciados por las ayudas públicas, ¿cómo concebís el D’A Lab y qué es lo que le distingue?
Pedro Andrade: “Sobre todo nos enfocamos mucho en la promoción de talento emergente. Esto es una cosa que tenemos muy clara. Pero no solo la parte creativa, sino también la parte de producción, creo que es lo que más nos distingue del resto. Trabajamos mucho con productores emergentes porque entendemos que las primeras películas siempre o casi siempre vienen vienen acompañadas de productores que también son emergentes. Ese tándem de producción-dirección está generando esta cantidad de películas tan buenas y tan interesantes que tenemos en los últimos años en la industria española. Entendemos que hay que trabajar en los dos niveles, y queremos reforzar la parte de producción.
En el D’A Lab generamos muchas herramientas y tratamos de que los participantes miren más allá de España para sacar adelante sus proyectos, que sean conscientes de que hay muchas oportunidades fuera, y por fuera nos referimos a otros países aparte de Francia.
Y también intentamos darles las claves para llegar más allá y hacer películas que lleguen a mucho más público. Nos planteamos preguntas como ¿llegan de verdad las películas al público? ¿El público sabe qué películas están haciendo? ¿O estamos generando una burbuja de películas para los cineastas o la gente que nos dedicamos al cine y que vamos a festivales? ¿Las pelis españolas se ven más allá de los cines españoles? Estamos en un laboratorio, es decir, queremos probar cosas y hacernos preguntas continuamente, acompañándonos siempre de los productores, de distribuidores, de ventas…
Nosotros definimos el D’A Lab como un laboratorio boutique, no pequeño. Y, por supuesto, está dirigido a talento emergente, lo cual, quiero dejarlo claro, no es sinónimo de gente joven. Hay personas que llevan muchos años haciendo cortometrajes o publicidad que buscan dar el salto al largometraje. Son mundos distintos y en los tres días que dura nuestro laboratorio pueden llevarse una idea firme de lo que necesitan.”
A451: ¿Cuáles son vuestras fuentes de inspiración?
P.A.: “En 2022 hicimos una ruta por laboratorios españoles, y después fuimos a eventos europeos como Polish Days, When East Meets West, MIA Market de Roma, Nebulae de Doclisboa, Les Arcs, con el fin de conocer qué estaban haciendo, por qué tienen tanto nombre, por qué tienen tanta repercusión, siendo eventos que no son masivos. A mí me gusta traer a Nicolò Gallio, que trabaja con TorinoFilmLab, él viene al D’A Lab y a los participantes les revienta un poco la cabeza cuando habla de audiencias. O a Weronika Czołnowska, de Polish Days, que es productora y puede hablar de cómo se hacen las cosas en el Este de Europa. Este perfil, junto con otras voces nacionales, como Núria Costa, es el que está en nuestro laboratorio, siempre para ayudar.”
A451: Hay quienes tienen dudas sobre la idoneidad de los laboratorios de desarrollo, en el sentido de que no desvirtúen la mirada de los participantes, que estos evolucionen pero no pierdan su esencia. ¿Cómo cuidáis eso en el D’A Lab?
P.A.: “La clave está en la comunicación continua, en generar una conversación entre las partes. Tanto con productores como con creadores. Nosotros siempre decimos que en el D’A Lab hemos generado una familia, de alguna manera, nos vamos reencontrando en diferentes eventos. Tenemos productores y directores que han pasado por la sección Producció Emergent que luego pasan por Coproduction Meetings.
Creo que también es importante atrevernos a decir ‘confía un poco en mi criterio, te traigo una persona que te va a ayudar.’ Los mentores escuchan pero también tienen que ser escuchados, no son la autoridad máxima, simplemente vienen para ayudar a sacar los proyectos adelante, a hace reflexionar a los autores, de empoderarles. Tengo muchos amigos que se dedican a la dirección y debato mucho con ellos, una de las conclusiones a las que llegamos es que una película deja de ser tuya cuando se la ofreces a un productor y empieza a haber más opiniones, más visiones. Esto se acrecienta a medida que te acercas al rodaje, cada vez el equipo es más grande y hay más miradas.
Nuestros comités de selección tienen una mirada muy abierta y los proyectos que participan son muy diversos, desde el documental más clásico hasta el documental de creación, pasando por la ficción más absoluta, intentamos dar una visión muy general de lo que se está haciendo a nivel nacional y siempre teniendo muy en cuenta las distintas visiones incluso a la hora del idioma. Por todo esto, no creo que los laboratorios tendamos a la homogenización de los proyectos.”
A451: Por el D’A Lab han pasado muchos proyectos que han terminado haciéndose realidad. ¿Cuáles te gustaría mencionar?
P.A.: “En aquella primera edición de 2020, que llamamos ‘fantasma’ porque existió pero no pudimos tocarla [por el Covid-19], participaron ‘Eles transportan a morte’, de Samuel Delgado y Helena Girón, o ‘Sedimentos’, documental de Adrián Silvestre. Luego, tuvimos ‘Matria’, de Álvaro Gago, ‘Un sol radiant’, de Laia Artigas, este último recién salido de la universidad, ganó en el D’A Lab y refleja el espíritu del propio festival y del laboratorio, que es ese impulso al talento emergente. Posteriormente, tuvimos la suerte de tener ‘Creatura’, de Elena Martín Gimeno, ‘La imatge permanent’, de Laura Ferrés, ‘Sobre todo de noche’, de Víctor Iriarte, que fue la ganadora, ‘La Marsellesa de los borrachos’, de Pablo Gil Rituerto.
De repente nos vimos en nuestra tercera edición con proyectos en Cannes, Venecia, Locarno, y estrenando casi todo en el mismo año. También puedo mencionar ‘Por donde pasa el silencio’, de Sandra Romero Acevedo, estrenada en el Festival de San Sebastián, o ‘La mitad de Ana’, el debut en la dirección de Marta Nieto, seleccionada en SEMINCI. Hay más proyectos que han pasado por el D’A Lab en un estado más iniciático que siguen su camino y que confiamos ver en los próximos años.”
A451: Y para 2025, ¿qué novedades tendrá el laboratorio?
P.A.: “2025 es el año de la consolidación del D’A Lab en su formato. Nuestro objetivo es convertirnos en el único laboratorio que tu peli necesita. Porque sabemos que el sector también se pregunta por cuántos laboratorios es necesario pasar para completar el desarrollo de un proyecto.
Queremos insistir también en ampliar la visión internacional, que los responsables de los proyectos sepan que pueden ir a MIA Market o a Polish Days, busca oportunidades fuera de España y hacer las películas más grandes.
Y creo que la novedad más grande es el refuerzo del Coproduction Meetings, un programa que iniciamos con PortoPostDoc hace tres años intentando responder a la pregunta de por qué no se produce más entre España y Portugal. Empezamos como una cosa pequeña entre Portugal y España y es verdad que sí que hemos generado mucha conversación. El logo de esta sección es un círculo porque es un punto de encuentro, un espacio para productores emergentes que están dando el salto a la coproducción internacional. Queremos juntarnos en Barcelona para aprender buenas maneras de coproducir internacionalmente porque es otro planeta también… Nos abriremos a más países, especialmente a los del arco mediterráneo y Europa del Este, que vive muy buen momento con ejemplos como Polonia o Rumania. Como te decía, la coproducción internacional no acaba en Francia. Mismamente, Portugal ahora mismo quiere ser el país clave a la hora de la coproducción internacional. Italia está en ese mismo punto, Grecia viene con las mismas ganas. Está ocurriendo ahora mismo una revolución en su instituto de cine.”
A451: ¿Cómo ves la industria española?
P.A.: “Estamos consiguiendo espacios en festivales y mercados internacionales, Beatriz Navas inició este labor cuando estaba al frente del ICAA y hoy en día España está siendo protagonista en citas como Cannes, Locarno, próximamente Berlín. Estamos llevando buen producto, un cine y un contenido audiovisual que es universal, que se puede ver en cualquier sitio y que tiene capacidad de llegar a muchos sitios. Lo vemos con muchos proyectos que dan cada vez más la vuelta al mundo. Creo que vamos con buen paso y deberíamos ser optimistas, creer más en el talento. No solo vivimos de las ayudas públicas sino que estamos generando mucha riqueza también, cultural, industrial, también marca España, con diversidad idiomática, de territorios, de visiones. Hablamos de la coproducción interna que hacemos en España. Hay una gran colaboración entre las diferentes regiones del país.”
A451: Las ayudas nacionales a los laboratorios están a punto de terminarse. ¿Qué planes tenéis en el D’A Lab?
P.A.: “En Cataluña, el ICEC mantiene ayudas específicas a laboratorios. Yo creo que se acaban las ayudas porque tenemos que buscar la excelencia a la hora de trabajar. Sí es verdad que han salido muchísimos laboratorios y a ver, no es cuestión de decir unos mejores que otros, todos son necesarios, pero creo que el trabajo está en buscar la excelencia y la diferenciación. También la colaboración y la complementación entre las diferentes iniciativas. Por ejemplo, reunirnos los laboratorios de primavera y ver cómo podemos ser más útiles para los proyectos. En nuestro caso, el D’A Lab va ligado a un festival y el espíritu es muy específicos, ambos eventos se refuerzan mutuamente.”