Dadá Films & Entertainment, entre la diversificación y la coproducción

Desde ‘Anatomía de un dandy’ (2020), Dadá Films & Entertainment no ha parado. Que si Raphael, que si Bisbal, que si José María García, que si Lola Índigo… Toda una colección de biopics que ha tenido un giro de guion este mismo año con el estreno de ‘El rey del cachopo’.

La serie sobre César Román, empresario de dudoso honor que saltó a la primera plana porque asesinó a su pareja en 2018, ha supuesto para la productora fundada por Alberto Ortega y Charlie Arnáiz un nuevo desafío. “Ha sido nuestro primer true crime y nuestro primer trabajo para Netflix”, comentan a Audiovisual451. ‘El rey del cachopo’ forma parte de la etapa de diversificación que Dadá está viviendo, no en vano, fueron seleccionados en la sesión Pitch Feel Good Formats de Conecta 8 con ‘Stand-up Therapy’, formato de entretenimiento de desarrollo propio. Y hasta recibieron el Premio WAWA en el foro que se celebró en Toledo hace un par de semanas.

Dadá Films & Entertainment

“El próximo mes de octubre cumpliremos ocho años. Hemos hecho ya muchas cosas, pero aún quedan otras tantas. No dejamos de desarrollar formatos de entretenimiento y nuestra introducción en la ficción es inminente”, confiesan, a la vez que mencionan su próximo estreno: el largometraje documental sobre el productor y arreglista Waldo de los Ríos. “Su historia es una de esas que están ocultas en el imaginario colectivo, la descubrimos por un artículo en prensa y, cuando empezamos a investigar, crecía y crecía cada vez más. Es un largometraje en el que llevamos dos años y medio trabajando, a fuego lento, como nos gusta a nosotros, y que hemos financiado a pulmón”, asegura Arnáiz. El filme estará listo después de verano y está construido en un 95 por ciento con material de archivo. Haciendo gala de la innovación narrativa que se está aplicando al género documental, Dadá avanza que este largometraje ha “huido de los bustos parlantes, hemos optado por llamadas telefónicas”, comenta Arnáiz.

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Como compañía independiente, Dadá equilibra su actividad entre lo que demanda el mercado y lo que el corazón les pide producir. “Siempre nos involucramos al máximo en la creación de todo lo que hacemos, nos gusta hacer las historias nuestras”, comenta Ortega. Dadá Films & Entertainment cuenta hoy en día con un equipo fijo de ocho profesionales entre desarrollo, documentación, producción, postproducción, finanzas… más colaboradores externos. “Empezamos en un sótano y hemos ido cambiando de oficina en función de las necesidades”, añade Arnáiz. Actualmente, están en la calle de Ortega y Gasset, en Madrid.

Los dos directores y productores se conocieron en 2008 mientras trabajaban en el programa de laSexta ‘Sexto Nivel’. “Charlie y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo y, además de socios, somos amigos. Hoy en día estamos en una situación vital similar, los dos somos padres de familia con hijos. Sin haberlo hablado expresamente tenemos un acuerdo implícito sobre qué posición tenemos cada uno, los dos estamos en todo pero cada uno le deja espacio al otro. En nuestra oficina, estamos sentados uno frente a otro para estar en constante comunicación. En algunos proyectos, Charlie tiene más peso en la dirección y yo en la postproducción porque mi perfil es más técnico, pero siempre intentamos que los dos seamos partícipes de todos los procesos, llegando a consensos. Estamos muy alineados, dialogamos mucho, nuestra productora es muy democrática y no perdemos de vista que el gran público es nuestro objetivo, por lo que siempre escuchamos muchas voces. Somos asesores el uno del otro a la hora de tomar decisiones, tratamos de no dejarnos llevar por la pasión, nunca nos ocultamos nada”, comenta Ortega.

Raphaelismo producción
‘Raphaelismo’.
El sello Dadá

Para ambos es esencial que, sea el proyecto que sea, tenga el sello Dadá. “Estamos en un mercado muy competitivo y es necesario diferenciarse. En el caso de Dadá, Alberto y yo siempre hemos tenido claro que no somos una churrería, nos implicamos a fondo y ponemos el alma en todo lo que hacemos”, añade Arnáiz. Una máxima que, por supuesto, han aplicado a ‘El rey del cachopo’, a pesar de no ser un biopic sobre una persona relevante de la cultura española. “El true crime nos atraía porque supone todo lo contrario a lo que habíamos hecho hasta la fecha, es decir, suponía reflejar la cara fea del mundo. Trabajando ‘El rey del cachopo’ nos dimos cuenta de las dificultades que supone producir una serie así, necesitas otro enfoque para el guion, la documentación, mucho conocimiento jurídico y legal. ‘El rey del cachopo’ ha sido un desafío y estamos muy satisfechos con el resultado”, aseguran ambos.

Todo empezó cuando los responsables de Dadá escribieron a César Román, el asesino, para expresarle su deseo de contar su historia. “Era una carta muy sencilla, él ya estaba en la cárcel. Nunca contestó, pero un año después nos envió una tarjeta navideña, nos consta que se la envió a más productoras. Meses después vino a vernos su abogada para decirnos que éramos los elegidos por nuestra manera de tratar temas espinosos. Creo que ‘Anatomía de un dandy’ fue clave, podríamos haber llevado el personaje de Francisco Umbral por muchos lados, pero la forma de tratar la muerte de su hijo, por ejemplo, dice mucho de cómo abordamos las historias. En cuanto empezamos a mover el proyecto recibimos una carta de interés de Netflix y nos dieron luz verde muy rápido, fueron unos meses de trabajo intenso, el equipo trabajó con el máximo compromiso para cumplir plazos y para estar satisfechos del resultado tanto a nivel formal como de contenido”, relata Arnáiz.

Mantener la total objetividad a la hora de narrar los hechos y contar con los testimonios de todas las personas implicadas en este caso fueron las líneas editoriales que se respetaron de principio a fin en ‘El rey del cachopo’. “A César Román le advertimos de que no le íbamos a retratar como un santo, y él nos dijo que lo único que quería era dar su versión de los hechos. Conseguir que la familia de la víctima participara en el documental ha sido lo más difícil. Es inimaginable el trabajo que hemos tenido que hacer para tenerlos a todos, no podía faltar ninguno porque hubiera sido entonces una obra incompleta”, asegura Arnáiz, quien recuerda especialmente la cantidad de conversaciones que ha habido entre abogados a lo largo de esta producción. “Siempre animamos a ver la serie completa para ver cómo César Román se desacredita a sí mismo. En el último capítulo, se desenmascara y, de alguna manera, lanzamos un mensaje de advertencia sobre este tipo de personas”, continúa Arnáiz.

Dada Films Entertainment Conecta 8

Como no podía ser de otra manera, Dadá ha compensado esa “cara fea” de ‘El rey del cachopo’ con un formato de entretenimiento que viene a alegrar los corazones. ‘Stand-up Therapy’, como decíamos, seleccionado en Conecta 8, aborda las desgracias humanas desde el punto de vista de la comedia. El formato propone que una persona que esté atravesando un mal momento, sea una enfermedad, la pérdida de un ser querido o una ruptura sentimental, se siente con un equipo de cómicos y guionistas especializados en la improvisación para escribir un monólogo que, como broche final, el protagonista interprete delante de una audiencia. “Este proyecto surgió con la guionista Noelia Bodas y creemos que puede ayudar a muchas personas que lo están pasando mal”, comenta Ortega. La producción está planteada de forma sencilla: “Se puede abordar en cuatro semanas y se graba en localizaciones naturales y cotidianas. Se trata de un formato exportable, con valores y con capacidad para generar conversación social, se puede viralizar en redes sociales. Además de que es un contenido blanco que puede llegar a un público amplio.”

En lo que queda de 2024, Dadá Films & Entertainment seguirá trabajando en un largometraje documental para 2025, y en varios proyectos de branded content. “Además, tenemos diferentes proyectos en desarrollo con plataformas, y en unos días viajamos a México para MestizoLab, tenemos detectadas historias de allí muy interesantes y queremos buscar socios. En general, estamos muy abiertos a trabajar con otras productoras, creemos que es un buen momento para aunar fuerzas”, concluyen Alberto Ortega y Charlie Arnáiz.

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