Desde hace año y medio los fans de “la animación para adultos” cuentan con un nuevo aliado: Glitch. Se trata de un nuevo servicio de streaming, de esos llamados de nicho, cuyo catálogo se centra en cortometrajes de animación que solo los mayores de 18 años deberían ver.
La compañía que está detrás, Tribes Media, fundada por el chileno Roberto Soto, tiene en proyección otros servicios, como Myst, dedicado íntegramente a producciones de terror. Ante la avalancha de estrenos semanales para todos los públicos, Tribes Media propone una selección medida en cuanto a cantidad y “curada por humanos”, tal y como comenta Daniella Gallegos, editora jefe de Glitch y directora de adquisiciones de Tribes Media.
La mexicana afincada en Barcelona es un rostro cada vez más frecuente en citas de animación como Annecy, Chilemonos, Weird Market, Cartoon Movie, Cartoon Forum, siempre a la busca de creadores que se salen de la norma. Además, Glitch ha estado nominada al Cartoon Tributes como Broadacaster del Año, un galardón que finalmente se llevó la cadena alemana KiKa.
Audiovisual451 ha tenido la ocasión de charlar con Daniella Gallegos, quien ofrecerá una charla sobre distribución en Cartoon Springboard de Madrid.
Audiovisual451: Daniella, ¿cuál es el detonante para poner en marcha Glitch?
Daniella Gallegos: “El panorama del streaming está dominado por las majors y sus catálogos inmensos. El fundador de Tribes Media, Roberto Soto, conoce muy bien este mercado mainstream y hace varios años anticipó que buena parte del público va a querer una propuesta más acotada. Por eso nace Glitch, nuestro servicio se presenta como una plataforma curada por humanos, no por algoritmos, con contenidos elegidos para una audiencia que conocemos bien, que sabemos lo que busca. Yo, personalmente, llevo más de doce años organizando un festival de animación en México, no soy animadora ni productora de animación, pero me he dedicado durante más de una década a la gestión cultural de eventos relacionados con la animación, trabajo mucho con artistas en otro tipo de proyectos.”
A451: Así que, ¿quién está suscribiéndose a Glitch?
D.G.: “Es obvio que muchos de los usuarios de Glitch son ilustradores, artistas gráficos, animadores, pero buena parte de nuestra audiencia son profesionales no creativos fans de la animación, hay personas que son abogados, desarrolladores de telecomunicaciones…
Glitch es una forma de democratizar el acceso al contenido. Observo que un altísimo porcentaje de la producción independiente de animación desaparece del mapa cuando termina el ciclo de festivales. Glitch viene a ser un festival permanente, una comunidad de glitchers que piensan que la realidad es mucho más que lo que ofrece el circuito comercial y que la animación habla de muchísimos temas, como pueden ser la guerra, la homosexualidad, la salud mental… La animación tiene el poder de empatizar con el público, de tratar temas de una manera distinta, de abrir caminos, la animación no es solo para niños, tiene el poder de mover muchas conciencias o de plantear muchas preguntas para reflexionar. Los adultos tenemos el derecho de seguir viendo animación.”
A451: ¿Cómo es vuestro catálogo actual?
D.G.: “Contamos con muchas producciones de Francia y queremos aumentar nuestro catálogo de producciones latinoamericanas. Otro de nuestros objetivos es introducir obras españolas, hay muchas escuelas repartidas por el país y observamos que hay también mucha tradición de animación stop-motion, así que esperamos que pronto haya producciones españolas en Glitch. Hoy en día ofrecemos unos 140 cortometrajes y algunos largometrajes, así como podcasts sobre animación.”
A451: ¿Qué clase de contenidos estáis buscando?
D.G.: “Al público de Glitch le fascina la animación stop-motion, así que queremos introducir más producciones con esta técnica. La audiencia está muy cansada de la realidad y cada vez que publicamos un contenido muy delirante, se consume muchísimo. Producciones en stop-motion de México o República Checa, con personajes muy creepy, suelen triunfar en Glitch, hemos detectado que a los abonados de Estados Unidos les gusta mucho el stop-motion. Próximamente tendremos un paquete de cortometrajes que incluirá ‘Bestia’, del chileno Hugo Covarrubias.
En general, Glitch no rechaza nada, lo único elemental es que el contenido te despierte como ser humano, que te haga ver un color que nunca antes has visto, que toque una temática nueva para ti. Los glitchers quieren sorprenderse. Un glitch es un error de programación, los glitchers somos errores del sistema, somos personas que hacemos preguntas, que no quisimos estudiar ni derecho ni medicina, que no hemos querido seguir el camino de tener un trabajo estable, comprarse un coche, casarse, tener un hijo. La animación confirma que hay muchas personas así. Esto nos lleva a fijarnos en otros aspectos más allá de quién es el creador, creemos que nuestra audiencia no se fija tanto en eso y, por eso, próximamente ofreceremos colecciones basadas en estados de ánimo.”
A451: ¿Qué podéis ofrecer a los creadores en términos de negocio?
D.G.: “El modelo sobre el que principalmente trabajamos es revenue share, así que cuantas más personas se abonen a Glitch, más beneficios recibirán los creadores. Es un modelo basado en el colectivo, en la responsabilidad compartida de que, si ese creador te gusta, reciba ingresos para poder seguir creando. Nuestra plataforma tiene un precio de 5,99 euros al mes en España, hasta hace unos días hemos tenido una oferta 1×1, es decir, te daba acceso por un año pagando solo un mes.
Adquirimos derechos no exclusivos, de momento, para cuantos más territorios mejor, idealmente mundiales porque Glitch está disponible en todo el mundo.”
A451: ¿Cómo encuentras esos títulos dignos de estar en Glitch?
D.G.: “Yo viajo a tantos festivales y foros como es posible, por ejemplo, Chilemonos, Annecy, Weird Market, Cartoon Movie, Cartoon Forum. También buceo mucho en redes sociales, la mitad del día lo paso visionando, incluso cuando estoy en la oficina.
Trabajamos con distribuidoras, como es el caso de Pack Màgic o Alfa Pictures en España, pero también estamos en contacto con los creadores. Ten en cuenta que algunas cinematografías como la francesa o la estadounidense tienen muy buena distribución, pero, por ejemplo, otros territorios como África, Latinoamérica, algunas partes de Asia no tienen acceso a la circulación de sus obras. Los creadores están centrados en crear y no están al tanto de cómo pueden distribuir sus obras, no tienen la más mínima noción de qué derechos tienen, cuáles son los precios, etc. Mi labor como directora de adquisiciones, en muchas ocasiones, va más allá de la compra, en el sentido de que les asesoro cuando van a firmar un contrato. Glitch no tiene la ambición de convertirse en distribuidora, pero sí tenemos la intención de englobar a esta comunidad que no está en el circuito, queremos dar con un modelo de monetización que beneficie a los creadores. Una de las primeras cosas que les recomiendo es que envíen sus obras a los festivales porque son un escaparate, son el lugar donde muchos distribuidores pueden descubrirles. Igualmente, les recomiendo que incluyan sus datos de contacto en su web o en su perfil de Instagram, a mí misma me pasa que muchas veces tardo mucho en dar con un creador concreto porque no encuentro la forma de llegar a él. De la misma manera, me gustaría decir que los creadores pueden ponerse en contacto conmigo a través de las redes sociales.”
A451: ¿Cuáles son vuestros objetivos en cuanto a número de abonados y crecimiento del catálogo?
D.G.: “Tenemos el objetivo de llegar a los dos mil suscriptores a nivel mundial a mediados de 2023 y crecer a velocidad de crucero para estar entre los 45.000 y los 50.000 en 2026. Esa sería la curva teniendo en cuenta el crecimiento habitual de las plataformas de streaming.
En cuanto al catálogo, hoy en día tenemos unos 140 cortometrajes, así como algunos largometrajes. No aspiramos a tener una oferta inmensa, para nosotros es más importante que sea una oferta curada. En un futuro próximo tenemos la intención de producir contenido original.
Los usuarios de Glitch podrán beneficiarse próximamente de acciones como entradas a festivales, watch-parties virtuales con los directores, Q&A, cineclubs, en Madrid y Barcelona queremos aliarnos con festivales para proyectar ciclos Glitch. En definitiva, tenemos alma de start-up y sabemos que estamos ante una carrera de fondo, tenemos muchos planes, muchas ideas, vamos a ir poco a poco, conociendo más y más a nuestra audiencia y trabajando en la idea de que la animación no es algo exclusivo para niños.”
