La temporada de premios lleva siendo una de mis épocas favoritas del año desde que descubrí mi pasión por el cine. Ya a los 13 años, me quedaba despierta toda la noche para ver los Oscars y los Globos de Oro, y después iba a clase con una o dos horas de sueño, algo que, con la perspectiva de los años, me parece una locura. Por lo tanto, es fácil pensar que mi amor por los premios de cine – a pesar de sus errores, falta de representación y controversias de los últimos años – han contribuido en gran parte a la dirección en la que decidí tomar mi carrera.
Este 2023 hará 5 años que decidí probar suerte en la meca del cine como productora. Esto me ha permitido vivir este mundo al que yo tanto admiraba desde pequeña, desde muy cerca. Obviamente, nada es tan glamuroso como parece, y los entresijos de la awards season y la industria, me han impresionado y decepcionado a partes iguales. A pesar de la pandemia, los últimos tres años han sido especialmente educativos en este sentido. Durante este tiempo he podido estudiar en la University of Southern California, formando parte Film Independent Project Involve y de BAFTA, poder ver tantas películas con sus respectivos Q&A’s, y especialmente respirar el mismo aire que Cate Blanchett en el screening de ‘Tár’, es sin duda mi highlight de 2022.
Además, también he podido trabajar en proyectos que me han llevado por festivales de todo Estados Unidos. Pero después de más de 25 cortos en menos de cinco años, este ha sido el que me ha permitido, ver por primera vez y en primera persona, como se lleva una carrera de los Oscars, y aprender de nuestros errores- no entramos en la shortlist – y de los aciertos de mis compañeros, este año tenía amigos en 10 proyectos que también aspiraban a los Oscar.
Todo esto se debe al último corto que he producido, ‘100% USDA Certified Organic Homemade Tofu’, también conocido como ‘Tofu’. Este proyecto sale de la iniciativa Indeed Rising Voices, un programa impulsado por el portal de empleo Indeed, que financia, con 100.000 dólares, 10 proyectos cada año dirigidos por cineastas de comunidades poco representadas. La mayoría de los cortos que he hecho desde 2021, ahora que el formato ha tomado un segundo plano en mi carrera, se han financiado con programas similares; como Film Independent Project Involve, de donde salieron ‘Calabaza’ y ‘HARD’; o Women in Film x Google Shorts Lab, gracias al cual grabamos ‘Silver Lake Cleaners’. Podríamos sacar un artículo entero sobre este tipo de programas en Estados Unidos, donde son empresas privadas y no subvenciones, las que financian proyectos que si no, no serían viables. Con ‘Tofu’, que estrenamos en el pasado festival de Tribeca y que desde entonces hemos llevado a siete festivales calificadores para los Oscar en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, sabíamos que teníamos algo especial: un corto de comedia de temática LGBTQ, con una protagonista trans que se aleja de los temas que normalmente vemos en torno al trauma o la discriminación. También sabíamos, precisamente por eso, que no era material de Oscar, pero queríamos intentarlo igualmente.
Hay dos maneras de calificar para los Oscar: ganar un festival calificador, ganar los Oscars estudiantiles, o estar en salas de cine cobrando entrada durante un mínimo de siete días consecutivos en una de las principales zonas urbanas de Estados Unidos, como Los Angeles, Nueva York, Miami, Chicago o Atlanta. En nuestro caso, calificamos casi sin saberlo, tras estrenar en varios cines en todo el país coincidiendo con el lanzamiento de ‘Nope’, de Jordan Peele, y por esta razón, casi nos perdemos la submission. De entrada, sabíamos que esta era una misión cuanto menos poco realista, una campaña de Oscar para cortometrajes puede costar cincuenta o setenta mil dólares a lo largo de todo el proceso de campaña, pero aun así queríamos intentarlo y pasarlo bien.
En muchos aspectos, nos guiamos por los consejos del equipo de ‘Please Hold’, cortometraje nominado a los Oscar el año pasado, cuyos productores son amigos nuestros. Pero en general, dada la temática del cortometraje – redes sociales, estética, conflicto generacional- nos centramos en redes sociales, donde además se encuentra la gran parte de nuestro público, con el que queríamos conectar antes de empezar la temporada de festivales en 2023. También coincidía con el target general de nuestro joven equipo creativo, tanto el director Gbenga Komolafe como la guionista Tee Park, tienen solamente de 22 años. Y en general, nos lo tomamos con mucho humor y creatividad, ¿cuántas veces más volveremos a tener esta oportunidad?
A la vez, al ser una edición en la que conocía muchos de los proyectos que se presentaban, también pudimos ver las estrategias y campañas que llevaron a cabo los filmes más ambiciosos y con mejor financiación. Estas van desde email blasts oficiales a través de la plataforma de la Academia, screenings con recepciones o virtuales, campañas de PR de toda la vida, o traer en los últimos días y para el empujón final a EPs de renombre, como Spike Lee, Eva Longoria o Carlos López Estrada.
En nuestro caso, contábamos con la ganadora del Emmy Lena Waithe como EP, cuya productora Hillman Grad está detrás de Indeed Rising Voices. Que ninguno de estos proyectos acabara entrando en la shortlist, que sigue siendo, en algunos casos, un concurso de popularidad a pesar de los premios de prestigio, me dejó muy sorprendida. Al final, en esta industria, nunca se sabe nada.
Ahora, sólo queda ver como prosigue esta temporada de premios y seguir trabajando para volver a intentarlo, si hay suerte, el año que viene. Después de tantos años trabajando en formato corto, este año toca hacer el salto al largometraje con ‘I Live Here Now’, dirigido por Julie Pacino.
Por ahora, solo queda tener un ojo puesto en los cuatro cortos españoles que sí han entrado en la shortlist: No hace falta irse hasta Hollywood, ¡cuánto talento tenemos en casa!
100% USDA Certified Organic Homemade Tofu está disponible online en: https://jobschangeus.com/risingvoices-tofu/