Los días 30 y 31 de mayo se celebra Documenta Pro, las terceras jornadas de industria sobre el sector de cine de no ficción que se enmarcan en la 21ª edición del festival Documenta Madrid, que se desarrolla estos días en la capital, hasta el 2 de junio.
Comisariadas por Asociación Española de Cine Documental (DOCMA) y organizadas por Madrid Film Office y Documenta Madrid, las jornadas reúnen en Matadero Madrid a destacados creadores, productores y distribuidores de cine documental alrededor de una programación de conferencias, casos de estudio y mesas redondas que este año se centran sobre todo en las diferentes alternativas de distribución del género en un ecosistema audiovisual cambiante y la captación de los nuevos públicos.
En la programación del primer día de Documenta Pro, que cuenta además con Audiovisual451 como Media Partner, han tenido especial protagonismo los mecanismos de distribución alternativos, más allá que el propio lanzamiento de las obras en las salas comerciales de cine y las grandes plataformas online, que ya no están al alcance de la gran mayoría de las obras de no ficción.
«El problema del documental español no son los documentales sino sus estructuras de distribución y exhibición», ha comentado Luis E. Parés, comisario y miembro del comité de selección de Documenta Madrid, durante la inauguración de las jornadas que, junto al laboratorio Corte Final, representan el núcleo principal de las actividades de industria del Festival de Cine Documental de Madrid.
Por su parte, Raúl Torquemada, subdirector de Madrid Film Office ha anunciado que la intención es que a partir de la edición 2025 Documenta Pro no sea solo un ciclo de conferencias profesionales y que se convierta además en un gran mercado de cine documental. La inauguración oficial ha concluido con la intervención de Sandra Ruesga, presidenta de DOCMA, que ha recordado el otro gran foco de las jornadas serán las audiencias.
Durante los dos días, productores y autores expondrán cuatro casos de estudio, todos ellos documentales apoyados por el Ayuntamiento de Madrid. El primero de ellos ha sido el documental autobiográfico ‘Contigo, contigo y sin mí’, dirigido por Amaya Villar y producido por y Carlo D’Ursi, que tuvo distribución en salas de cine y fue nominado al Goya al mejor documental en la pasada edición de los premios de la Academia de cine.
Villar ha contado cuál fue el germen del documental, allá por el año 2012, que narra 20 años de la vida de la directora, a partir de 450 horas de grabaciones propias. El documental, que combina imagen real y animación, llegó al productor con una gran estructura creada y su vinculación con Madrid fue la base de su financiación, con ayudas del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el apoyo de la televisión autonómica.
Para el productor, una vez financiada la película, el reto era hacer llegar un trabajo tan personal como ‘Contigo, contigo y sin mí’ al público y cautivar a los académicos para conseguir la nominación. Con tal fin se hizo un estreno segmentado y se buscaron festivales que aportasen valor al documental, en este caso Abycine y Rizoma, justo antes de su estreno en cines. Así, todo el esfuerzo de marketing se concentró en muy poco tiempo con la vista puesta en las nominaciones a los Goya: «La nominación fue un gasto, porque la fama cuesta y en este caso no tuvo un efecto multiplicador», apuntó D’Ursi.
En la segunda conferencia de la primer día de Documenta Pro participaron Marta Sánchez, consultora audiovisual y CEO de Pragda, y Helena Fernández gestora Cultural y CEO de Aulafilm, que disertaron sobre las posibilidades de distribución en circuitos educativos y culturales. Sánchez explicó la gran diferencia entre Estados Unidos y España, y es que en el país norteamericano existe un verdadero circuito educativo, dada su larga tradición docente mediante la utilización de material audiovisual. Esto se traduce en que las instituciones educativas de todo el país tienen presupuesto para adquirir obras audiovisuales, tanto de ficción como documentales.
El caso español es bien diferente, porque el punto de partida es la inexistencia actualmente de un verdadero circuito educativo y cultural, con el añadido que hay una reticencia a pagar por los derechos de propiedad intelectual de las obras en los propios centros educativos: «Falta conciencia social para usar material audiovisual en los centros educativos».
La responsable de Aulafilm destacó la importancia de la intermediación entre los distribuidores convencionales y las instituciones educativas para poder dar acceso a las obras audiovisuales a las nuevas audiencias. También señaló la importancia de diseñar un contexto adecuado para que las películas que se muestren a los alumnos tengan un impacto real. Un buen ejemplo sería la celebración de coloquios posteriores a la proyección con alguno de los responsables de la película. «Hay una desconexión con el cine como hecho cultural, no solo con el cine artístico, con el cine en general. Para conseguir resultados es necesario ir de la mano de un evento, de lo contrario el espectador se queda en casa», concluyó Fernández.
La CEO de Pragda cree también que la saturación de contenidos de todo tipo en las plataformas es otro de los grandes problemas del sector. Sánchez ofreció algún ejemplo práctico que pone de manifiesto que la distribución en plataformas culturales no arroja cifras espectaculares y mucho menos en el caso de los documentales. La producción venezolana de ficción ‘Pelo malo’, un caso de éxito, lleva ocho años en su catálogo y cada año los productores han recibido en torno a 10.000 dólares por su distribución en estas plataformas culturales de Estados Unidos. En el caso de un documental no llegaría ni a 6.000 dólares en tres años.
La artista visual y documentalista Sally Gutiérrez Dewar ha disertado sobre la distribución de cine experimental y los circuitos de arte. En su caso, por su perfil fundamentalmente autoral, la distribución de sus obras se aleja del componente económico. En su visión, los proyectos tienen vidas diferentes y pueden acabar en una bienal, en un museo o en un colegio… Sally Gutiérrez Dewar ha apoyado su exposición con algunas piezas de sus obras ‘Margen de error’ y ‘Camino Rizal’.
Tampoco basa su sistema de distribución en lo puramente crematístico la distribuidora brasileña afincada en España: Silvia Cruz, responsable de Vitrine Filmes, que viene del mundo de la gran distribución convencional en Brasil, con más de 200 títulos lanzados en su etapa anterior. Ahora, desde España, Cruz ha creado una distribuidora «boutique», que se olvida de los cines (o al menos dejan de ser su prioridad) para centrarse en otros espacios como festivales, escuelas, museos, hospitales… En esta búsqueda de nuevos públicos, Cruz cree que es fundamental contar con el apoyo de los autores de las obras para conocer mejor sus preferencias.
«La salas de cine no van a programar vuestras películas por eso hay que buscar otros espacios como festivales, museos, colegios, hospitales… Y sería necesario contar con más ayudas públicas para esto», asegura la responsable de Vitrine Filmes, que fue la encargada de distribuir la película ‘H’, de Carlos Pardo Ros.
«Conocí ‘H’ precisamente en Documenta Madrid cuando era un proyecto. Desde una etapa muy inicial empezamos a ver las diferentes posibilidades de distribución en salas, festivales y plataformas», explica Cruz. En sus diferentes etapas, el documental de Carlos Pardo contabilizó unos 3.000 espectadores en festivales, unos 2.100 en las sesiones comerciales en cines de cinco ciudades españolas y otros 3.400 espectadores en la plataforma Filmin, unos datos que han cubierto las expectativas de sus creadores.
«Buscamos un camino de distribución alternativo y estoy muy contento, superó todas mis expectativas porque no se puede obviar que ‘H’ es una película dura, con una duración de 67 minutos y grabada con IPhones. No concibo el cine sin su componente experimental, artístico, colectivo y artesanal», afirma Pardo.
Distribución de impacto
En el bloque final de la primera jornada de Documenta Pro, Chelo Álvarez-Stehle, autora del documental ‘Arenas de silencio’ ha explicado en qué consiste la distribución y producción de impacto para el cine documental. Álvarez-Stehle aclaró que en Estados Unidos las campañas de impacto para documentales cuentan con fondos, algo que rara vez ocurre en España. Para un documental como ‘Arenas de silencia’, una película sobre trata que se transformó en una historia personal, es esencial establecer desde el principio alianzas con ONGs y otras instituciones.
«Cada tres meses organizaba un evento para intentar involucrar en el proyecto a instituciones. En las estrategias de impacto, la producción y la distribución se fusionan y estas campañas deben ser sostenidas en el tiempo. No tenemos que tener miedo a pedir a cada uno lo que puede dar, el dinero en estos casos está en la pasión que pongas para vender tu película», explica Chelo Álvarez-Stehle.
El epílogo del primer día lo pusieron las directoras Liena Cid y Patricia Pérez, autoras del documental ‘Código Marcos’, junto a la productora María López (La Terraza Films) y la directora artística del Festival Internacional de Cine Documental Doclisboa, Paula Astorga.
‘Código Marcos’ es el único documental de los casos de estudio de Documenta Pro 2024 que todavía no se ha estrenado en ninguna ventana, porque actualmente sus autoras están finalizando las mezclas de sonido. El punto de inflexión para que este documental sobre el autismo viese la luz fue la entrada en la producción de La Terraza Films: «Nosotros no hacemos películas como ‘Código Marcos’, pero nos enamoramos del proyecto en una edición de CIMA Impulsa y aposamos por él», reconoce la productora.
La Terraza aceleró los procesos de producción y una vez que la película es una realidad ahora empieza el camino para encontrar a su audiencia real. En opinión de la directora de DocLisboa es fundamental poner al espectador en el centro, porque una vez que la película esta acabada deja de ser de sus creadoras («ahí acaba su trabajo») y es de quien la va a ver, de los espectadores. «Todo el mundo quiere que sus obras se vean, pero tenemos que poner al espectador en el centro y pensar siempre qué le vamos a ofrecer», apunta Astorga.
En la jornada de clausura de Documenta Pro del viernes 31 de mayo se seguirá profundizando en otros aspectos de la distribución de documentales, con ponentes como Silvia Lobo, consultora ventas y distribución, CEO de Stendhal Films, y la directora y productora Tània Balló, de Nina Produccions.
El último caso de estudio será el de ‘Shooting for Mirza’, de Juan Gautier, con una ponencia en la que participará el productor Manuel Díaz. También se analizarán las estrategias de distribución en festivales, en una mesa en la que participarán agentes de ventas como Millán Vázquez-Ortiz (Agencia Freak) y Ana Saiz (Impronta Films) y, por parte de festivales, estarán Darío Oliveira, director Porto Post Doc, y Ruth Somalo, programadora Doc NYC y Documenta Madrid. Cerrará el evento de nuevo la directora de DocLisboa, Paula Astorga.