El francés afincado en Argentina, Edson Sidonie, es uno de los productores de ‘Karnawal’, la opera prima del reputado profesional de los efectos especiales Juan Pablo Félix, que este año compite en la Sección Oficial del 24º Festival de Málaga. La película llega a la Costa del Sol tras una impresionante carrera internacional durante la pandemia y tendrá presencia en más de treinta festivales internacionales antes de su estreno comercial.
Se trata de una coproducción entre Argentina, Brasil, Chile, México, Bolivia, y Noruega que ha cosechado numerosos apoyos internacionales como Ibermedia, Sørfond, premios en el Festival de Cine de Toulouse, el premio de Coproducción en el evento de industria del Festival de Cine de San Sebastián o el premio a la ópera prima del INCAA de Argentina, entre otros. Además, un peso pesado de las ventas internacionales como es la empresa alemana Beta Cinema se encarga de la distribución internacional.
Cabe destacar que esta producción de Bikini Films, 3 Moinhos Produções, Picardia Films, Phototaxia Pictures, Londra Films y Norsk Filmproduksjon es la segunda película de América del Sur mezclada en Dolby Atmos gracias al apoyo de Bolivia Lab y Atmos Institute.
Estrenada mundialmente en el festival internacional de cine de Toronto TIFF y ganadora también de los premios a Mejor director y Mejor actor en el festival internacional de cine de Guadalajara (México), ‘Karnawal’ es un road-movie familiar que transcurre en el norte andino de Argentina, lejos de los habituales paisajes porteños urbanos que acostumbra a mostrar el cine argentino en Europa y se centra sobre la pasión de bailar de un joven malambista, baile folclórico argentino de zapateo.
El thriller del argentino Juan Pablo Félix está protagonizado por el actor chileno Alfredo Castro (‘El Club’), junto a Mónica Lairana (‘El Patrón’), Diego Cremonesi (‘El Marginal’) y el debutante Martín López Lacci, un bailarín argentino, campeón nacional de Malambo. Durante el Carnaval, cerca de la frontera entre Argentina y Bolivia, un joven bailarín de Malambo se prepara para el concurso más importante de su vida. Cuando su padre, ex convicto, regresa, pone en peligro todo al arrastrar a su hijo a su mundo criminal. Edson Sidonie cuenta las peculiaridades de esta coproducción con tantas aristas.
Audiovisual451: Vaya carrera internacional que lleva la película…
Edson Sidonie: “Sí, no hemos parado, empezamos el año pasado en el Festival de Toronto y a pesar de la pandemia la película ha tenido su recorrido, lástima que en muchas ocasiones la presencia fue online, pero hubo algunos presenciales y fue muy lindo poder reencontrarnos con el equipo y ver la reacción del público”.
A451: ¿Se ha estrenado comercialmente en algún territorio?
E.S: “No, tomamos la decisión junto a la agencia de ventas de esperar. La película se financió con fondos públicos y podemos esperar a estrenarla en salas de cine, esa es nuestra prioridad, no vamos a arrebatarle esa posibilidad a la película. Tomamos la decisión de mostrarla en festivales por todo el mundo y esperar a que mejore la situación para estrenarla en cines. El agente de ventas coincide con esta estrategia”.
A451: Es Beta Cinema, un peso pesado de las ventas internacionales…
“Sí, es Beta Cinema, es cierto que es una agencia de ventas muy potente. Eso nos dio un poco de miedo al principio porque pensamos que a lo mejor querían recuperar lo invertido cuanto antes y que quizá no iban a estar dispuestos a esperar para el estreno en cines. Pero siempre nos han apoyado y desde el principio nos dijeron que pensaban a largo plazo con el director”.
A451: ¿Cómo se encajan las piezas en una coproducción con tantos países y tan diferentes?
E.S. “Es muy complicado a nivel legal por los diferentes tratados de coproducción. Cuando empiezas a sumar las exigencias de cada país te das cuenta de que es imposible. Por ejemplo, el tratado de coproducción iberoamericano te pide que cada país aporte dos actores y dos técnicos creativos. Tuvimos que rompernos la cabeza, por ejemplo el compositor musical es de Argentina, pero parte de la música se la pedimos a otro compositor mexicano. Fue un dolor de cabeza”.
A451: ¿No se corre el peligro de que afecte a la parte creativa de la película?
E.S: “Nosotros como productores teníamos una línea roja que no se podía traspasar, la coproducción no podía desnaturalizar la película. La suerte que tuvimos es que la película transcurre en la frontera entre Argentina, Chile y Bolivia y esto ayudó a que la coproducción fuera natural entre estos países. Con Brasil era más difícil esto, pero cuando empezamos a financiar la película Brasil era un país muy importante para las coproducciones en Latinoamérica, ahora las cosas han cambiado. Lo mismo ocurre, con México, que es una referencia para las coproducciones en la región. También conseguimos un fondo de Noruega”.
A451: ¿Por qué tantos países?
E.S: “Esta es una película independiente, pero es cara. Nosotros buscamos un cine independiente de autor pero que tengan vocación comercial, este es nuestro modelo. Su presupuesto es de 1,1 millones de dólares, lo que no es bajo para este tipo de cine independiente en Argentina. El INCAA en Argentina nos da unos 300.000 dólares por eso teníamos claro que debíamos ir poco a poco sumando más socios. El proyecto fue caminando a la par que la financiación, el proyectó pasó por varios laboratorios de desarrollo, tuvimos 12 versiones de guión”.
A451: No parece una ópera prima al uso, ni formal ni financieramente…
E.S: “Juan Pablo Félix no es un director tan joven, lleva mucho tiempo en el sector, él ha trabajado muchos años en la industria como responsable de efectos especiales, por eso no es un director novel al uso, está acostumbrado a trabajar en proyectos grandes”.
A451: Tampoco es habitual la Argentina que muestra, esta historia no está cortada a la imagen de la película argentina que suele llegar a Europa…
E.S: “Incluso te diría que es también inusual a los ojos de Argentina. Es algo premeditado por parte del director. El cine argentino tradicionalmente nosotros lo vemos como un cine burgués cuyas historias trascurren en Buenos Aires. Argentina no es solo esto, al director le gusta mucho el Norte de Argentina y su visión es muy diferente. En Argentina hay una cierta esquizofrenia, se ven como europeos pero no se pueden olvidar que antes de que llegaran los europeos allí ya había gente, había pueblos indígenas. A Juan Pablo Félix le gusta reivindicar esta mezcla y en el norte, en la frontera con Bolivia, es en la única región de Argentina donde pervive esta cultura más indígena, que quizá es más habitual ver en películas bolivianas o peruanas por ejemplo. Cuando esta zona de Argentina se muestra en el cine se suele hacer desde un punto de vista etnográfico. Y lo que quería hacer Juan Pablo era una película más clásica cercana al público, pero en este lugar. Uno de los referentes a nivel narrativo ha sido la película paraguaya ‘Siete cajas’”.
A451: Si no fuera por el acento no sabría muy bien de dónde es, la verdad…
E.S: “Juan Pablo Félix quería hacer una película latinoamericana más que argentina. Comparto con él que es necesario hacer películas juntos, porque tenemos problemas comunes como por ejemplo la distribución. Esta es la única posibilidad de tener salida, construir también un star-system latinoamericano con el objetivo de traspasar fronteras. Creo que con las series se está empezando a conseguir”.
A451: ¿Dónde se aprecia este sello pan-latinoamericano?
E.S: “En este caso no solo es el reparto, la producción y postproducción se hizo también con profesionales de toda Latinoamérica, el montador es el brasileño Eduardo Serrano, Juan Pablo se fue cuatro meses a Brasil a montar la película allí con él. Eduardo Serrano es el montador de películas como ‘Bacurau’, Aquarius’… La diseñadora de sonido es Lena Esquenazi que es mexicana y ha trabajado en películas como ‘Monos’, muy reconocida en México… hemos intentado contar con lo mejor de estos países para darle ese sello latinoamericano. He aprendido mucho haciendo esta película, soy francés, pero vivo en Argentina y siempre tuve esta visión internacional de los proyectos, me gusta este intercambio”.
A451: Mención especial merece el sonido, mezclado en Dolby Atmos…
E.S: “Exacto, aquí en Málaga no se pudo proyectar en Dolby Atmos, pero ha sido una experiencia mezclar en Atmos. Creo que es la segunda película de suramericana mezclada en Dolby Atmos. Ciro Guerra hizo ‘Pájaros de verano’ en Atmos y ahora esta. Si abrimos un poco más y metemos toda Latinoamérica, se cuentan con los dedos de la mano los directores que han utilizado Dolby Atmos en sus películas, en México se han hecho más, pero en América del Sur creo que dos películas”.
A451: También destaca la dirección de fotografía de Ramiro Civita, todo ha sido cuidado al detalle…
E.S: “Como tuvimos mucho tiempo de financiación pudimos pensar muy bien la película que queríamos hacer y el equipo que queríamos tener. Ramiro Civita es muy bueno, es argentino pero ha trabajado mucho en Europa, en Italia. Ganó hace unos años el Premio a la mejor fotografía por su trabajo en ‘El Invierno’, de Emiliano Torres. Es un director de fotografía muy reconocido pero no ha sido obstáculo para que ponga todo su talento al servicio de la historia”.
A451: En el reparto hay un poco de todo desde consagrados hasta un debut muy importante ¿cómo se gestó el casting del joven protagonista?
E.S: “Pensar conceptualmente el casting ya fue un reto. El papel del joven que interpreta Martín López Lacci fue lo más difícil, nos preguntábamos si teníamos que buscar un bailarín que actuase o un actor que bailase. Nos dimos cuenta que teníamos que buscar un bailarín y trabajar con él para que pudiese ser actor en la película, porque era muy importante que los momentos de baile generasen magia en el espectador. Este fue el primer desafío, tardamos un año en dar con el bailarín adecuado. Durante cuatro meses viajamos por todos los festivales de Malambo del país, hasta que dimos con Martín. Lo vimos en el escenario y después tuvimos que ir a buscarlo a su pueblo en la montaña. Él tenía 14 años en ese momento y ahora tiene 18. Es campeón de Malambo de Argentina, tiene la disciplina de los bailarines por eso teníamos claro que lo iba a conseguir también como actor. Contactamos con María Laura Berch, que es una directora de casting y coach actoral muy importante en Argentina. Ha trabajado prácticamente en todas las películas con niños que se hacen allí, tiene un método especial y Martín estuvo trabajando con ella durante un año y medio. Venía una semana o dos a Buenos Aires para trabajar con ella y eso también nos permitió hacer un vínculo con él para el rodaje. Ahora es como nuestro hermano”.
A451: ¿Cuánto tiempo ha llevado levantar la película?
E.S: “El primer guion es de 2015, en ese año ya ganó un primer premio. Rodamos en 2019 y la película estuvo terminada a finales de 2019, principios del año 2020, pero saltó la pandemia y lo paró todo. Antes habíamos ganado también en Primer Corte de Ventana Sur y el Work in Progress de Toulouse, Cine en Construcción, entre otros. Tuvimos mucha suerte en todo el camino de financiación”.
A451: ¿Y qué será lo próximo después de Málaga?
E.S: “Justo ahora viajamos al Festival Cinelatino de Toulouse, también estamos seleccionados para Munich, para La Habana, que se ha aplazado para ser presencial, también estaremos en Portugal… la lista es larguísima. Antes estuvimos el pasado noviembre en el Festival de Guadalajara, donde ganamos dos premios y fue presencial. También hemos pasado por Estonia, en Tallin”.
A451. ¿Y en cuanto a proyectos?
E.S: “A principios del año que viene vamos a filmar la nueva película de Ana Piterbarg, la autora de ‘Todos tenemos un plan’, un thriller de terror psicológico y curiosamente ocurre en la misma región de Argentina que ‘Karnawal’. Hace tres meses terminamos el rodaje en Argentina de la nueva película del director de Singapur, Yeo Siew Hua, que ganó hace unos años en el Festival de Locarno con ‘A Land Imagined’. Estamos en postproducción ahora en Argentina y él se marcha a Singapur a finales de junio para terminarla”.
A451: ¿Cómo ha sido rodar en plena pandemia en Argentina?
E.S: “Es muy difícil y caro. Había en el rodaje cinco técnicos de Covid, porque el equipo era muy grande. Como imaginas, test todo el tiempo, la gente viajaba por separado en taxi desde su casa al set, el catering lo complicaba todo… Y eso sin contar con el riesgo financiero si había un contagio. Tuvimos suerte, hemos estado filmando también publicidad durante toda la pandemia. Los protocolos Covid son muy caros, también afecta al tiempo de rodaje, todos los días pierdes mucho tiempo en los preparativos, tienes que tirar siempre de horas extras. Pero hay que seguir filmando, no queda otra”.
