El Festival de Málaga ha calculado la huella de carbono de su 26ª edición, que tuvo lugar del 10 al 19 de marzo, como ya hizo en 2022. Para su estimación, se tienen en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero directas e indirectas de las diferentes actividades organizadas por el certamen.
La huella de carbono es un indicador ambiental clave ampliamente reconocido y utilizado por diferentes sectores y organizaciones cuya aplicación a eventos permite determinar, evaluar y comunicar sus emisiones de gases de efecto invernadero, constituyéndose como una herramienta estratégica en la lucha contra el cambio climático. Existen diversas normas, estándares y guías para el cálculo de la huella de carbono de un evento. GHG Protocol es la referencia utilizada para calcular este indicador asociado al Festival de Málaga.
La iniciativa, impulsada en la 25ª edición del Festival, sentó las bases para una hoja de ruta que ha permitido reducir y conocer la evolución de las emisiones generadas de forma directa e indirecta durante el transcurso del evento, dando continuidad a acciones alineadas con la mitigación del cambio climático. Las actuaciones incluidas en el Plan de Reducción de la pasada edición han dado sus primeros frutos y se han visto reforzadas en esta edición, en la que, de nuevo, la dirección del festival trazó, de forma previa al inicio del evento, un plan de acción para minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las actividades de su programación.
Entre las medidas reforzadas, destacan la priorización del transporte en tren, el transporte en vehículo de alta ocupación para los traslados, la elección de vehículos híbridos y/o eléctricos para el desplazamiento de los invitados dentro de la provincia, el alojamiento en hoteles con certificado de sostenibilidad y la priorización de menús con productos locales (Km 0). Como novedad en esta edición, resalta la elección de los vuelos de los invitados en función del nivel de emisiones de GEI asociadas, priorizando aquellos con niveles más bajos, así como la simplificación del merchandising, apostando por productos elaborados con materiales 100% orgánicos.
Aquellas emisiones de gases de efecto invernadero que, por la propia operativa del festival, no es posible evitar, serán compensadas por medios regulados que promueven la inversión en proyectos de reducción de emisiones certificados por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Compensar las emisiones no minimizables de un evento permite obtener el certificado de evento neutro en carbono, una acreditación que alinea de forma clara el compromiso con los objetivos del Acuerdo de París, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contribuyendo a la limitación del aumento global de temperatura a menos de dos grados Celsius durante este siglo, y proponiendo buenas prácticas para transitar hacia la neutralidad climática.
Para llevar a cabo estas acciones, el festival ha contado con el asesoramiento de Green Globe Sostenibilidad y Proyectos Ambientales, consultora de referencia en sostenibilidad y cambio climático. La empresa malagueña ha sido la responsable de recopilar la información necesaria, realizar todos los cálculos referentes a este indicador y establecer medidas de reducción y compensación de emisiones de gases de efecto invernadero.
Por su parte, AENOR, entidad líder de certificación en España, ha verificado todos los trabajos y cálculos realizados, así como la compensación propuesta para aquellas emisiones inevitables para el desarrollo óptimo del Festival de Málaga. Así, se encarga de asegurar, de forma independiente, a través del informe de emisiones elaborado, que la declaración relativa a las emisiones de gases de efecto invernadero es completa, exacta, coherente, transparente y sin discrepancias notables. Como resultado, emitió previamente al festival un certificado de Huella de Carbono Validada y, una vez contrastadas las emisiones reales, el certificado de Huella de Carbono Verificada.
Entre los beneficios de la certificación de la huella de carbono están el aumento de la credibilidad, la coherencia y la transparencia de la cuantificación, el seguimiento y el informe de gases de efecto invernadero, el reconocimiento por actuación temprana, así como el refuerzo de la organización como socialmente responsable.
De esta forma, el Festival de Málaga sitúa entre sus pilares el compromiso por la sostenibilidad ambiental y marca un hito importante en la celebración de eventos comprometidos con el cambio climático, posicionándose como referente de sostenibilidad entre los eventos de cine nacionales e internacionales. Esta iniciativa continua en 2023 con el objetivo de seguir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y de plantear acciones de mejora continua en materia de sostenibilidad ambiental.