El jueves 22 de noviembre, ha tenido lugar en Gijón la primera Jornada de Coproducción Cinematográfica de Asturias, Cantabria, Galicia y Euskadi. Promovido por Lluces, la Asociación de Creadores Audiovisuales Independientes de Asturias, este encuentro se ha celebrado en el marco del 62º Festival Internacional de Cine de Gijón-Xixón (FICX).
Asturias Paraíso Natural Film Commission ha colaborado también en la organización del evento, que pretende posibilitar la comunicación e interrelación profesional entre los cineastas del norte de España. Esta cita, que nace con vocación de continuidad, forma parte de FICXPro, la programación del certamen asturiano dirigida específicamente a los profesionales de la industria audiovisual, cuya primera edición tuvo lugar en 2017.
La Jornada de Coproducción Cinematográfica de este año ha estado protagonizada por diferentes representantes de asociaciones autonómicas como AGAPI (Asociación Galega de Productoras Independientes), CREA (Asociación Galega de Profesionais da Dirección y Realización), EPE-IBAIA (Asociación de Productoras Audiovisuales Independientes del País Vasco) y LA PACCA (Productoras Asociadas de Cantabria Cine y Audiovisuales).
¿Para qué sirve una coproducción?
La primera de las mesas redondas que ha acogido este jueves el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón ha sometido a debate la utilidad de la fórmula de coproducción, la búsqueda de socios, los trámites para obtener ayudas o la necesidad de asesoramiento legal, ciñéndose a las comunidades autónomas de la cornisa cantábrica.
Moderado por Marta F. Crestelo, presidenta de la asociación Lluces, este panel ha contado con la participación de los productores Ander Iriarte, por parte de la compañía vasca Mirokutana (EPE-IBAIA); Jesús Choya, de la cántabra SINCIO de Pelis (LA PACCA); y Manoel Roi Carballido Facal, en representación de Filmika Galaika (AGAPI).
Iriarte ha puesto en valor el nivel de desarrollo del que goza «una industria más pequeña que la de Madrid o Barcelona», como la vasca, al tiempo que ha repasado algunas de sus experiencias al coproducir obras en euskera con socios de Navarra o el País Vasco francés: «Si coproduzco, es por necesidad, pero prefiero no hacerlo, porque siempre es mejor ser cabeza de ratón que cola de león. Las coproducciones han de ser naturales para no generar desigualdades», ha asegurado el productor de Mirokutana, a quien preocupa que unos incentivos fiscales cada vez más elevados y la falta de técnicos derivada de la consecuente explosión de rodajes lleven al audiovisual vasco a «morir de éxito.»
«Cantabria es una autonomía sin una televisión pública propia y con un sector audiovisual todavía incipiente, pero cada vez más profesionalizado y en crecimiento, gracias al apoyo institucional», ha subrayado Choya, quien ha querido poner el acento, a su vez, en la necesidad de apostar por la formación y el blindaje de las ayudas al audiovisual frente a los vaivenes políticos. En cuanto a los incentivos fiscales, el fundador de SINCIO de Pelis ha denunciado que estos «no contribuyen a la diversidad cultural», por lo que, desde su punto de vista, sería deseable diseñar una estrategia de financiación pública más global, «sin renunciar a reivindicar las identidades culturales de cada territorio.»
Finalmente, Carballido ha expresado su orgullo por el «gran escaparate internacional» que supone el cine, hoy en día, para Galicia, a pesar de «la escasa implicación» que ha demostrado en ocasiones TVG. Asimismo, el productor de Filmika Galaika ha reconocido su preferencia por Portugal a la hora de asociarse dado que, además de la afinidad idiomática existente, a su parecer «la coproducción internacional suele funcionar mejor.»
Coproducción entre las cinematografías del norte
El segundo conversatorio de la mañana, moderado por Samuel Fuentes, vocal de Lluces, ha sumado a la ya iniciada reflexión sobre las coproducciones entre cinematografías del norte de España, al cineasta cántabro Nacho Solana, la otra mitad de SINCIO de Pelis (LA PACCA); y al creador y guionista Fon Cortizo, presidente de la asociación gallega CREA, además de a los ya mencionados Ander Iriarte y Manoel Roi Carballido Facal.
«Nuestros territorios son duros competidores a nivel de paisaje. Compartimos escenarios costeros muy atractivos y un clima similar, lo que da lugar a historias parecidas«, ha apuntado Solana, para quien la coproducción «es la mejor manera de aprender, y más en el caso de una industria tan pequeña como la cántabra, donde nuestros directores ya están empezando a tener productoras afincadas en la región detrás.»
Por su parte, Cortizo ha querido reconocer el importante papel que desempeñan los encuentros profesionales propiciados por foros como el propio FICX a la hora de «generar relaciones» que después se traducen en proyectos comunes. A modo de cierre, el representante de CREA ha exigido la puesta en marcha de más ayudas para guionistas y ha denunciado el «espacio cada vez más escaso» del que disponen hoy en día aquellas producciones más modestas y experimentales, «que hacen del cine un arte.»
