Tras tres meses de cierre, y un proceso de apertura de salas de cine gradual que comenzó el 25 de mayo con la reapertura del primer cine, a partir de este fin de semana se estima que cerca del 80 por ciento de las salas de cine de toda España volverán a estar a disposición de los espectadores.
La reapertura de los cines está marcada por la aplicación de un protocolo de seguridad e higiene que incluye medidas como el fomento de la compra online de las entradas, pago con tarjeta contactless en taquilla, carteles informativos sobre las medidas sanitarias y distancia física a respetar en el local, instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico y mamparas en la taquilla, incremento de la frecuencia de limpieza y desinfección, reducción del aforo de cada sala de acuerdo a las indicaciones de las autoridades o la agrupación de convivientes.
Con el objetivo de dar a conocer estas medidas entre los espectadores se ha elaborado un spot especial con las principales medidas que recoge el protocolo de seguridad e higiene que se proyectará en las pantallas de los cines a partir de este fin de semana.
Por otro lado, para apoyar la apertura de las salas de cine, los sectores de exhibición y distribución se han unido para poner en marcha una campaña de vuelta al cine, para lanzar un mensaje de ánimo y confianza al público, por medio de la campaña #YoVoyAlCine.
El efecto positivo de la apertura de las salas de cine para la economía
El sector de las salas de cine jugara un papel relevante en la recuperación económica del país. Además de la contribución directa que realiza el sector a la economía, las salas de exhibición, tienen una capacidad de arrastre en la economía que es muy relevante desde distintas perspectivas.
Por un lado, el efecto tractor que realiza el sector sobre la economía es singular ya que es especialmente intensivo en empleo y contribución fiscal. Mientras que el impacto del sector, directo, indirecto, inducido y catalítico sobre el PIB de España equivale al 0,15%, llega a representar el 0,17% del empleo o, lo que es lo mismo, el equivalente a sostener a 2.686 empresas, ocupando la posición 21 en intensidad de empleo de los 63 sectores económicos que utiliza el INE. Al mismo tiempo, la actividad del sector es capaz de generar el equivalente a, al menos, el 0,21% de los ingresos fiscales de las administraciones en España. Sólo en la Comunidad de Madrid, la contribución fiscal asociada a la exhibición cinematográfica podría alcanzar los 86,6 millones de euros, en Cataluña 78.3 millones de euros o en Andalucía 71 millones de euros, para un total de 440 millones de euros a nivel nacional.
Ir al cine, una actividad dinamizadora del consumo
Lo que resulta especialmente característico de las salas de cine es la capacidad de dinamizar el consumo. La visita a las salas de cine constituye un ritual para los espectadores, un momento de ocio para reforzar las relaciones sociales que termina generando actividad para otro conjunto de actividades “colaterales” al cine. Es decir, lo normal es que muchas de las personas que asisten a los cines terminen realizando consumos en establecimientos de hostelería o comercios próximos. Estos hábitos de consumo de los espectadores podrían estar contribuyendo a generar hasta 102,8 millones de euros para el sector de la restauración, lo suficiente para sostener a 532 establecimientos de este tipo. Este impacto se produce gracias a que el cine es el evento cultural más “social” en términos de precio y número de asistentes cuando lo comparamos con el resto de eventos culturales en España.
Con todo esto, además de que las salas de cine contribuyen a dinamizar la economía y el empleo, esta contribución tiene un enorme significado local, hasta el 62% del impacto que causan las salas de cine, permanecería dentro del distrito donde se genera, y hasta el 88% en la misma provincia. Los beneficios de la actividad de la exhibición cinematográfica se quedan en las comunidades en las que opera cada cine y benefician al tejido económico y la población local.
Apoyo de las Administraciones Públicas
El sector ha trabajado junto a las administraciones para una reactivación responsable de las salas de cine, en beneficio del conjunto de la economía y la sociedad, mostrando el compromiso del sector con el apoyo a la reconstrucción económica del país.
Las salas de cine de España han sido uno de los primeros países en Europa en preparar un protocolo sanitario con el objetivo de estar preparados para este momento de la desescalada.
Como parte de la conjura necesaria de todos los agentes económicos en la reconstrucción, resulta muy relevante el apoyo que las administraciones públicas puedan hacer a las salas de cine.
Por cada euro que las administraciones públicas aporten al sector a través de las distintas posibles medidas, como por ejemplo las bonificaciones del IBI e IAE o aplazamientos de deudas tributarias, podría generar un efecto multiplicador en el conjunto de la economía de 2,67 euros.
El apoyo al cine, además de ser un apoyo a la Cultura y a toda la cadena de valor del sector cinematográfico que se alimenta de la entrada, es rentable para el conjunto de la economía y beneficioso para numerosos sectores, como el comercio o la hostelería.
