El Comité Olímpico Internacional (COI) y el y el Comité Organizador de Tokio 2020 han decidido aplazar un año los Juegos Olímpicos de este año, lo que obliga a televisiones de todo el mundo a repensar las parrillas del próximo verano.
La expansión mundial del coronavirus sigue su camino, con India comenzando el confinamiento en los hogares y España superando la cifra de muertos de China. Tal y como múltiples deportistas e instituciones venían reclamando en la última semana, los Juegos Olímpicos de este 2020 han quedado aplazados al verano de 2021, lo cual tiene serias consecuencias sobre las televisiones que tenían adquiridos los derechos de emisión.
Empezando por Discovery, que en 2015 adquirió los derechos de los Juegos Olímpicos para Europa de 2018 a 2024 por 1.300 millones de dólares. La multinacional, dueña también de Eurosport, ha enviado un comunicado en el que apoya la decisión tomada: «Discovery apoya totalmente el plan del COI y del Comité Organizador de Tokio 2020 de organizar los Juegos Olímpicos en 2021 y garantizar el bienestar de los espectadores, los deportistas, trabajadores y la comunidad internacional. Nuestros planes y proyectos ya están preparados y se trasladarán al próximo año. Continuaremos desarrollando nuestros productos y contenidos para ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes y socios en 2021.»
El próximo año los Juegos Olímpicos seguirán llamándose Tokio 2020 y la llama olímpica permanecerá en Japón hasta la celebración de la competición.
Los Juegos Olímpicos eran el pilar de la programación de canales como NBC en Estados Unidos o La 1 de Televisión Española este próximo verano, a partir del 22 de julio, día en que se iba a celebrar la ceremonia de inauguración. Ahora, televisiones de todo el mundo tendrán que trabajar a fondo para suplir los enormes huecos que quedan en las parrillas de programación duarnte los 19 días que estaba previsto duraran los Juegos.
La suspensión de múltiples rodajes de cine y televisión y la imposibilidad de seguir emitiendo ciertos programas ya están suponiendo un reto para canales y plataformas de todo el mundo, que se están viendo obligadas a modificar sus calendarios de estrenos y emisión y a buscar contenidos que ofrecer. Más afectados todavía se encuentran los canales de deportes, que dedican muchas horas a la semana a retransmitir competiciones en directo.
