Parece que la tibieza es la marca política de la Unión Europea. Una vez más, las instituciones europeas se quedan a medio camino en su intento de complacer a todas las partes. Francia estaba dispuesta a bloquear el tratado de libre comercio con Estados Unidos, porque exigía que los servicios audiovisuales quedaran fuera del mandato de negociaciones. Finalmente, la delegación francesa consiguió su propósito a medias, porque el Parlamento ha decidido dejar fuera de las negociaciones al sector audiovisual en un primer momento, pero con la posibilidad de poder retomarlo en el transcurso de las negociaciones. Todos contentos… o no.
Esta decisión ya se podría entrever la declaración del presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, de la semana pasada: «la exclusión total de lo audiovisual del mandato de negociación no es necesaria para alcanzar nuestros objetivos, en particular sobre la ‘excepción cultural’. En cambio, excluir un sector entero, supone limitar nuestra ambición para el conjunto de negociación, lo que puede comprometer el interés europeo en un sector en el que la UE también tiene intereses ofensivos».
Por su parte, Karel De Gucht, comisario europeo de Comercio, responsable de las negociaciones del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, comentó «estoy encantado de que el Consejo ha decidido conceder a la Comisión Europea ‘luz verde’ para iniciar negociaciones comerciales y de inversión con los Estados Unidos».
Para el comisario europeo de comercio, lo que realmente está en juego con los servicios audiovisuales, es la revolución digital de los medios digitales. Sin embargo, actualmente no existe legislación de la UE en los medios digitales. La Comisión Europea ha invitado recientemente a todas las partes interesadas a presentar observaciones sobre este tema. Por lo tanto, nosotros no lo queremos tratar ahora, pero volvemos a la cuestión en una etapa posterior. Permítanme ser claro -añadió- esto no es una excepción cautelar. Los servicios audiovisuales no están actualmente en el mandato, pero las directrices de negociación del mandato indican claramente que la Comisión tiene la posibilidad devolverlo al Consejo para su discusión con nuestros homólogos estadounidenses. Estamos dispuestos a discutir con nuestros colegas estadounidenses y escuchar sus puntos de vista sobre este tema. Ahí es cuando vamos a llegar a una conclusión sobre si le pediremos directrices de negociación adicionales «.
En opinión de De Guch la decisión de iniciar las negociaciones con Estados Unidos «demuestra que estamos unidos determinación de crear empleos y fortalecer nuestras economías a ambos lados del Atlántico. En resumen, este acuerdo tratará de racionalizar nuestras economías donde tenga sentido hacerlo para que sea más fácil y rápido hacer negocios juntos. A su vez, esto tendrá el efecto positivo de ahorro en los consumidores y se crearán decenas de miles de puestos de trabajo para los europeos».
«Las últimas estimaciones indican que un acuerdo global y ambicioso entre la UE y Estados Unidos podría traer ganancias anuales totales de entre el 0,5% y el 1% del PIB de la UE. Esto sería equivalente a por lo menos 86 mil millones euros de ingresos anuales añadidos para la economía de la UE. En otras palabras, mediante la reducción de los trámites burocráticos y la reducción de los precios al consumidor, un acuerdo comercial futuro con Estados Unidos pondría casi 545 euros por año de promedio, en los bolsillos de una familia europea«, concluyó De Gucht.
La UE y Estados Unidos son las mayores potencias económicas del mundo, que representan en conjunto cerca de la mitad del PIB mundial. Esto también se refleja en los flujos de comercio e inversión sin precedentes por valor de 2.000 millones de euros al día. Estados Unidos es el mayor mercado de exportación de la UE, ya que compra anualmente 264 mil millones euros de productos de la UE, esto significa que el 17% del total de las exportaciones de la UE van a Estados Unidos. Además de eso, el comercio transatlántico de servicios asciende a unos 260 mil millones euros por año. La inversión total de Estados Unidos en la UE es tres veces mayor que en toda Asia, y la inversión de la UE en Estados Unidos es de alrededor de ocho veces el monto de inversión de la UE en la India y China juntos. En general, la economía transatlántica soporta unos 15 millones de puestos de trabajo en ambos lados del Atlántico.
