Las jornadas Cine Low Cost, que se celebran en Arts Santa Mònica (La Rambla, 7) de Barcelona del 26 al 29 de junio, nacen de una necesidad casi egoísta (somos los primeros en querer saber qué está pasando) de preguntarnos y respondernos sobre qué sucede con el cine español.
¿Hacia dónde va? ¿Qué hay que hacer para que brille? ¿El futuro se parece en algo al pasado reciente? No son preguntas que surjan por generación espontánea. Son fruto de una serie de realidades y evidencias, todas muy recientes, que demuestran que la forma de hacer y consumir cine, también de hablar sobre él, ha experimentado un cambio realmente fuerte.
En muy poco tiempo, la crisis económica ha frenado la producción de cine (no por ser un arte evasivo se ha librado, y un 35% menos en las ayudas públicas son palabras mayores). Las nuevas tecnologías permiten rodar con presupuestos pequeños: en cierto modo, todos podemos ser directores. Aparecen nuevas pantallas y fórmulas de exhibición (el ICAA homologa la plataforma online Filmin para el cómputo oficial de espectadores). Nacen películas baratas interesantísimas, entre ellas ‘Dispongo de barcos’ (Juan Cavestany, 2010) y ‘Diamond Flash’ (Carlos Vermut, 2011), propuestas de una originalidad, un brillo y una libertad admirables que no tardan en ser apadrinadas por voces del calibre de Jordi Costa, Marcos Ordóñez o Nacho Vigalondo. Y, muy importante para nosotros, que nos dedicamos a la información y la crítica, cambia la manera de hablar de las películas: las redes sociales multiplican las voces, crean hypes (algunos más justificados que otros), estimulan un diálogo distinto entre cineastas y críticos e informadores, y hacen que la opinión y la promoción se confundan más que nunca.
Ha cambiado el mapa, eso es indiscutible. Y uno de esos cambios, quizá el más importante, es la aparición de una prometedora colección de películas de bajo presupuesto y grandes -y distintas- intenciones. Pero no teníamos nada claro en qué iba a derivar exactamente la mutación. En busca de respuestas, decidimos convocar a profesionales de distintas disciplinas del audiovisual para que debatieran sobre todo esto. La sorpresa fue descubrir que muchos se apuntaban, se animaban a participar en las jornadas de Cine Low Cost, porque, más que dar respuestas, querían hacer preguntas: el debate era necesario. En época de cambios, el diálogo sobre lo que pasa y lo que está por venir tiene todo el sentido. Nuestra propuesta es eso, un punto de encuentro, cuatro jornadas en las que invitar a todo el mundo a hablar de un cine nuevo, hecho con poco dinero y muchas ganas, a sugerir cosas, a encontrar claves en los argumentos de profesionales de distintas disciplinas. A ver si este cine de guerrilla es una evolución lógica o una alternativa. Todo de forma relajada: no tiene mucho sentido teorizar sobre algo que se mueve, que está vivo. Cine Low Cost son cuatro días de mesas redondas en las que coinciden directores de cine, productores, críticos, escritores, directores y programadores de festivales. También otros profesionales que, sin moverse únicamente en el cine, dialogan de continuo con él, han encontrado nuevas fórmulas audiovisuales para llegar hasta el público e integran el mismo paisaje creativo que el resto de ponentes.
Entre el 26 y el 29 de junio, pasarán por Arts Santa Mònica Nacho Vigalondo, Juan Cavestany, Carlos Vermut, Carlo Padial, Jaume Ripoll (Filmin), Joaquín Reyes, Venga Monjas, Ángel Sala (Festival de Sitges), Borja Cobeaga, Carlos R. Ríos (Festival D’A), Jordi Costa, J.A. Bayona, Belén Atienza, Isaki Lacuesta, Marcos Ordóñez, Quim Casas, Santiago Lorenzo y Raúl Minchinela, personas a las que admiramos, que participan del cambio de formas distintas y, sin ninguna duda, nos ayudarán a encontrar respuestas. Además de las mesas, la programación incluye el pase de una selección de trabajos con ese espíritu low cost, películas largas, cortometrajes y presentación en exclusiva de proyectos en una fase muy avanzada. Por un lado, queríamos informar de lo que estaba por venir. Por otro, nos parecía interesante comprobar cómo se reciben de forma colectiva, en una sala llena de gente, películas que empiezan a ser concebidas para ser visionadas en casa, en petit comité, incluso en la pantalla de un ordenador. ¿Hemos cambiado también como espectadores? La respuesta, en Cine Low Cost.
Más información del evento en http://www.facebook.com/#!/CineLowCost y @Cine_LowCost en Twitter.