La Nuevas Conversaciones de Salamanca de Cine Español comenzaron fuerte la tarde del 3 de marzo, poniendo de manifiesto las miserias de la producción cinematográfica actual. José Luis Acosta, presidente de SGAE, prologó las conferencias contextualizando el encuentro en una situación de crisis actual a todos los niveles.
Antes, todos los participantes en las jornadas posaron en las escaleras de la Catedral de Salamanca para rememorar la foto de las Conversaciones celebradas en la ciudad de 60 años antes, en las que participaron figuras clave del cine nacional como Juan Antonio Bardem, José Lui García Berlanga, Carlos Saura y Julio Diamante, entre otros, este último también presente en la mesa de inauguración de las Nuevas Conversaciones.
Para José María Ferrández, coordinador de las jornadas de este año, los problemas a los que se enfrenta el cine español son los mismos de la sociedad española, que también necesita reformas: “debemos adentrarnos en un proceso de crítica y autocrítica”. Para Ferrández, de la famosa frase de Bardem: “El cine español es Políticamente ineficaz. Socialmente falso. Intelectualmente ínfimo. Estéticamente nulo e industrialmente raquítico”, quizá solamente esté vigente actualmente la última sentencia sobre su precariedad a nivel industrial. Un hecho confirmado en la primera ponencia dedicada a la financiación del cine español.
Mabel Klimt, secretaría general de FAPAE, enumeró algunos de los problemas más acuciantes del cine español: “falta dinero efectivo en el sector, el Fondo de Cinematografía está en los huesos, los incentivos fiscales son bajos y no fluye como debe el capital privado”, aseguró. La representante de la Confederación de Productores reveló un dato más que esclarecedor: en el año 2015 el precio medio de una producción cinematográfica en España fue de 1,1 millones de euros. El año pasado se produjeron en España 255 largometrajes, de los cuales 56 fueron coproducciones internacionales y más de la mitad documentales. Se trata de la cifra de producción más alta de los últimos años. En 2014 se produjeron en España 216 largometrajes, de los cuales 42 eran coproducciones con otros países y en 2013 la cifra de producción se fue hasta los 231 títulos, 57 de ellos coproducciones internacionales. El coste medio de producción de las películas españolas en 2014 fue de unos 1,7 millones de euros (con 1 película con un coste superior a 20 millones de euros, 2 películas con coste superior a 7 millones de euros y 10 películas con coste inferior a 100.000 euros). Cabe destacar que en 2013 el coste medio era de 1,6 millones y de 3 millones de euros en 2009, es decir, la reducción se mantiene en el tiempo. Klimt comentó que si en España hubiera seguridad jurídica, ella es partidaria de sacar las subvenciones al cine de los presupuestos generales del Estado: “Hay sistemas para poder hacerlo, por ejemplo a través de una tasa a las operadoras de telecomunicaciones, aunque no sería suficiente para alcanzar un Fondo de cinematografían adecuado», manifestó.
Patricia Montilla, especialista en Agrupaciones de Interés Económico, las famosas AIE’s, tan de moda hoy en el cine español actual de presupuestos medio-altos, es partidaria de reducir las ayudas directas y potenciar las indirectas vía capital privado con unos incentivos más elevados. “Las AIE’s están demostrando que funcionan”, apuntó. Montilla cree que la figura jurídica de las AIE’s debería mejorar incrementando las deducciones fiscales, porque en su opinión el mercado se está reactivando y hoy es más fácil conseguir inversores privados que hace unos años. “Los inversores privados ven la AIE como cualquier otro producto financiero, como por ejemplo un fondo de inversión, no quieren ningún riesgo y buscan solo rentabilidad financiera, no les interesa si la película es buena o mala”.
Por su parte, Curro Royo, guionista y vicepresidente de la asociación ALMA, sacó a la luz la precariedad de su colectivo y las carencias del financiación del cine español en la fase de desarrollo: “El guión es el elemento fundamental para levantar la financiación de una película y no se cuida. Antes de la crisis los guionistas estrella podían ganar 100.000 euros por un guión, los consagrados podían cobrar unos 60.000 euros y los nuevos guionistas en torno a 30.000 euros. Hoy no creo que muchos cobren 100.000 euros, el escalafón medio ha desaparecido por completo y el precio promedio de un guión en España es de 30.000 euros y en condiciones leoninas que a veces exigen que se cobre una gran parte sólo si la película se rueda”.
Royo fue aún más allá: “Hoy es imposible vivir en España de la escritura de guiones cinematográficos y son los propios guionistas los que pagan de su bolsillo el desarrollo escribiendo en su casa». El vicepresidente del sindicato de guionistas instó a parar esta precariedad en la profesión aunque no es sencillo: “¿cómo vamos a pararlo si los guionistas están moviendo sus guiones de manera gratuita?”.
También de precariedad en la producción habló la directora y guionista, Tina Olivares, que actualmente puede seguir ligada al sector audiovisual a través de la iniciativa formativa CreandoCine, una escuela audiovisual que nace con una propuesta de cursos intensivos a precios competitivos y con el fin de girar por toda España según las necesidades de los interesados, que cuenta con el apoyo de Fundación SGAE. “Mientras sigamos dando guiones gratis y haciendo dinero con presupuestos ínfimos que no permiten pagar a muchos de los que participan en el rodaje estaremos fomentando la precariedad del sector”, comentó Olivares.
La directora de la película autoproducida ‘Esperando septiembre’ explicó que en su Taller de Autoproducción enseña a los participantes a financiar una película para poder pagar a todo el equipo “no como hice yo con mi película, con gente no remunerada”. Olivares defendió además la puesta en marcha de iniciativas que enseñen a los productores a vender sus películas en el mercado fuera y dentro. La primera mesa en la que contó con la participación del público, como parte esencial de esta propuesta, que se presenta como antesala al futuro Congreso del Cine Español, estuvo moderada por el productor Manuel Cristóbal, de Dragoia Media.