La película española ‘Insostenible, en la senda de los residuos’ (2023), un largometraje documental dirigido por Christophe Sion (‘És a l’aire’) compite en la 17ª edición de Ecozine Film Festival.
Se trata de una investigación del periodista Rafa Marrasé (Porta Enrere), quien ha señalado que “es un trabajo que muestra la falta de control del transporte de residuos en la Unión Europea entre países como, por ejemplo, Italia y España”; en este caso, el problema afecta directamente a Zaragoza pues los residuos van hacia vertederos públicos, de gestión privada, como el de Residuos Industriales de Zaragoza S.A. (RINZA).
“Es una investigación pionera que duró tres años, hecha con muy pocos medios, incluso ni las autoridades policíaca españolas estaban al corriente de lo que estaba sucediendo, y parece un thriller porque a medida que vamos tirando del hilo, en una investigación periodística clásica, vamos descubriendo que lo que está pasando es motivo de preocupación sobre todo en España”, ha afirmado.
A raíz de la llamada de alarma del grupo ecologista Gepec, Marrasé empezó a investigar las posibles irregularidades en la importación de residuos y lo que se ha encontrado es que Cataluña se ha convertido en el gran importador de basura procedente de otros países de Europa, sobre todo de Italia, y el puerto de Tarragona es una de sus puertas de entrada de manera que periódicamente llegan barcos procedentes de Nápoles cargados de residuos. El documental es una coproducción de Hokusai Films, Kinè i Porta Enrere, con la colaboración de Televisió de Catalunya.
“El grupo ecologista Gepec nos advirtió que había una serie de barcos que estaban llegando, procedentes de Nápoles al puerto de Tarragona y que llevaban residuos y eso nos hizo plantearnos qué estaba pasando en ese tipo de tráfico de residuos y nos recordó un poco al libro de Roberto Sabiano: ‘Gomorra’; en la investigación que hicimos, demostramos que detrás de este tráfico de residuos pueden estar el crimen organizado, esto es al menos lo que nos dicen los especialistas y las autoridades entidades policiales y que no hay ningún control, aparentemente, casi ningún control de las autoridades tanto locales, nacionales e incluso europeas, no se sabe realmente qué tipo de residuos están importando, más allá de lo que pone el documento, porque no se fiscaliza el contenido de lo que llega”, ha apuntado.
Marrasé comenta que la investigación llegó hasta Zaragoza por el vertedero a donde llegan esos residuos. “Es un documental que no se ha llevado tres años de investigación y que muestra la preocupante desafección, despreocupación y atención de las autoridades hacia este tipo de tráfico de residuos que pueden comportar enfermedades graves como el cáncer y en el que puede estar implicada la presencia de grupos criminales organizados, como ha pasado en el caso de Gomorra”, resalta.
En la primera parte de la investigación, Marrasé viaja a Italia, en la segunda parte el documental se concentra en los residuos que llegan al puerto de Tarragona, así como en varios incidentes e irregularidades detectados en vertederos españoles donde el control es aún menor, como en Andalucía o Aragón, donde además ha habido vertidos incontrolados e incendios que han quemado materiales peligrosos y altamente contaminantes.
Rafa Marrasé ha afirmado que para él como periodista y también para el director del documental Christophe Sion es un motivo de orgullo estar en Ecozine Film Festival, porque es un certamen internacional en el que se presentan buenas piezas de investigación medioambiental. “El hecho de que hayamos sido seleccionados en la parte de competencia del festival significa que hemos hecho un buen trabajo, que al final es un reconocimiento a nuestra tarea, en la pieza que hemos hecho exponemos todo el problema con todo el rigor posible”, ha agregado.
El filme revela que miles de camiones y buques cargados de residuos circulan cada día por las autopistas y puertos europeos: millones de toneladas de residuos de las que sólo se inspecciona una mínima parte. Las distintas normativas de los estados de la UE no impiden el tráfico de residuos allí donde resulta más barato gestionarlo, un tráfico que a menudo incorpora prácticas ilegales y puede tener, como demuestra Italia, trágicas consecuencias para la salud de los ciudadanos. Es un negocio sucio pero multimillonario que en algunos países, como Italia, controlan en buena parte los clanes mafiosos.