Contenido enriquecido, marcas potentes, estrategias sociales y segundas pantallas han dado forma a la creatividad y han reestructurado el consumo de televisión en todo el mundo durante 2012. Jacques Braun, vicepresidente de Eurodata TV Worldwide, comenta que «la experiencia de televisión múltiple, combinada con un año muy completo en términos de noticias y eventos, ha permitido que el sector siga creciendo y que se registren nuevos récords diarios de consumo televisivo». Se trata también del vigésimo aniversario de informe «One TV Year in the World», que analiza más de 100 territorios.
Durante 2012, los espectadores de todo el mundo vieron la televisión una media de tres horas y 17 minutos al día, un minuto más que en 2011.
Europa lidera las cifras con el crecimiento más alto: 7 minutos más que en 2011 llegando a las tres horas y 55 minutos al día. Los países que han estado especialmente afectados por la crisis económica han registrado los consumos televisivos más altos, como ha sucedido en Rumania (5 horas y 30 minutos), Grecia (4 horas y 33 minutos), España (4 horas y 6 minutos) e Italia (4 horas y 14 minutos). Si Grecia ha aumentado 5 minutos e Italia 2, en España sumamos nada menos que 7.
El apetito televisivo de los espectadores está respaldado por grandes eventos que congregan millones de personas, así como por una oferta de contenido cada vez más rica acompañada de valor añadido en otros dispositivos.
En 2012, las competiciones deportivas y los eventos políticos han marcado el tempo de las noticias y han estimulado las audiencias de todo el mundo. Como un primer ejemplo cabe señalar el fútbol y la competición europea UEFA, que se ha situado líder en 27 países. La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres también rompieron récords de audiencia sobre todo en Europa, pero no se quedó atrás en Canadá o en Estados Unidos, donde más de 42,5 millones de especadores siguieron el evento en NBC.
En cuanto a los deportes o experiencias de riesgo cabe destacar dos más: 4 millones de personas siguieron en Canadá a Nik Wallenda mientras cruzada las cataratas del Niágara, la sexta mejor audiencia de CTV del año con un share del 34 por ciento. En octubre de 2012 todo el mundo esperó ver a Felix Baumgartner realizar su salto estratosférico. Especialmente Austria, país natal del osado saltador, se pegó al televisor para ver su hazaña.
Finalmente, los eventos políticos han convocado a la gente frente al televisor: las elecciones presidenciales en Francia, Rusia o Estados Unidos son buenos ejemplos. Sin duda, una muestra más de que los ciudadanos acuden a la televisión en los momentos más importantes en búsqueda de la información.
La audiencia busca entretenimiento
Si hablamos de géneros, el entretenimiento sigue siendo el favorito de la audiencia, ya sea en forma de ficción o de reality. Éste último representa el 41 por ciento de los programas con más éxito, frente al 38 por ciento de la ficción en 2012.
El entusiasmo de los espectadoress de todo el mundo por los programas de talentos, especialmente los musicales, no parece estar agotándose, todo el contrario: ‘La Voz’ fue el formato más emblemático de 2012, y en España se puedo ver en Telecinco con shares del 35 por ciento que hacía mucho que no se conseguía sin ser una emisión deportiva. Es, además, uno de los programas más vistos de 2012 en 16 países, cuando en 2011 sólo aparecía en tres. Estados Unidos, Vietnam, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Australia y muchos países europeos se han visto cautivados por el formato de Talpa, vendido a cerca de 70 países.
Otros shows de talentos que también han destacado en 2012 son ‘Got Talent’ y ‘MasterChef’, éste último muy pronto en TVE con Shine Iberia.
Ficción: más local y diversa que nunca
Turquía continúa la expansión internacional de sus series, muy bien acogidas en África del Norte y en Europa del Este. Buenos ejemplos son ‘Fatmagül’, con un 60 por ciento de share en Bulgaria, o ‘Magnificient Century’, muy popular en Bulgaria, Croacia, Egipto, Rusia, Eslovaquia y Ucrania.
El apetito por telenovelas orientales también está siendo alimentado por la producción procedente de India. Después de Asia en su parte del sureste, la influencia india se extiende por los Emiratos Árabes Unidos y Bosnia Herzegovina. ‘Uttaran’, de corte totalmente Bollywood, aparece por primera vez en puestos importantes del ranking de Bosnia, con más de 30 por ciento de share.
Europa también está tomando una nueva dimensión en el mercado internacional de la ficción. Reino Unido se ha confirmado como el segundo exportador de contenido televisivo por detrás de Estados Unidos, gracias, en buena parte, de sus series dramáticas y policíacas. ‘Downton Abbey’ se ha vendido a más de 100 países y tendrá una cuarta temporada, después de que la tercera rompiera récords de audiencia en PBS de Estados Unidos con más de 8,2 millones de espectadores en su capítulo final.
La influencia de las producciones europeas en todo el mundo también se deja ver en las adaptaciones locales y en las coproducciones internacionales. En Polonia la adaptación de la serie italiana ‘Don Matteo’ se ha hecho un hueco en la clasificación anual de 2012. En Dinamarca, la producción escandinava ‘Forbrydelsen’, adaptada a Estados Unidos como ‘The Killing’, es el segundo programa más visto del año con más del 40 por ciento de la población reunida frente al televisor. Otra muestra es el interés por los thrillers de los países nórdicos: Francia y Reino Unido van a colaborar en la adaptación de ‘The Bridge’ (‘Le tunnel’).
Frente a estas producciones europeas y locales cada vez más potentes, Estados Unidos ha registrado una caída en el número de series dentro de los rankings mundiales. Por ello, las producciones de corte más americano y más oscuras, habitualmente producidas por canales de cable, están marcando récords en pequeños canales nacionales y en otros del resto del mundo. Es el caso de ‘The Walking Dead’, cuyo primer episodio de la tercera temporada rompió audímetros en AMC en Estados Unidos y en TV Pearl de Hong Kong. Los nuevos agentes del mercado televisivo, como Netflix, también están participando en crear nuevas tendencias. ‘House of cards’, la primera serie original de Netflix, se lanzó el pasado mes de febrero y le seguirá pronto ‘Hemblock Grove’. La plataforma de VoD online ha decidido poner disponibles todos los episodios desde el principio, lo que supone una revolución en los hábitos de consumo de series concebidas para su emisión semanal y en la expansión de las nuevas ventanas.
Hacia una revolución editorial
En un contexto marcado por las abultadas ventas de smartphones y tabletas en 2012 en todo el mundo, los espectadores no ven la televisión de una manera diferente, se trata más bien de un añadido con la segunda ventana mientras se ve la tele en casa. En Reino Unido, el 81 por ciento de los propietarios de una tableta la utilizan mientras ven programas en la televisión, un tercio de los brasileños y de los chinos ven la tele mientras navegan en redes sociales, y en Francia uno de cada cuatro usuarios de Internet ha comentado un programa mientras lo ve.
Apoyada en esta revolución, la televisión camina hacia una revolución editorial, impulsando la experiencia televisiva más allá de la emisón broadcast. Cada día bajo el hashtag #EuronewsVineOfTheDay, Euronews emite noticias del día en mini películas de 6 segundos en su cuenta de Twitter. A mediados de abril, ‘Defiance’, la serie de Syfy, aparecerá en las pantallas de Estados Unidos, al mismo tiempo que en forma de videojuego. Los espectadores podrán ver, jugar e interactuar con esta nueva serie de ciencia ficción.
Mañana, la segunda pantalla puede ser una creadora de contenido para la primera pantalla. Hoy, muchas aplicaciones web permiten a los especadores mezclar sus formatos favoritos y crear un show único. Como ejemplo, Your Show, una aplicación se Facebook que convierte las noticias del usuario en un show diario personalizado.
Para Amandine Cassi, directora de investigación de Eurodata TV Worldwide, «2012 ha sido un punto de inflexión para la televisión. La conexión social, la sincronización: la televisión sigue reinventándose a si misma en un contexto marcado por el ritmo y las características de lo digital».
