Un archivo vivo y abierto al público será el proyecto estrella del 70º aniversario del Festival de San Sebastián. El certamen vasco ha creado junto al área de investigación de Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE), el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera y la Filmoteca Vasca el proyecto Zinemaldia 70. Todas las historias posibles, con el fin de generar un archivo vivo del Festival, cuya primera fase culminará en su 70 edición, en 2022.
«El proyecto del archivo documental del Festival de San Sebastián es una buena muestra de la naturaleza de Tabakalera como espacio que facilita la interacción y la complementariedad entre agentes culturales diversos. En este marco, la aportación que puede realizar la biblioteca de creación Ubik al proyecto de archivo encaja plenamente con los objetivos de impulsar el trabajo de investigación y de facilitar el acceso público de los contenidos generados», explica la directora general de Tabakalera, Edurne Ormazabal.
La propuesta pondrá de relieve la importancia de los fondos documentales del Festival (cartas, fotografías, críticas y reseñas en periódicos y revistas, libros…), creando colecciones digitalizadas y de libre acceso online. Al mismo tiempo, provocará que estos materiales dialoguen con la creación cinematográfica contemporánea. El proyecto, que implica a docentes y alumnos de la EQZE, quiere generar reflexión y discusión en torno al pasado, el presente y el futuro del Festival.
«Es un archivo lleno de sorpresas por desvelar. La propuesta de investigación y comisariado, que es muy ambiciosa, configurará el proyecto estrella del 70 aniversario», indica el director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos.
Para Carlos Muguiro, director de Elías Querejeta Zine Eskola, «el proyecto Z70 es el resultado del impulso de EQZE que, como centro de investigación y formación, actúa como bisagra entre el pasado y el futuro del propio Festival». En ese sentido, «la escuela aporta el anhelo por descubrir y la capacidad de reflexión que son propias de la investigación académica y artística en el contexto cinematográfico de Tabakalera. Actúa, además, como generador de relaciones entre los agentes cinematográficos del entorno y abre vías de trabajo y de conocimiento. Z70 ilustra bien qué es EQZE. Porque, sin duda, es importante transmitir al alumnado el saber acumulado (a través de la formación), pero quizá lo es más inculcar la curiosidad por todo aquello que está por descubrir (precisamente a través de la investigación)», señala.
«La misión de la Filmoteca Vasca siempre ha sido la conservación e investigación del patrimonio cinematográfico», apunta, por su parte, el director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández. «Participar en la salvaguarda y puesta en valor del archivo del Festival de San Sebastián junto a instituciones hermanas es, además de nuestra obligación, uno de los retos con proyección internacional más bellos y estimulantes de los próximos años».
El grupo de trabajo está compuesto por el coordinador del área de investigación de la EQZE, Pablo La Parra, y su director, Carlos Muguiro, alumnos de las especialidades de Archivo y Comisariado, representantes de la biblioteca de creación Ubik de Tabakalera y Filmoteca Vasca, y el equipo del Festival. Ubik, asimismo, acogerá el espacio de trabajo de los investigadores, y el archivo del Festival tendrá su ubicación física en la Filmoteca Vasca.
«Es imposible contar una historia sin un archivo. Sin embargo, la existencia de un archivo tampoco garantiza que se pueda contar una historia. Un archivo necesita condiciones de acceso, criterios de organización, voces, miradas y narrativas que lo activen. Un archivo sólo puede ser relevante en la medida en que dialogue con las prácticas e inquietudes del presente», subraya La Parra, investigador de New York University.
El trabajo se desarrollará en dos espacios: en el depósito de Martutene, donde se encuentran actualmente ordenados los materiales, y en Ubik, donde los materiales serán examinados, inventariados y catalogados, para garantizar su conservación y las condiciones de acceso público. La consulta de los fondos contará con itinerarios y se podrán localizar materiales no solo por años, sino también por temas; por ejemplo, los efectos de la Transición en el Festival, la violencia política en el cine vasco y español, los Ikuskas y el intento de un cine nacional vasco, la generación de Kimuak…
Habrá dos líneas de trabajo simultáneas y conectadas entre sí: por un lado, generar material de investigación –artículos académicos, presentaciones en congresos, proyectos editoriales propios, seminarios…– orientada a investigadores y, por otro, socializar los resultados y crear contenidos destinado a públicos más amplios. Cada año se harán públicas las conclusiones de las investigaciones en forma de exposiciones, publicaciones o programas de proyecciones. Se plantea organizar ciclos acompañados por materiales de divulgación en los que se propongan diálogos críticos entre películas programadas en ediciones anteriores del Festival, el contexto cinematográfico, social o político de las mismas y filmes contemporáneos.
«El objetivo es promover trabajos de investigación innovadores que estudien la rica historia del Zinemaldia en relación con otros fenómenos históricos, políticos y sociales, pero también situar al Festival como un elemento fundamental en la creación y consolidación de cultura cinematográfica. En otras palabras, entender el Zinemaldia no únicamente como un objeto de estudio de la historia del cine, sino como un generador activo de historia del cine», abunda La Parra.
La memoria del Festival no solo está conformada por los fondos catalogados por sus trabajadores durante los últimos 65 años, también se encuentra en los materiales que los cinéfilos han atesorado durante su historia, por lo que se realizará más adelante un llamamiento a los ciudadanos para que contribuyan con documentos vinculados al Festival.