No es la primera vez que el Festival de Cine de San Sebastián toma partido para defender una causa justa. Nunca lo ha ha hecho por unas siglas pero siempre para velar por derechos fundamentales.
La tradicional presentación en la Academia de Cine de las producciones españolas que participarán en la 71ª edición del Festival de San Sebastián no ha sido una más. Antes de desvelar los títulos nacionales elegidos en el único certamen de Clase A de España, el director del Festival, José Luis Rebordinos, leyó un comunicado contra los actos de censura cultural que se están produciendo en las últimas semanas, tras la entrada de la extrema derecha en las instituciones municipales y autonómicas.
Ya en el prólogo del acto, el vicepresidente de la Academia de Cine, Rafael Portela manifestó que «la cultura y el cine no son compatibles con la censura». Portela dio paso a Rebordinos que con un tono serio, respetuoso y firme leyó un contundente comunicado que fue contestado con un largo aplauso por el Auditorio de la Academia de Cine:
«… Esta misma mañana un grupo de ciudadanas y ciudadanos, muchas y muchos de ellos representantes del mundo de la cultura, se han reunido para denunciar los últimos casos de censura que se están produciendo en algunos ayuntamiento y comunidades autónomas.
Siempre hemos dicho, y hoy lo reiteramos con mayor fuerza que nunca, que el Festival de San Sebastián quiere ser un lugar de encuentro para diferentes maneras de entender la vida y la acción política, un espacio de libertad en el que cualquier discurso pueda enunciarse, con una única condición: el respeto a los que piensan de otra manera, la aceptación de la diferencia y la libertad de todas y todos, incluido el adversario político. Ciudadanas y ciudadanos como vosotras y vosotros, que representáis un amplio abanico de miradas, de entender qué es lo mejor para nuestra sociedad. Que representáis esa diversidad, que siempre vamos a reivindicar.
Por eso, nunca hemos tomado partido por unas siglas políticas. Y tampoco lo haremos ahora. Solo nos hemos significado por la defensa de derechos humanos básicos, que creemos que no deberían ser patrimonio exclusivo de nadie, como, por ejemplo, la presunción de inocencia.
El equipo que hace el Festival es un equipo plural de mujeres y hombres diferentes, que trabajan juntos, que conviven, que dialogan y que encuentran puntos en común para seguir hacia adelante con objetivos comunes.
Pero ahora que la censura vuelve a a aparecer con fuerza, queremos dejar claro que no somos tan ingenuos para pensar que la censura solo se ejerce desde espacios políticos concretos. Quien ejerce el poder suele tener la tentación y, a veces más que la tentación, de ejercerla.
Pero hay algo nuevo en estos momentos que nos obliga a no permanecer indiferentes. El fascismo, entendido ese término como el uso popular lo ha ido definiendo, ocupa espacios en las instituciones con el voto de ciudadanas y ciudadanos. Y en estos momentos, cada vez más, forma parte de los gobiernos municipales, regionales y autonómicos en España. Y, por primera vez, podría formar parte del Gobierno de la nación.
Cuando hablamos de fascismo hablamos de aquellos que reivindican la figura del asesino y traidor a su país que fue Francisco Franco, de aquellos que niegan derechos a quienes no tienen como opción sexual aquella que ellos consideran la única natural y legítima, a quienes segregan en función del color de la piel o de la religión, a quienes niegan a las mujeres sus derechos y, entre ellos, el derecho a decidir libremente sobre su maternidad…
Como ciudadanas y ciudadanos libres y responsables, desde el respeto más absoluto a la forma más conservadora y a la más progresista de entender el mundo, y a todas las que existen entre ellas, tenemos la obligación de no permanecer callados ante esta irrupción de la extrema derecha en nuestras vidas.
Porque nuestro silencio de hoy nos puede hacer cómplices de lo que pueda ocurrir mañana…»
José Luis Rebordinos, director del Festival de San Sebastián