El Boletín Oficial del Estado del 31 de octubre incluye el Extracto de la Resolución de 27 de octubre de 2023, de la Dirección General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, por la que se convocan para el año 2023 ayudas para el fomento de la actividad divulgadora de la diversidad cultural desarrollada por las salas de exhibición cinematográfica.
Los beneficiarios de las ayudas serán personas físicas o jurídicas, incluidas las entidades sin ánimo de lucro, titulares de salas de exhibición cinematográfica o de complejos cinematográficos, que cumplan la cuota de pantalla de cine europeo que marca la ley.
Así, dichas ayudas están limitadas a salas de exhibición cinematográfica que entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2023 hayan mantenido un porcentaje de programación de sesiones de películas comunitarias de, al menos, el 25 por ciento, teniendo en cuenta que para calcular dicho porcentaje se computará como dos películas la programación de una cuya versión original sea el castellano o cualquiera de las demás lenguas españolas oficiales en las comunidades autónomas o de las lenguas de signos españolas reconocidas legalmente.
El importe total de esta convocatoria asciende a la cantidad de 14.500.000 de euros, un 42,5 por ciento más que en 2022. La cuantía otorgada a una misma persona beneficiaria no podrá superar el nueve por ciento de la dotación del concepto presupuestario que le corresponda según la naturaleza jurídica de cada entidad beneficiaria.
El plazo máximo para la presentación de solicitudes será de quince días hábiles a contar desde el 1 de noviembre, finalizando a las 14 horas, hora peninsular, del último día de plazo.
El año pasado las subvenciones a salas de exhibición cinematográfica para el desarrollo de su actividad divulgadora de la diversidad cultural alcanzaron los 10,17 millones de euros, muy cerca de los 10,20 millones de euros de 2021. Es decir, se incrementa ahora el importe total de la línea en 2023 en 4,33 millones de euros.
La cuota de pantalla, una medida obsoleta para los propietarios de los cines
Hace unos meses, la patronal de la exhibición cinematográfica denunciaba que todavía estuviese vigente la denominada ‘Cuota de pantalla’, una medida que califica de «obsoleta» e instaban a suprimir.
Asimismo, las salas de cine veían con asombro que se mantuviese la cuota de pantalla en el proyecto de Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual (cuya tramitación parlamentaria quedó paralizada por el adelanto electoral) «una obligación injusta para el sector, de dudosa constitucionalidad, que no existe en ningún otro país europeo y que no consigue los objetivos que pretende alcanzar. La cuota de pantalla no protege ni favorece, ni al cine español, ni al cine independiente», argumentaron en marzo pasado, en un encuentro con la prensa.
A su juicio de los exhibidores se trata de una medida que «se mantiene por inercia» pero es claramente ineficaz para fomentar la asistencia a las salas para ver cine español, europeo o iberoamericano. «Que se obligue a programar las películas no significa que se vayan a ver», apuntan desde FECE.
La propuesta de los exhibidores entonces era conmutar la cuota de pantalla por programas de fomento de asistencia a las salas para el consumo real de cine europeo. Actualmente, los cines cumplen con la cuota de pantalla de manera orgánica y el año pasado las ayudas a la exhibición estuvieron ligadas precisamente a esta medida, tal y como ocurre en 2023.
La cuota de pantalla, el porcentaje que los exhibidores tienen que reservar a cine nacional y europeo, es ahora de un 25 por ciento, es decir una de cada cuatro películas debe ser de esas nacionalidades y con la nueva regulación, en caso de aprobarse, prevé pasar a un 20 por ciento (una de cada cinco), e incluiría como novedad la norma al cine latinoamericano y el cine dirigido por mujeres.
