Los técnicos de la producción audiovisual de España tienen un nuevo convenio colectivo, el tercero, desde que se firmara el pasado 13 de diciembre. Aunque puede que hasta el mes de mayo no se publique el texto, el sector ya está analizando los cambios y augurando un aumento de los costes.
El convenio ha tardado catorce años en actualizarse, dado que el anterior texto fue aprobado en 2009, de manera que la industria ha pasado por la gran crisis económica que obligó a muchos profesionales a reinventarse y está ahora en un punto prácticamente opuesto, con unos volúmenes de rodajes inauditos debido al desembarco de las plataformas. A pesar de la difícil y larga negociación para llegar al III Convenio colectivo, el resultado no termina de convencer a casi ninguna de las partes.
Primero de todo, hay que señalar que el texto no ha sido respaldado, ni mucho menos, por todos los sindicatos. Por ejemplo, UGT, uno de los más importantes, ha decidido no respaldarlo, mientras que FSC-CCOO y CSIF sí lo han firmado. TACEE tampoco habría dado su consentimiento. Entre los motivos de los contrarios al convenio están las contradicciones del texto y la no mejora de las condiciones laborales. Se preve que este desencuentro complique las cosas y muchos piensan que 2024 será «un año de prueba para todos», en palabras de María Luisa Gutiérrez, productora de Bowfinger y presidenta de la asociación de productores AECine. Habrá que esperar a la redacción del texto final, a su interpretación y a su aplicación, algo para lo que algunas voces piden el máximo consenso posible dentro del sector. El III Convenio colectivo entrará en vigor con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2024 (con excepciones para obras terminadas y para películas que inicien rodaje antes del 12 de febrero) y expirará el 31 de diciembre de este mismo año porque es de renovación anual, así que las negociaciones para el IV Convenio deberían estar ya sobre la mesa. De hecho, para algunos empresarios del sector estamos ante «el inicio de una nueva negociación» y se deberán incluir en el futuro más puntos relacionados con la Inteligencia Artificial.
Por otro lado, el texto ha sido demasiado ambicioso en su intención de abarcar todas las formas de producción audiovisual, desde un evento deportivo a un spot publicitario, sin tener en cuenta las peculiaridades de cada formato. En palabras de Fernando Vizcaíno, socio del área de laboral de ECIJA, este es un «convenio Frankenstein» y quizá la mejor solución sería «trocearlo». El despacho de abogados ha celebrado una jornada informativa en Madrid, días después de que Silleras Asesores Jurídicos ofreciera un webinar sobre el mismo tema.
Tal y como ha empezado el año, no cabe duda de que el III Convenio será uno de los asuntos calientes de 2024. De hecho, algunos empresarios creen que habrá que esforzarse para que los trabajadores se centren en sacar adelante las producciones y no se obsesionen con el cumplimiento del nuevo texto.
Cabe recordar, además, que todavía está pendiente el desarrollo del Estatuto del Artista, que se acaba de aprobar la subida del salario mínimo interprofesional, que el Gobierno podría establecer la jornada laboral de 37,5 horas semanales y que muchas compañías cuentan con sus propios convenios internos. Un puzle muy entretenido de encajar…
Algunas de las claves
El Convenio aumenta la jornada semanal a 40 horas como máximo como regla general, con un descanso de 12 horas entre jornadas y un descanso de 48 horas ininterrumpidas cada semana.
El texto establece un plus de flexibilidad (128,86 euros al mes) que permite ampliar la jornada semanal a 45 horas. El trabajador no podrá superar las 9 horas diarias, pero se han creado las «jornadas especiales» por las que sí se puede ampliar la jornada hasta 12 horas al día o 50 horas semanales. En cualquier caso, hay un límite de 3 días consecutivos trabajando 9 horas más un cuarto día para producciones de cine y series. Estos «excesos» se deben compensar en los tres meses siguientes y conllevan un pago adicional de 20 euros al día y de 35 euros para el quinto día de cine y series.
El convenio establece plus de nocturnidad (10 por ciento del salario base), de turnicidad, también por trabajar en fin de semana y en festivos (día y medio libre o 60 euros, a elección del trabajador). Y crea los «festivos especiales», que son los días 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre (día y medio libre u 80 euros, a elección del trabajador).
Entre las reglas generales también se encuentra que el horario se debe comunicar por escrito al trabajador con 10 días de antelación y de 48 horas con motivo de las alteraciones que puedan surgir, exceptuando las relacionadas con el clima, las incidencias en el equipo artístico, accidentes… El teletrabajo y la desconexión digital también quedan regulados.
Sobre las tablas salariales, nadie se atreve por el momento a hacer pública ninguna hipótesis, dado que el texto del III Convenio colectivo de técnicos de producción audiovisual aún no ha sido publicado.
Aumento de costes
Lo que sí parece estar claro es que el nuevo convenio aumentará los costes de cualquier producción audiovisual, aunque, afortunadamente, debería servir para saber de antemano qué pluses serán necesarios. «Creo que recapacitaremos más a nivel presupuestario para ver qué hace falta realmente, se estudiarán más en detalle las necesidades y se evitarán los excesos», comenta Beatriz de San José, responsable de Recursos Humanos de Telefónica Servicios Audiovisuales y Telefónica Broadcast Services.
Por su parte, la productora María Luisa Gutiérrez (‘Padre no hay más que uno’) recuerda que «en el cine, todo está muy medido y los imprevistos son circunstanciales. Hay mil motivos por los que, de repente, se tiene que cambiar de localización y esto no se puede considerar un abuso de cara a los trabajadores. La naturaleza del cine debería ser considerada en el convenio.» Además, Gutiérrez señala que el 50 por ciento del presupuesto de una película española se destina a gastos de personal y está convencida de que el III Convenio aumentará los costes de producción.