‘El molino y la cruz’ invita al espectador a reconstruir, a través de los primero bocetos de Bruegel, el significado profundo de las escenas. Relacionando esos dibujos, el público une cada una de las piezas convirtiendo la obra en una historia épica de coraje, rebeldía y sacrificio y, como si fuéramos detectives siguiendo unas determinadas pistas, descubrimos el verdadero lenguaje oculto de los símbolos.
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