Hayao Miyazaki es uno de los grandes directores que ha dado al mundo el cine japonés, un creador a la altura de otros ilustres realizadores de aquel país como Akira Kurosawa, Yasujiro Ozu o, más recientemente, Hirokazu Kore-eda. La diferencia es que, mientras estos tres últimos elaboran sus historias con personajes de carne y hueso, Miyazaki los dibuja y los anima; les da color y los envuelve en un mundo lleno de alegorías y de fantasía.
Fruto de su desbordante imaginación, nació por ejemplo ‘El viaje de Chihiro’, película ganadora del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín de 2002 y del Oscar a la mejor película de animación un año después. Una obra maestra no solo ya del cine de animación sino del séptimo arte en general.
Del 11 al 14 de abril TCM Autor estrena tres de las películas más famosas de Hayao Miyazaki: ‘La princesa Mononoke’, ‘Porco Rosso’ y ‘Mi vecino Totoro’. Tres largometrajes llenos de poesía y magia realizados en los estudios Ghibli, la productora creada por Miyazaki a mediados de los años ochenta del siglo XX y que, desde entonces, se ha convertido en un referente mundial en el género de la animación.
Hayao Miyazaki nació en Tokio en 1941. Su infancia y juventud estuvieron marcadas tanto por las secuelas de la guerra como por la presencia en su hogar de una madre enferma que permaneció en cama durante nueve años. Su padre y su tío dirigían una empresa que fabricaba timones para aviones y desde niño Miyazaki sintió una especial fascinación por el mundo de la aviación. Su otra gran pasión era el dibujo y en 1963, con veintidós años, entró a trabajar en la Toei Animation, en aquel momento el estudio más importante del anime, es decir de la animación japonesa. Allí, durante dos décadas, trabajó como animador, guionista, realizador y productor.
Pero Miyazaki soñaba con hacer otro tipo de cine, unas historias más personales y sutiles que fueran capaces de divertir tanto a padres como a niños. En 1985, junto con su amigo Isao Takahata, fundó los estudios Ghibli, bautizados así en honor de unos aviones italianos de ese nombre que se usaron en el desierto del Sahara durante la Segunda Guerra Mundial.
A lo largo de todo este tiempo Miyazaki ha mantenido en sus largometrajes de animación el estilo visual que asimiló en la factoría Toei, y del que nacieron series tan conocidas como Heidi y Marco, pero ha ido innovando siempre en el apartado narrativo. Sus películas hablan de pacifismo y de ecología y casi siempre están protagonizadas por niños y niñas. En ellas hay lirismo y encanto, y están inundadas permanentemente de un intenso color.
Mientras que casi la totalidad de estudios de animación del mundo trabajan ahora con técnicas digitales, Ghibli sigue haciéndolo fundamentalmente de la manera tradicional, dibujando sobre el papel la mayor parte de la película. Un sistema laborioso y muy caro pero gracias al cual salen a la luz verdaderas obras de arte como las que los espectadores de TCM Autor podrán disfrutar durante cuatro días.
Jueves,11 de abril:
22:30h ‘La princesa Mononoke’ (Princess Mononoke, 1997)
Viernes,12 de abril:
22:30h ‘Porco Rosso’ (Porco Rosso, 1992)
Sábado,13 de abril:
22:30h ‘Mi vecino Totoro’ (My Neighbour Totoro, 1988)
Domingo,14 de abril:
14:50h ‘Mi vecino Totoro’ (My Neighbour Totoro, 1988)
16:20h ‘Porco Rosso’ (Porco Rosso, 1992)
17:55h ‘La princesa Mononoke’ (Princess Mononoke, 1997)