El Festival de Málaga es la casa de Atresmedia y no solo porque la televisión generalista sea uno de los patrocinadores principales del evento. Dentro de las actividades del área de industria del certamen la Costa del Sol, Atresmedia ha organizado este año una mesa para debatir sobre el modelo de producción del cine español actual.
En la mesa redonda celebrada en el auditorio del Museo Thyssen de Málaga participaron algunos agentes relevantes de la industria audiovisual nacional, junto a representantes del sector público implicados en la financiación de contenidos audiovisuales.
Jaime Ortiz de Artiñano, director general de Atresmedia Cine, como anfitrión, fue el primero en tomar la palabra para centrar el debate en los cambios en los hábitos de consumo de los espectadores y en concreto en la pérdida de espectadores en las salas de cine. Todos los participantes coincidieron en la necesidad de proteger la ventana de exhibición cinematográfica, aunque no con la misma intensidad y de la misma manera.
Mientras que José Pastor, director de cine y ficción de RTVE, piensa que es necesario respetar los 112 días que el sector aceptaba de manera natural y tácita antes de la pandemia («si una película está en una plataforma en 45 días es imposible que funcione en cines»), la productora Pilar Benito, directora general de Morena Films, aboga por una mayor flexibilidad y menos tiempo entre ventanas, «entre 60 y 75 días como mucho». Para Guillermo Farré, director del área de cine original y cine español de Movistar Plus+, la ventana de cine es muy importante y es necesaria su protección y destacó que el cine español sí interesa al público como demuestran los números en este sentido en su plataforma. Un dato ‘Modelo 77’ fue la película más vista en Movistar Plus+ en 2023.
Como no podía ser de otra forma, Rocío Juanes, secretaria general del ICAA, también apuesta por proteger la ventana de exhibición, pero advirtió que la realidad es diferente cuando se reúne con que el sector, porque no acaban de ponerse de acuerdo, de manera tajante, sobre el tiempo de duración de cada ventana. También señaló la importancia de programas institucionales para promover que el público regrese a las salas como el programa de ‘Cine Senior’, que mientras estuvo activo el año pasado dobló la asistencia de mayores de 65 años los martes de la promoción.
Juanes anunció que está previsto repetir esta experiencia mejorada del programa de Cine Senior en 2024 y también señaló que el Consejo Estatal del Cine que prevé poner en marcha la nueva Ley del Cine permitirá a todo el sector intervenir en las políticas audiovisuales y ofrecerá la posibilidad de ponerse de acuerdo en asuntos controvertidos como la ventana de exhibición. La secretaría general del ICAA declaró que la nueva Ley del Cine regresará en breve al Consejo de Ministros para iniciar su tramitación parlamentaria.
Pero no solo la ventana de exhibición es el problema, hay otros factores que influyen en el hecho de que parte del público haya dado la espalda a ver películas en los cines, como puede ser el precio de la entrada o la multitud de estrenos semanales que colapsan las salas, hasta 15 cada semana. «Tenemos más estrenos que nunca y más distribuidoras que nunca, creo que hay que redimensionar el lanzamiento de las películas», ha asegurado José Pastor.
Pilar Benito cree que no todas las películas deberían ir a la sala de cine y en opinión de Jaime Ortiz de Artiñano la escasa promoción también es un lastre difícil de superar: «Cuando las películas llegan a las salas, ya no hay recursos. Antes, las distribuidoras apoyaban en la promoción y las copias y ahora son los propios productores los que tienen que buscar también el dinero para lanzar las películas en los cines», explicó el director general de Atresmedia Cine. También entonó el mea culpa a la hora de la promoción de sus títulos: «Nosotros tenemos 13 estrenos en 2024, lo que nos impide promocionar las películas como nos gustaría», apuntó.
Para María Zamora, socia fundadora y productora en Elástica Films, el problema es que el cine español más comercial ha estado dependiendo de las majors últimamente y ahora estas multinacionales ya no apuestan tanto por el producto nacional. Zamora señaló que solo hay tres distribuidoras independientes importantes en España y en un escenario con 15 estrenos semanales la situación es muy complicada. También pidió flexibilidad en el precio de la entrada.
Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan los productores es el incremento de los costes de producción. En un panorama de casi pleno empleo originado por el incremento de la producción procedente de las plataformas, las leyes de la oferta y la demanda aumentan estos costes de manera exponencial. «Con tres millones de euros es muy complicado hacer una película que destaque en los cines, tienes que irte a a cuatro o cinco millones y el sistema actual no está preparado para financiar estos prepuestos», ha comentado el responsable de Atresmedia Cine.
María Zamora también se quejó del incremento de estos costes de producción, entre un 20 y un 25 por ciento, mientras que las fuentes de financiación están estancadas o incluso retroceden: «las ayudas del ICAA o Televisión española son las mismas y lo que antes hacías con 1,5 millones de euros ahora es totalmente imposible», apostilló la productora.
Para Pilar Benito los productores españoles se enfrentan a dos alternativas, por un lado producir de una manera tradicional, con ayudas públicas, ventas a las televisiones, ventas internacionales, la taquilla… y la otra opción es hacer originales donde las plataformas asumen toda la financiación y también se quedan con la IP. José Pastor aseguró que las plataformas están haciendo ahora menos originales y compran más derechos de emisión, lo que permite a los productores mantener la propiedad intelectual.
«Es el momento de hacer cosas diferentes, estamos en un círculo vicioso descendente y hay que darle la vuelta a esto. Tengo la impresión de que el sector no habla demasiado entre sí. Creo que la ‘ventanización’ es necesaria porque las películas vuelven a nacer en cada ventana», concluyó Jaime Ortiz de Artiñano, impulsor de la jornada.
