Warner desveló la semana pasada nuevos detalles sobre la plataforma de streaming que lanzará a finales de 2019 primero en Estados Unidos.
Su propietario, AT&T, ha anunciado que el servicio de suscripción tendrá tres paquetes comerciales: uno con cine, otro con contenidos originales y taquillazos, y un tercero que une los dos primeros y añade catálogo de WarnerMedia para múltiples públicos así como contenidos adquiridos.
La nueva plataforma hará uso de los contenidos de HBO, Turner y Warner Bros., compañías del grupo, para llegar a un público más amplio.
Durante 2019, además de que Netflix continúe con sus planes de inversión en contenidos propios, llegarán al escenario de las SVoD las propuestas de Disney y Apple. La proliferación de este tipo de servicios llevará a una reordenación del sector audiovisual que nadie sabe avanzar, dado que los contenidos pertenecientes a Warner irán desapareciendo o reducirán su presencia en plataformas que no sean la suya propia, igual que los de Disney.
Un ejemplo es la cancelación de series como ‘Luke Cage’ o ‘Daredevil’ de Marvel (Disney) por parte de Netflix, a pesar de ser contenidos apreciados por los suscriptores. Otro ejemplo puede ser el cheque de 100 millones de euros que Netflix habría pagado a Warner, según The New York Times, por mantener en su catálogo la sitcom ‘Friends’ hasta 2020.
La pelea por los contenidos originales y por la negociación de los derechos está más recrudecida que nunca.
